Elvira Vega: "Fundación MAPFRE es un observatorio privilegiado de la evolución social"
Elvira Vega, durante la entrevista concedida a MAGISTERIO en la sede de Fundación MAPFRE. © JOSEFINA BLANCO MORONTA
Elvira Vega nos recibe en la sede de Fundación MAPFRE en el Paseo de Recoletos de Madrid, en una soleada mañana de otoño. La directora general de Fundación MAPFRE lo es desde marzo desde año, pero Elvira Vega no es ninguna recién llegada, con más de 29 años en el grupo MAPFRE, en el que ha desempeñado diversos cargos en distintas áreas vinculadas sobre todo al desarrollo de talento y, en general, al área de Personas y Organización, la formación y los recursos humanos.
¿Cómo ha evolucionado Fundación MAPFRE en estos 50 años?
–Celebrar medio siglo es mucho más que mirar atrás. Es confirmar que nuestro propósito sigue vigente. En este tiempo hemos pasado de ser una fundación con alcance nacional a convertirnos en una organización global, con presencia en 30 países. La sociedad ha cambiado profundamente y, con ella, también los retos. Hoy hablamos de temas de los que no hablábamos hace 50 años: de la inteligencia artificial, la longevidad, la creciente desigualdad social…. O temas como la soledad no deseada, cuestiones que hace décadas ni siquiera estaban en la agenda. Fundación MAPFRE en realidad es un observatorio privilegiado de la evolución social, porque escuchamos, analizamos y actuamos anticipándonos a las necesidades emergentes y adaptando nuestros programas y nuestras actividades para dar respuesta a esos nuevos retos que van surgiendo.
Los retos son nuevos, pero ¿la esencia permanece?
–Hay dos cosas que son, podríamos decir, nuestras señas de identidad: la solidaridad y la cercanía. Lo que no ha cambiado en este tiempo ha sido nuestra vocación de estar donde más se nos necesita, de anticiparnos y de trabajar en alianza con otros para construir una sociedad más justa. Eso es una constante, como también lo son algunos programas que han permanecido a lo largo del tiempo, nuestros programas más veteranos, los de prevención y seguridad, especialmente en el ámbito de la prevención de accidentes y la seguridad vial, junto a otro de nuestros grandes programas históricos, las ayudas a la investigación, con las que hemos financiado más de 2.200 proyectos. Y hay otro elemento muy característico: nuestro programa de voluntariado corporativo. Estamos presentes en 28 países, movilizamos a miles de personas, más de 7.100 personas empleadas de MAPFRE son voluntarias de Fundación MAPFRE, más del 23% de la plantilla del grupo presta su tiempo de manera solidaria y altruista para ayudar a quienes más lo necesitan.
En algunos terrenos Fundación MAPFRE ha sido pionera, ha sabido ver antes que otros que ahí había una necesidad que cubrir…
–Sí, por ejemplo, hemos sido pioneros en programas sociales internacionales, quizá también por la larga vocación internacional de Fundación MAPFRE, especialmente con Latinoamérica, que comenzó desde el negocio, pero se ha extrapolado a toda la actividad de Fundación. Son programas en los que damos educación, salud y nutrición a niños en 25 países, un hito del que nos sentimos muy orgullosos. También de las respuestas que hemos dado ante crisis humanitarias: Hemos atendido más de 30 emergencias en distintos países, incluida la pandemia del COVID-19, donde tuvimos una actuación global; no nos centramos exclusivamente en España, sino que llevamos esa ayuda a todos los países donde tenemos presencia. Además, hemos desarrollado campañas de sensibilización sobre salud, seguridad vial, bienestar financiero, con las que hemos llegado a beneficiar a millones de personas, más de 179 en estos 50 años.
En conjunto, Fundación MAPFRE ha demostrado su capacidad de evolucionar y de anticiparse a necesidades de la sociedad que han ido surgiendo y que irán surgiendo.
Y también de las que permanecen, como la desigualdad social.
–Efectivamente. En términos generales, dependiendo del lugar donde naces vas a poder tener unas oportunidades u otras, pero estoy firmemente convencida de que lo que marca la diferencia para poder salir de la pobreza es la educación, que es la base de todo. Si no apostamos por una educación integral va a ser muy difícil poder salir de ese círculo. Por eso decimos que la educación realmente empodera y dignifica. Cuando una persona accede a formación de calidad no solo mejora su presente, sino que puede cambiar su futuro y el de las personas que tiene alrededor, principalmente el de su familia como primer escalón. Aquí hemos visto cómo gracias a la educación muchas personas han logrado romper este círculo y construir una vida diferente, cómo la educación transforma la vida de las personas. Y tenemos muchos ejemplos de personas que han sido beneficiarias de alguno de nuestros programas y ahora están trabajando con nosotros o en otros lugares.
La integración laboral es otro pilar de nuestra vertiente más social. Además, nos centramos en algunos colectivos que tienen muy difícil acceso al mercado laboral, como las personas en riesgo de exclusión, jóvenes o personas con discapacidad. En este ámbito, la formación y las alianzas con empresas e instituciones son claves para poder abrir puertas donde antes había muros. Ver cómo personas vulnerables han encontrado un empleo digno da sentido a nuestro esfuerzo. Aquí me gustaría mencionar tres programas que tenemos ahora mismo en marcha. Uno es Juntos somos capaces, dirigido a la integración laboral y social de personas con discapacidad intelectual o problemas de salud mental. Otro es el Taller de aprendices, donde formamos en oficios tradiciones: pintura, albañilería, fontanería, electricidad… a personas en riesgo de exclusión social. Y esto lo combinamos con otro proyecto, Accedemos, una iniciativa que tiene como objetivo fomentar el acceso al mercado laboral a través del apoyo a pymes, autónomos y entidades sociales con necesidad de contratar, pero con falta de recursos para ello.
Al final se trata de poner en contacto dos necesidades: Unos tienen necesidad de integrarse en el mercado laboral y otros, de contratar a personas. Esto lo estamos haciendo en todo el territorio nacional.
La formación y las alianzas con empresas son claves para poder abrir puertas donde antes había muros
"Ha aparecido varias veces la palabra alianza. Esta alianza con distintos agentes es lo que les permite detectar necesidades y anticiparse.
–A mí me gusta decir: «Solo llegas más rápido, con otros llegas más lejos». En Fundación MAPFRE no intervenimos directamente en la mayor parte de los casos, sobre todo en los temas de acción social. Lo hacemos a través de socios locales, entidades sociales, que son las que realmente conocen la necesidad en el terreno. Ellos nos la trasladan, nosotros ponemos toda nuestra capacidad para dar respuesta a esa necesidad, pero ellos son los que ejecutan localmente. Las alianzas y los colaboradores son parte de nuestra cadena de valor, parte de nuestra esencia, son las manos que van a facilitar lo que realmente se necesita en el terreno.
Culmina un año de celebración, ¿cómo lo han vivido?
–50 años no se cumplen todos los días, ni en el ámbito personal ni en el profesional. En el profesional a veces cuesta incluso un poquito más que haya organizaciones que perduren por un largo espacio de tiempo. Y lo que nos queda. Esto es solo el inicio.
Este año hemos sido especialmente activos en materia de celebraciones, tuvimos un acto central con la presidencia y la presencia de Su Majestad el Rey donde reconocimos a muchas de las entidades y personas que colaboran con nosotros, que maximizan la capacidad de Fundación MAPFRE para desarrollar su lado más social.
Y hemos recibido algunos premios en distintos ámbitos, reconociendo nuestra contribución a determinadas causas. En cualquier caso, el Premio Magisterio a los protagonistas de la educación es un reconocimiento que nos emociona porque, como decía anteriormente, la educación es el motor de la igualdad. Este premio nos confirma que vamos por el buen camino y refuerza nuestro compromiso con la transformación social a través de la educación.
El Premio Magisterio es un reconocimiento que nos emociona porque la educación es el motor de la igualdad
"¿Cómo creen que le percibe la sociedad?
–Lo que nos trasladan es que se nos percibe como una institución seria, comprometida y cercana. Yo creo que la confianza es nuestro mayor activo. ¿Y cómo lo conseguimos? Porque el hecho de que en muchos casos actuemos a través de colaboradores no significa que les cedamos toda la responsabilidad y nos olvidemos del proyecto. No, estamos muy pendientes, trabajamos con ellos, les ayudamos a implementar las acciones de la mejor manera posible y nos ocupamos de detectar y atender las necesidades que puedan surgir para que puedan desarrollar su labor en el terreno de la forma más eficaz.
Yo creo que ese compromiso y esa cercanía hacen que se nos perciba realmente como una institución confiable y seria.
En cuanto a los ámbitos de actuación, se nos relaciona con la seguridad vial, la prevención de incendios, la educación financiera y aseguradora o la longevidad, que yo veo como una oportunidad, no como un problema: Vamos a vivir cada vez más, y para llegar a ese momento de la mejor manera posible hay muchas cosas que puedo empezar a trabajar desde ya y puedo hacerlo desde los colegios, los institutos, las universidades… con educación en hábitos saludables, bienestar emocional, salud financiera…
Lleva apenas unos meses como directora general, ¿lo hace con afán continuista o renovador? ¿Veremos nuevos programas en 2026?
–Continuista no creo, por mi propio carácter. En cuanto a mis retos como directora, ahora mismo estamos en un momento de consolidación de todo lo que hemos logrado, pero también de evolución.
Seré continuista en valores, porque creo que es algo que nos caracteriza y algo que va a permanecer. Tenemos que ser un referente y un ejemplo, y eso va a continuar.
Pero creo que sí que tenemos que innovar en soluciones. Mi principal reto es mantener la esencia de Fundación MAPFRE, pero al mismo tiempo abrir caminos hacia el futuro, anticipándonos a esos cambios sociales y, desde luego, maximizando nuestro impacto para transformar vidas.
Mi principal reto es mantener la esencia de Fundación MAPFRE abriendo caminos hacia el futuro, anticipándonos a los cambios sociales y maximizando nuestro impacto para transformar vidas
"¿Qué papel juega la IA en la actualidad en Fundación MAPFRE? ¿Será uno de esos terrenos de evolución?
–Desde luego que sí. Nosotros la vemos como una gran oportunidad, asegurando un uso ético y responsable, por supuesto. Se trata de una tecnología muy avanzada, muy disruptiva y que nos ofrece muchas posibilidades, pero solo si la utilizamos bien seremos capaces de sacarle el mayor partido.
Nosotros ya tenemos incorporada inteligencia artificial en algunas herramientas, en algunos procesos de Fundación MAPFRE, y nos vamos a apoyar en ella siempre que podamos maximizar el impacto y la escalabilidad de todo lo que hacemos. Puede ser un acelerador, pero, insisto, bien utilizada y con un propósito muy claro, que es contribuir a mejorar calidad de vida de las personas y al progreso social.





