Joan Curcó: “Llevamos dos o tres años desescalando en el uso de dispositivos”
El recuerdo del accidente ocurrido en el colegio Montealto en 2021 sigue muy presente para Joan Curcó, CEO de Fomento de Centros de Enseñanza. Evoca al final de la entrevista cómo, tras el atropello accidental que costó la vida a una alumna a la salida del colegio, “lo primero que hace la madre de la niña es abrazar a la madre que acaba de atropellar a su hija”, un gesto que dejó una profunda impresión en toda la comunidad escolar. La capilla, recuerda, “se llenó de personas rezando” y se formó “una cadena de oración espectacular”.
Una red consolidada y un ideario definido
Montealto es uno de los 35 colegios de Fomento repartidos por 11 comunidades autónomas, con más de 26.000 alumnos, cerca de 3.000 profesores y unos 18.000 familias. Además, este curso superan los 100.000 antiguos alumnos, un dato que considera significativo. Señala que “casi el 40% de los alumnos son hijos de antiguos alumnos”, algo que interpreta como un signo de continuidad.
En cuanto al ideario, explica que la visión de la persona procede de la antropología cristiana y que la metodología se apoya en la educación personalizada. Sobre la relación con el Opus Dei precisa que existe un acuerdo para mantener viva la identidad cristiana.
Del impulso digital a la marcha atrás
Pero no todo ha sido paz y amor. La introducción de la tecnología generó hace unos años un motín por parte de algunas familias. Curcó recuerda que ellos mismos eran “bastante reacios” a incorporar dispositivos porque no compartían la idea de que la tecnología resolviera todos los problemas educativos, sin embargo, la pandemia aceleró el cambio, ya que a las dos semanas del confinamiento habían puesto en marcha clases online y detectaron que muchos alumnos se conectaban desde dispositivos sin seguridad. De ahí la decisión de implantar equipos gestionados y “capados”, en un entorno controlado.
Reconoce que el proceso generó inquietud en ciertos centros, pero subraya que “llevamos dos o tres años desescalando”, un camino que ahora deberán recorrer todos los colegios por obligación normativa. Señala que comprende la preocupación ante el impacto de los smartphones, que califica de “tremendo” especialmente en menores.
La IA en el horizonte educativo
Curcó considera que “estamos al principio del principio” en el uso educativo de la inteligencia artificial. Distingue entre su valor incremental, que permite automatizar tareas, y un futuro valor transformacional aún difícil de anticipar. Defiende avanzar con prudencia y mantener el aula como espacio principal de trabajo, especialmente en primaria y buena parte de secundaria. También apunta que la IA abre un campo nuevo: enseñar a los alumnos a formular preguntas más precisas.
Cuotas y protección de las familias
Preguntado por la voluntariedad de actividades y servicios en los colegios concertados, insiste en que la enseñanza curricular es gratuita aunque “infrafinanciada”. Afirma que, si una actividad es esencial en el proyecto educativo, el centro procura ofrecerla también a quienes no puedan pagarla. De hecho, asegura que “intentamos dársela igualmente” porque, si no, “no sabríamos educar”. Cuando se le plantea si pone la mano en el fuego respecto a que ninguna familia tiene que abandonar el colegio por no poder pagar, responde afirmativamente.
Privados y concertados: una única diferencia
En cuanto a la convivencia entre colegios privados y concertados dentro de Fomento, Curcó admite que la única diferencia para las familias es el coste: “Yo creo que sí. Esta sería la diferencia más relevante.” Aclara que la oferta educativa es la misma y que los resultados son similares en ambos modelos. Curcó subraya que “la concertada no puede tener afán de lucro ni debe obtener lucro con la actividad financiada con fondos públicos”, e indica que la inspección puede solicitar documentación para comprobarlo. Le parece positivo que los profesores reciban un mejor salario pero recuerda que en los concertados ese coste recae sobre la administración.
No hay ningún estudio que diga que tener 22 alumnos en lugar de 25 mejora la calidad
"En cuanto a la reducción de ratios, advierte de que podría encarecer la enseñanza privada y desplazar alumnos hacia centros sostenidos con fondos públicos. Lo que sería un mal negocio para las administraciones.
Crecimiento reciente
Sobre el aumento del alumnado en muchos de sus centros en un contexto de recesión motivado por la caída de la natalidad, Curcó evita la expresión “colegios refugio” por parte de las familias que buscan valores seguros en un contexto de cultura líquida y relativismo moral. Pero sí considera que son centros “previsibles”, con un proyecto definido que algunas familias valoran especialmente.


