Los estudios universitarios en España reducen el paro a la mitad en una década
La decimoquinta edición del informe La Universidad Española en Cifras, elaborada por la Conferencia de Rectores y Rectoras de las Universidades Españolas (CRUE), señala además que en España no hay un exceso de universidades (89 en total y 76 con actividad investigadora) en comparación con otros países de la OCDE. En este sentido, España tiene menos universidades por habitante que siete de los once grandes países de la OCDE destacando Reino Unido, con 125, o Francia, con 143.
Por otra parte, el rendimiento académico de las universidades españolas es equiparable, o ligeramente mejor en grado y máster, que el de la media de los países de la OCDE, y la proporción de jóvenes universitarios está en línea con la tendencia de los países de la UE. Según los datos recabados por instituciones nacionales e internacionales, la demanda del sistema universitario español (SUE) se mantendrá estable, en torno a 1,7 millones de estudiantes de grado, máster y doctorado, y así será durante los próximos veinte años.
Más Educación Superior, menos paro
En el periodo 2014 a 2023, en España, la formación en educación superior ha mejorado la tasa de empleo, que ha crecido el 8,6%, y ha reducido la tasa de paro, en un 50%. Por comunidades autónomas, Castilla-La Mancha destaca por haber reducido más su paro en una década (el 60%), seguida de la Comunidad Valenciana (56,8%), Cantabria y Cataluña (ambas 53%) y Aragón y País Vasco, con el 52% respectivamente.
El sistema universitario español reduce la tasa de desempleo de los titulados de grado adultos (entre 25 a 64 años) en 7,3 puntos frente a los 3,7 puntos de media de la UE, y entre los jóvenes (de 25 a 34 años) con máster, la reducción es de 8,7 puntos porcentuales, frente a 3,4 puntos en la media europea. No obstante, aunque el ritmo de reducción del paro es más alto en España que en otros países europeos, la precariedad en cuanto al tipo de contratos es mayor. El porcentaje de egresados que trabajan en España con un contrato a tiempo parcial durante todo el año es del 17,5%, mientras que en la OCDE es del 8,3%.
El principal desafío de la universidad española es la insuficiente financiación pública, recalcan los rectores que lamentan que los recursos destinados sean un 21% inferiores a la media de la OCDE y un 26% más bajos que la media de la UE. Para alcanzar el objetivo del 1% del PIB, que marca la ley de Universidades para el año 2027, habría que inyectar casi 4.000 millones de euros. Las universidades critican que en 2023 la financiación real fuera un 10 % inferior a la de 2008.
Necesidad de aumentar las becas y ayudas
Los rectores y rectoras también inciden en la baja inversión en becas y ayudas, cuyo gasto no llega ronda el 0,17% del PIB, frente al 0,70% que destina Dinamarca o el 0,26 % que gasta Australia. Esta baja inversión en becas y ayudas, combinada con el nivel de precios públicos de matrícula, «debilitan muy significativamente la garantía de igualdad de oportunidades en el acceso a los estudios universitarios en España», señalan al tiempo que cifran en 1.200 millones de euros al año el presupuesto que garantizaría una efectiva igualdad de oportunidades en el acceso a la universidad.
Retos pendientes: más investigación y patentes
Existe un alto índice de endogamia en la universidad: el 67% del Personal Docente e Investigador (PDI) ha leído la tesis doctoral en la misma universidad en la que está contratado y solo el 61,5% tiene contrato laboral, gran medida con temporales y a tiempo parcial. La edad media en las universidades públicas es de 49,5 años. En el ámbito de la investigación y de transferencia de conocimiento, España destina a la I+D un 34% menos que la media de la UE y un 45 % menos del promedio de la OCDE y la actividad de generación de patentes es exigua, representando solo el 0,60 % de la producción mundial.