Más de 400 estudiantes disfrutan de la proyección de “Enemigos” dentro del proyecto Cineclubs Escolares de la Junta
Los actores Christian Checa y Hugo Welzel, y el director David Valero presentaron su película 'Enemigos'.
El acto tuvo lugar en el Centro Cultural Miguel Delibes, uno de los espacios más emblemáticos de Valladolid para la organización de eventos de gran envergadura, en el corazón de la ciudad. Más de 400 alumnos de ESO y Bachillerato, procedentes de Valladolid, y localidades cercanas como Aranda de Duero (Burgos), Salamanca, de Cantalejo (Segovia) o Zamora llenaron la Sala de Cámara del recinto,en donde también estuvieron presentes Alicia Ortega y Julia Merino, responsables del Servicio de Calidad, Evaluación y Programas Educativos de la Junta de Castilla y León. Tras una presentación del crítico de Decine21 Pablo de Santiago, las luces se apagaron y comenzó la proyección.
“¿Os ha gustado el final?”, empezó diciendo el realizador David Valero. Manos arriba, votación en directo, y parece que sí: el público aprobó el desenlace. A continuación, el director confesó que rodó tres finales distintos. Vaya, que el multiverso de Enemigos estaba servido. “Al final nos quedamos con éste”, dijo, como quien elige menú del día.
El periodista de Decine21 Juan Luis Sánchez moderó el debate, rompiendo el hielo sin necesidad de martillo neumático. “¿Cómo surgió el proyecto?”, preguntó. Valero, sincero: “Me inspiré en experiencias personales, he visto bullying escolar. De hecho, el Rubio existió realmente, aunque le cambiamos el nombre por razones legales”. Christian Checa, rápido: “Vi el guion y dije: esto es oro dramático”. Hugo Welzel, encantado: “Nos juntaron y vieron que teníamos química…”.
En el film, Chimo (Christian Checa) es cajero en un súper de barrio humilde alicantino. El chaval vive con su madre Carmen y su hermana Lola, y además ejerce de acompañante oficial de su abuelo de la residencia. Todo normalito… hasta que reaparece El Rubio (Hugo Welzel), antiguo tormento escolar, experto en hacer la vida imposible a Chimo y ahora también en robar motos y novias. Cosas del currículum. La venganza parece servida a lo Kill Bill cuando El Rubio, tras un accidente de tráfico, queda paralítico. Chimo empieza a visitarlo con intenciones poco loables, pero acaba desarrollando empatía.
Cuando se abrió el turno de preguntas, el público se vino arriba como si regalaran palomitas: “¿Qué habríais hecho vosotros en la vida real si tuvierais que perdonar a quien os ha hecho la ida imposible?”, quiso saber una joven estudiante. “Sé que puede ser difícil entender lo que hace mi personaje, pero en cuanto estudiamos sus motivaciones, y que Chimo es un chico acomplejado al ser cojo, pero buena gente, me di cuenta de por qué hace lo que hace”. “Creo que es importante que habléis de bullying”, argumentó otro asistente. “Se trata de entender porqué El Rubio hace lo que hace, nunca justificarlo claro”, responde Hugo Welzel.
Un joven con Síndrome de Asperger agradeció el tratamiento respetuoso de la discapacidad en la película, provocando un aplauso que hizo temblar las butacas.
Checa le devolvió el gesto: —Eres un luchador y un máquina. El público, más encantado todavía.
“Creo que es muy importante la familia, se ve en la película cómo está descrita la figura de la madre de Chimo”, opinó Julia Merino, de la Consejería de Educación de la Junta. “Y por el contrario, el otro chico tiene un padre temible, lo que explica que se convierta en un acosador”. “Me gustaría reivindicar el trabajo de Estefanía de los Santos, la actriz que da vida a la progenitora del protagonista, que hace creíble ese personaje”, indica Valero. “Además, es buena persona, me trataba con mucha humanidad y se llevaba genial con mis padres”, dijo en clave de nota de color Checa.
Tras media hora de coloquio entusiasta terminó la jornada: con reflexión, emociones y estudiantes que salieron del Delibes pensando que igual Enemigos no sólo cuenta una historia… también daba mucho que pensar.
