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Todos los peques, ¡a gatear!

Desde el madrileño pueblo de Chinchón nos llega una experiencia dedicada a los más pequeños. Su objetivo principal, estimular y potenciar el desarrollo de las capacidades cognitivas, afectivas, motoras, de relación social y de equilibrio personal de los alumnos.
Miércoles, 8 de enero de 2003
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Situado en el conocido pueblo madrileño de Chinchón, el CP “Hermanos Ortiz de Zárate” ha llevado a cabo un innovador proyecto a favor del desarrollo de las capacidades cognitivas. Se trata de poner en marcha un circuito neuromotor, además de realizar sesiones de estimulación sensorial –esto es, módulos de desarrollo cognitivo–, y todo ello incluirlo dentro de la jornada escolar de los niños de Educación Infantil y Primer Ciclo de Primaria.

Según los últimos estudios científicos en el campo de la neuropsicología, el desarrollo físico y la estimulación temprana repercute en las actividades intelectuales, gracias a la plasticidad del sistema nervioso y a la capacidad del cerebro para desarrollarse, regenerarse y organizarse. Razón ésta que guía la experiencia de Chinchón hacia el estímulo de la inteligencia de los pequeños alumnos a través de actividades de la vida cotidiana que están al alcance de todos.

Objetivos fundamentales

El proyecto del “Hermanos Ortiz de Zárate” tiene como objetivos generales los que siguen:
—Investigar cómo potenciar el desarrollo cognitivo de los alumnos a través de la psicomotricidad y la estimulación sensorial.
—Diseñar un circuito neuromotor para trabajar con los alumnos del Segundo Ciclo de Educación Infantil y Primer Ciclo de Primaria.
—Diseñar módulos quincenales para el Segundo Ciclo de Educación Infantil y Primer Ciclo de Primaria con objeto de desarrollar aspectos sensoriales y perceptivos que favorezcan el desarrollo cognitivo.

En cuanto a los objetivos específicos, los más importantes son:
—Adquirir un perfecto patrón cruzado.
—Mejorar la micromotricidad.
—Interiorizar conceptos espacio-temporales.
—Adecuar la conciencia corporal.
—Afirmar la lateralidad.
—Mejorar la percepción auditiva y visual.
—Preparar para un mejor aprendizaje de los idiomas.
—Enriquecer el vocabulario y ampliar conocimientos.
—Desarrollar la memoria.
—Mejorar la expresión oral y escrita.
—Ayudar al mejor aprendizaje de la ortografía.
—Ejercitar los movimientos de los músculos de los ojos.
—Procurar un mayor rendimiento del hemisferio derecho del cerebro.

En relación con estos objetivos hay unos contenidos que, en el caso del circuito neuromotor, se centran en:
—Ejercicios a realizar con los alumnos: neurotróficos (estimulación de las neuronas), vestibulares y coordinación óculo y audiomotora.
—Técnicas de realización de cada ejercicio.
—Grados de destreza a conseguir en cada ejercicio.

En lo referente a los contenidos de los módulos quincenales, destacan las audiciones; los ejercicios visiomanuales; los bits de inteligencia relacionados con la distintas áreas (Matemáticas, Arte, Idiomas, Biología, Música, Geografía, etc.); bits de palabras (lectoescritura y ortografía); poesías; canciones; movimientos digitomanuales; y movimientos oculomanuales.

Plan de trabajo

El profesorado cuenta, desde octubre hasta abril con sesiones de trabajo una vez al mes y de tres horas de duración para programar, preparar el material, evaluar y elaborar la memoria. Además, asiste a tres sesiones de formación con la ayuda de ponentes expertos en la materia. En cuanto a la metodología, algunas actividades se realizan entre todo el grupo y otras, por comisiones de trabajo.

Los alumnos de Educación Infantil realizan diariamente el circuito neuromotor, lo que le lleva tres cuartos de hora, utilizando distintos espacios. En cambio, los niños de Primaria realizan el circuito tres veces a la semana durante 20 minutos en las sesiones de Educación Física. En cuanto al módulo quincenal –tanto para Infantil como para Primaria–, el tutor se encarga de que se lleve a cabo durante media hora a lo largo de la jornada.

Durante este proyecto, que se desarrolla plenamente a lo largo de tres cursos escolares, en cada trimestre se realizan distintos ejercicios siguiendo un plan establecido. Para ello, se procura un ambiente sereno y motivador que favorece la concentración. El niño conoce en todo momento que su esfuerzo repercute favorablemente en la mejora de sus capacidades, razón por la que no se evalúa negativamente, tan sólo se resaltan los aspectos positivos.

Materiales y recursos

Las actividades de esta experiencia se llevan a cabo a lo largo de tres cursos. En una primera fase se pone en marcha el circuito neuromotor, se elabora el material para trabajar nueve módulos diferentes, y se elabora un dossier con las ideas que fundamentan el circuito. Durante la segunda fase se sigue y perfecciona la realización del circuito. Además, se elabora el material para los nueve módulos restantes, así como los sistemas de evaluación. La tercera fase sirve para evaluar los logros conseguidos, para lo cual se utilizan grabaciones de vídeo. Para todas las fases se necesitan una serie de recursos, tales como aulas, vestíbulos, pasillos, patios, alfombras para realizar el gateo, metrónomos, una escalera para realizar la braquiación, balancines para el equilibrio, colchonetas, pelotas de ritmo, láminas de fotografías, cartulinas, bits de palabras, cassettes de música clásica, tapices de caída y vigas de equilibrio. Y es que para el desarrollo de los módulos se realizan bits de palabras e imágenes y se recopilan canciones y poesías, además de tiras cromáticas que sirven para los ejercicios oculomotores. 

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