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En la recta final, es tiempo de felicitarse

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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Espacio Dide

 

Foto Víctor Soler 14062017El verano llegará en breve y el curso ya termina. Es tiempo de cambio de rutinas para las familias y para los niños/as, pero sobre todo es tiempo de felicitarse. El año escolar que ahora termina ha llevado consigo múltiples dificultades. Eso seguro. Y no importa cuántos errores hayan podido cometerse. El error forma parte de la vida y del crecimiento personal, por lo que ante él sólo podemos aprender y seguir adelante con los nuevos retos. Que nadie olvide nunca que el viaje que supone ser padres y madres no es nada fácil. Al contrario, es muy duro.

 

Inmersos en una adaptación constante, en sus manos está la responsabilidad de aportar tranquilidad en tiempos de exámenes y ansiedad; de encontrar el punto intermedio entre apoyar a sus hijos/as y controlarles; de generar modelos que les atraigan y conecten con sus intereses al tiempo que sean beneficiosos para su futuro; de apoyarles en tiempos difíciles y hacerles ver que están con ellos, siendo indulgentes o críticos según lo exija cada momento, ayudándoles a transformar las frustraciones en oportunidades de cambio y mejora. Todo ello como en una carrera contrarreloj en el que todo parece venirnos grande y nada sale como esperamos. No deberíamos preocuparnos por eso, porque es más común de lo que pensamos.

 

Ahora, a las puertas del fin de curso, todo son emociones: despedidas, alegrías, tristezas. Pronto se abrirá el paréntesis del verano, un paréntesis que nos permitirá (o debería permitirnos), primero, recargar pilas (el descanso forma parte del trabajo, no lo perdamos de vista si no queremos llegar al colapso), y segundo, preparar el camino para el siguiente curso. Trabajar la paciencia, por ejemplo, será fundamental para ayudar a que los hijos/as se enfrenten y adapten al nuevo curso cuando llegue el momento. Para ellos no será tampoco nada fácil, por lo que necesitarán apoyo y ánimos, aunque no lo pidan, sobre todo si les espera un cambio de ciclo, de etapa o de centro escolar.

 

A medida que llegue el momento de iniciar una nueva etapa, es bueno que empecemos a hablar con ellos del próximo curso, a habituarles a los nuevos horarios, a calibrar si será beneficioso apuntarles a actividades extraescolares y a cuántas exactamente, y que todas ellas respondan a sus motivaciones al tiempo que no les suponga un obstáculo para disponer de tiempo libre ni para la superación de los objetivos que le planteen en la escuela. Aprovechemos también para mirarnos a nosotros mismos, teniendo en cuenta que un padre y una madre son siempre modelo a seguir para los niños/as, sobre todo a edades tempranas. Si nos quejamos de la vuelta al trabajo, se quejarán de la vuelta a las aulas. Si no sabemos ser pacientes, ellos tampoco lo serán. Si no toleramos los cambios o las frustraciones, también ellos tendrán más complicado gestionar esas situaciones.

 

Queda mucho por hacer, pero insisto, ahora mismo es tiempo de felicitarse, de respirar y mirar atrás con ojos críticos, de afrontar el próximo curso con todo lo aprendido y con optimismo renovado, alertas ante cualquier nuevo obstáculo que pueda surgir por el camino.

 

díde transforma las diferencias en oportunidades.

Más información www.educaryaprender.es/didefamilia

Víctor Soler (doctor en sociología, especialista en educación y rrhh)

 

Dide Familia

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