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Cuando la Educación es algo más que saber leer y sumar

MAGISTERIO ha querido saber, de primera mano, la situación en la que quedará la formación integral de los alumnos sin estudiar
Música y Plástica.
Miércoles, 17 de enero de 2001
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Autor: María Eugenia VICENTE

Las intenciones del Ministerio de Educación de mejorar la calidad de la enseñanza con la ampliación del horario de Lengua y Matemáticas se han dado de bruces con la realidad en que dejarán a las materias relacionadas con las enseñanzas artísticas: sólo una hora semanal para que los chicos desarrollen algo tan necesario como el pensamiento abstracto.

Para explicar cómo afectará esa medida, quien mejor que tres de los representantes de las asociaciones españolas de profesores de Música y Plástica. El encuentro con Pedro Nebreda, José María Crespo y Lucía Aguilera, como no podía ser de otra manera, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, constató el cabreo y la desilusión de estos profesores. Como comenta Pedro Nebreda, de la Asociación de Profesores de Música de Secundaria (Apmusem), “es una pena que lo que se había logrado avanzar en la enseñanza de las Artes con la LOGSE se pierda a golpe de decreto”. Además, considera que “esta decisión llama todavía más la atención cuando en la sociedad actual la imagen y el sonido han tomado una importancia capital”.

A pesar de todo no piensan arrojar la toalla y, sin grandes protestas, es cierto, se han constituido en Plataforma para la defensa del Arte. Una de sus acciones más recientes ha sido la entrega de 31.031 firmas en el Ministerio de Educación con las que muestran su malestar por los decretos de mínimos recientemente aprobados. A finales de diciembre, también se manifestaron por las calles de Madrid. Ahora, el plan B consiste en actuar consejería a consejería para saber los planes que llevarán a cabo las distintas comunidades autónomas. La Comunidad Valenciana ha decidido otorgar a estas materias una hora y media semanal en el primer ciclo de la ESO, por lo que se pasa a impartir en 2º con tres horas semanales. Por otro lado, las comunidades presididas por el PSOE se han comprometido a ampliar el horario del primer ciclo de la ESO en dos horas, pasando así de 28 a 30 horas semanales. José María Crespo, de la Asociación de profesores de Artes Plásticas de Secundaria (Aepdapes), considera que la solución a este problema pasaría por la ampliación del horario “de hecho en algunos centros se está haciendo, pero a costa del trabajo de los profesores. Lejos de un exceso de celo ante su propia asignatura, a los profesores de Música y Plástica les cuesta creer que “quieran solucionar los problemas del sistema obligatorio de enseñanza quitando horas al arte, –señala Pedro Nebreda– no sabemos donde se ha documentado la ministra, pero numerosos trabajos demuestran que el estudio de la Música o la Plástica favorecen el aprendizaje de de otras materias como las Matemáticas, ya que se potencia el sentido numérico y de catalogación del sentido espacial, por poner sólo dos ejemplos”.

En este sentido, los tres profesores están de acuerdo en que “lo importante a la hora de trasmitir determinados conocimientos es la coordinación didáctica, en la que todos los docentes se pongan de acuerdo en las áreas que deben trabajar”. Según José María Crespo “también hay que tener en cuenta la actitud del alumno, que no aprenderá más por tener más horas de clase”.

Según avanza la conversación hay una idea que va quedando clara: este primer decreto ha sido la puerta de entrada para una segunda reforma educativa: la tan traída y llevada Ley de Calidad. Según lo ven Crespo, Aguilera y Nebreda “esta ley pretende una diversificación de los itinerarios en función de unos parámetros de rendimiento escolar muy concretos. Así, consideramos que esta medida acabará en una discriminación sociológica, intelectual, etc…”

Seguramente, por todos es conocido el refrán de que la cuerda se rompe por el lado más débil. Ésto es precisamente lo que los profesores de enseñanzas artísticas consideran que les ha ocurrido. Por un lado, las materias que imparten se tienen que enfrentar con la poca tradición con la que cuenta España en formación artística. Este hecho hace que no se valoren este tipo de estudios. Por otro, como explica Jose María Crespo “el valor de estas materias no se termina de comprender porque son difícilmente medibles”. Pedro Nebreda considera que “por parte del INCE ha habido un error garrafal al no haber evaluado nunca estas asignaturas. De esta manera no podemos saber el impacto que ha tenido para el alumnado y si les han resultado válidas o no”.

Otro de los problemas que vaticinan con la puesta en vigor de los contenidos de mínimos tiene que ver con las situaciones laborales de los docentes. Nebreda ya augura la desaparición de los interinos, “además de que ya nadie va a querer estudiar carreras como Educación Musical”. Pero, sin duda, los que más perderán serán los alumnos ya que “se les privará de tener un horario en el que poder adquirir una percepción de estas materias que les ayuden a comprender y disfrutar del arte”. Por último, cuando se plantea la cuestión de cuál sería el currículo ideal para estas asignaturas todos están de acuerdo en que “es un asunto que merece un estudio pormenorizado, pero a día de hoy sabemos cómo no debe plantearse, precisamente como pretende del Ministerio de Educación”.

 

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