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Soñar con la paz es sólo una fantasia, trabajar por ella es una realidad

A pesar de que las guerras y las situaciones de violencia forman parte de la vida cotidiana de millones de personas, también existen iniciativas como la de Manos Unidas que nos hacen ver que la paz es posible.
Miércoles, 17 de enero de 2001
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Autor: María José LÓPEZ

Construir un mundo pacífico es una tarea esperanzadora que nos permite trabajar desde una visión positiva de la realidad, sin olvidar que una parte de esa tarea es la denuncia de situaciones de injusticia que impiden la paz.

La manera en que Manos Unidas pretende ayudar a los educadores para fomentar esa denuncia social contra la violencia y trabajar con los alumnos en pro de la concordia es a través de unos materiales didácticos específicos dirigidos a cada nivel educativo (Infantil, Primaria y Secundaria) para el siguiente trienio.

Este reto educativo se plantea desde tres líneas de trabajo fundamentales y complementarias:

–Justicia (respeto a los derechos humanos, reparto justo de los bienes…).

–No violencia (desplazados y refugiados, identidad cultural y étnica, resolución pacífica de conflictos…).

–Integridad de la creación (desarrollo humano sostenible, consumo y medio ambiente, pobreza y medio ambiente…).

Los objetivos marcados para el periodo 2000-03 se han agrupado en los bloques La paz se llama justicia (conocer los derechos humanos y aprender a respetarlos, aprender a compartir los bienes, fomentar y desarrollar en los niños el sentido crítico para reaccionar ante estas realidades, etc.); La paz en el corazón de los conflictos (dar a conocer a los alumnos situaciones de violencia que provocan que millones de personas se vean desplazadas de sus hogares y vivan refugiados en otros países, fomentar el respeto a todas las culturas y etnias, etc.); y La paz se llama desarrollo (conocer los problemas que se generan a consecuencia del mal uso de los recursos, desarrollar actitudes de austeridad en el consumo y un consumo responsable).

Los educadores de Infantil pueden ser partícipes de este sueño ilusionando a los más pequeños a construir un mundo diferente. De ahí que a partir de la pregunta ¿Y si el mundo fuera mío? hayan surgido muchas respuestas: “Lo pintaría de colores”, “repartiría el pan”, “abriría de par en par las ventanas”… Para cada uno de estos apartados se han presentado ocho fichas con dibujos, fotografías… y propuestas didácticas para que el profesor pueda desarrollar la actividad fácilmente.

Y aunque el material tiene muchas propuestas, no se pretende que se realicen todas ellas. Los educadores tendrían que leer, manejar, la propuesta de Manos Unidas, ver las actividades que se proponen y elegir cómo van a trabajar y qué actividades van a llevar a cabo. Además, es interesante dedicar una esquina del aula para ir poniendo en ella el trabajo que se vaya realizando: el mural con la bola del mundo, los dibujos de los niños e incluso los textos que se comenten o las canciones que se aprendan.

En todos los ejercicios hay una propuesta de compromiso para los niños. En realidad, a esta edad no pueden hacer compromisos muy diferentes y es el educador quien ha de dirigir a los pequeños para que se comprometan con algo sencillo y que en ese momento sea lo más adecuado para ellos. Se trata, en definitiva, de que la juventud adopte una actitud participativa, asuma responsabilidades y pueda llegar a ser capaz de promover cambios en la sociedad.

Primaria

Para los alumnos de Primaria se han diseñado otro buen número de actividades y materiales que les enseñarán a combatir las situaciones de injusticia que generan desigualdad y violencia entre los hombres.

Por ejemplo, una de las propuestas, El color de la paz, se plantea como objetivo sentir que un mundo pacífico es como un regalo hermoso que hay que conservar y cuidar. Para desarrollarla es necesario el empleo de hojas en blanco, pinturas de colores y papel continuo para hacer un cartelón.

La actividad comienza dialogando con los niños y preguntándoles lo que entienden ellos por ‘paz’ y lo que creen que es cuando los mayores hablan de ello. Cada uno dirá una cosa diferente y el educador ha de escuchar y dirigir la conversación para que vaya quedando en el ambiente la importancia de la paz y la necesidad de ella que tiene el mundo.

A continuación se preguntará a cada niño ¿De qué color es la paz?, y cada uno deberá hacer un dibujo del color que eligió y explicar por qué se decidió por ése y no por otro. Luego se expondrán todos en clase como un mural en el que ponga “La paz es de color…”. Todos firmarán y pondrán su huella dactilar con pintura de colores, comprometiéndose a cumplir lo que han dicho entre todos.

Secundaria

Los profesores de Secundaria que deseen participar de esta propuesta ‘pacífica’ recibirán una serie de documentos en los que se habla de este tema y de la evolución del concepto de justicia y los derechos humanos.

Además, según la materia que impartan podrán plantear a sus alumnos una serie de actividades paralelas al currículo. En la clase de Matemáticas, por ejemplo, se puede desarrollar la propuesta Ricos ricos y pobres pobres en la que se da a conocer a los chicos algunas cifras que muestran la desigualdad económica y de acceso a las comunicaciones en el mundo, expresadas en valores absolutos, porcentajes, índices y gráficos. A partir de ahí, se seleccionará la información cuantitativa y gráfica necesaria para elaborar una noticia de prensa.

Todos estos materiales, que los centros pueden solicitar gratuitamente a Manos Unidas, están acompañados por una serie de vídeos para profundizar en el tema y apoyar las actividades.

 

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