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Los intelectuales apuestan por el cambio

Su opinión debe ser tenida en cuenta, aunque su trabajo no sea a pie de aula. Son intelectuales de la Educación y MAGISTERIO les ha preguntado sobre la futura Ley de Calidad que prepara el MECD.
Miércoles, 21 de febrero de 2001
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En general, los intelectuales en materia educativa consultados por MAGISTERIO están de acuerdo en la necesidad de establecer una Ley de Calidad que reorganice algunos de los aspectos que no funcionan. Sin embargo, introducen matices, que pueden dar algunas pistas al MECD con respecto al carácter de la futura normativa. Así, podría decirse que no ha habido consenso con respecto al asunto de los itinerarios. El profesor de la UNED, Samuel Gento, considera que “en el tratamiento integrado de la Educación habría que considerar los aspectos intelectuales y los que guardan relación con el mundo del trabajo. Este modelo comprensivo estará en la base de un mayor equilibrio social”. Por su parte Javier Tejedor, considera que “en la práctica, aunque las itinerancias estén bien planteadas, se terminará valorando un camino más que otro, en el que quedaran los marginados del sistema”. En lo que sí están todos de acuerdo es en la necesidad de acabar con la promoción automática “que engaña al alumno –según Javier Tourón– y carga de excesiva responsabilidad a los docentes” y en el reforzamiento de la función directiva. Otro aspecto que no debe quedar en saco roto es la necesidad de financiación para que las reformas se implanten de manera airosa.

“No creo que sea bueno diversificar a los alumnos a los 14 años”

Fernando Savater, filósofo, considera que “hace falta una ley que mejore el sistema educativo”. En este sentido cree “que es positivo el hecho de que el MECD se esté planteando un cambio”. En este punto, el filósofo quiere dejar claro que cualquier medida encaminada a mejorar la calidad en la enseñanza “debe pasar por una inversión económica suficiente. Además, esta calidad debe afectar a todo el proceso, desde los centros a la formación del docente”.

Con respecto a las medidas concretas, Savater no considera que sea positivo diversificar a partir de los 14 años ya que no cree “en las escisiones rápidas”. Está de acuerdo, sin embargo, en un cambio en la promoción automática “ya que el paso de curso sin control no favorece la flexibilidad y el sentido de la responsabilidad”.

“La Ley es positiva pero también debe abordar otros aspectos”

Podría decirse que Antonio Alvar, presidente de la Sociedad Española de Estudios Clásicos, se muestra conforme con los aspectos fundamentales de la futura Ley de Calidad. Así cree que es imprescindible el “reforzamiento de la función directiva, así como profesionalizar esta tarea”. Con respecto a los itinerarios, Alvar considera que “es una demanda que ya llevan tiempo haciendo la mayoría de los sectores educativos. Además, la LOGSE no dice que la comprensividad tenga que llevarse hasta sus últimas consecuencias”. También aplaude la medida de acabar con “el gran disparate que supone la promoción automática, ya que no se valora el esfuerzo de profesores y alumnos”. Por último quiere poner el acento “en que hay otros aspectos que la ley debe contemplar como la supresión del decreto de materias afines o una financiación suficiente para que la ley sea efectiva”.

“La dirección debe ser sólida y con la participación del resto de agentes”

“La división de los alumnos debe abordarse según el rendimiento escolar y con extrema precaución. En todo caso, no deberían cerrarse oportunidades a quienes estén dispuestos, después, a hacer el esfuerzo de incorporarse a una trayectoria determinada”. Samuel Gento, profesor de Didáctica y Organización Escolar (UNED), también cree que “a los 14 años quizá no se haya adquirido la madurez para predecir su trayectoria”. Con respecto a la dirección, “difícilmente puede llevarse a cabo sin una sólida profesionalización, pero que no obstaculice la participación del resto de agentes”. Sobre otro de los asuntos que tratará la futura Ley, la promoción, Gento Palacios afirma que “la mejor solución pasa por ofrecer una atención individualizada a cada sujeto, aunque es deseable estimular la capacidad e superación de cada persona”. “El rigor sancionador no es una garantía para mejorar el rendimiento”.

“Lo malo de los itinerarios es que no se llevan bien a la práctica”

“Los itinerarios, a nivel teórico están bien planteados, pero no se llevan bien a la práctica”. De esta manera, Javier Tejedor, catedrático de Educación de la Universidad de Salamanca, considera que “la diversificación sólo funcionará si se piensa desde la perspectiva de la diversidad del alumnado, teniendo en cuenta sus intereses y motivaciones”. Con respecto a la idea que tiene el Gobierno de reforzar la función del director en los centros, tejedor se muestra totalmente de acuerdo “ya que hace falta retomar esta función, de manera moderna, es decir, son necesarios directores formados y que sean líderes. Éste sería uno de los distintivos de la calidad en la enseñanza”. Por último, el catedrático cree que la promoción automática “es válida en ciertos momentos del sistema educativo, pero hay que intentar que los chicos pasen de curso una vez que hayan cumplido los objetivos curriculares”.

“Sería ideal que el niño avanzase por el currículo según sus necesidades”

“Para crear un modelo de calidad en la enseñanza, primero sería necesario buscar un modelo ideal y luego articular los mecanismos necesarios para llegar a él y sólo puede alcanzarse este punto evaluando periódicamente el sistema”. El profesor agregado de la Universidad de Navarra, Javier Tourón, opina además que “diversificar en la enseñanza es una cuestión de sentido común. No significa segregar sino atender al principio de igualdad de oportunidades, siempre y cuando se haga el esfuerzo de determinar la capacidad real de los alumnos mediante una evaluación psicopedagógica”.
En este punto toma especial importancia el asunto de la promoción. Según Javier Tourón “la promoción automática es un engaño que no motiva al alumno. Creo que la solución ideal sería una escuela flexible en la que el niño se mueva por el currículo según sus necesidades”.

“Esta Ley llenará un vacío que se había abierto en la enseñanza”

El ex presidente de la Sociedad Española de Estudios Clásicos y académico de la Lengua Francisco Rodríguez Adrados, no tiene ningún reparo en mostrarse de acuerdo con la próxima Ley de Calidad que prepara el Gobierno. De esta manera, afirma que “impartir lo mismo a todos los alumnos hasta los 16 años es aberrante”. Adrados, que siempre se ha mostrado partidario de la ampliación del Bachillerato, cree que “esta Ley se acerca bastante a nuestras pretensiones”. También aplaude el fin de la promoción automática “que ahora va contra el concepto de enseñanza como impartición de conocimientos”.

Por último, Rodríguez Adrados echa en falta autoridad en los centros “en parte propiciada por la ampliación en la edad de escolarización, que puede solucionarse con el refuerzo de la función directiva”.

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