COMUNIDAD VALENCIANA. La Conselleria implantará el requisito lingüístico educativo a partir de 2002

A partir de las oposiciones de 2002, cualquier aspirante a ocupa una plaza docente, tanto de Primaria como de Secundaria, tendrá que acreditar obligatoriamente un conocimiento medio del valenciano. Sin ser una sorpresa –ya que lo había apuntado el presidente Eduardo Zaplana–, el anuncio hecho por el conseller Manuel Tarancón ante las Cortes de que la Generalitat impondrá el requisito lingüístico a partir del próximo curso supone un cambio de dirección radical en la que se venía desarrollando la política lingüística del Consell.
Hasta ahora, el Gobierno había considerado la lengua como un mérito de la fase de concurso y sólo exigía el valenciano para obtener plaza definitiva. La causa de esta nueva política parece deberse a la intención de Zaplana de reactivar el consenso en la puesta en marcha de la Academia Valenciana de la Lengua. También habrá ayudado el último informe de la Sindicadura de Agravios, que cuestionaba la calidad de los programas educativos bilingües.

El grado de conocimiento que se demandará será el mitjà de la Junta Qualificadora de Coneixements de Valencià, equivalente al segundo nivel del plan de formación lingüisticotécnica, el diploma de maestro en valenciano o el ciclo elemental de lengua en las escuelas oficiales de idiomas. La capacitación definitiva se acreditará con un curso específico de carácter didáctico tras la superación de las pruebas de la oposición.

No obstante, la intención de Educación es aplicar esta medida de forma progresiva por lo que, para el personal actualmente en servicios, prevé un plan de formación y acreditación. De esta manera, en el caso del personal interino que desee presentarse a las oposiciones a partir de 2002, la Conselleria organizará cursos intensivos entre los meses de octubre y diciembre próximos, para que puedan presentarse a una convocatoria de la Junta específica en enero y marzo que viene.

En cuanto a los funcionarios definitivos, la Conselleria extiende a Secundaria la moratoria de lo establecido en 1997. En dicha Orden, Educación estipuló un período transitorio de cinco años para acreditar el conocimiento del valenciano en los centros con línea bilingüe y de diez años para los centros sin programas en valenciano.

Al cierre de esta edición, Tarancón se había comprometido a reunirse con los representantes sindicales para presentarles este modelo de implantación del requisito lingüístico.

Reacciones

Unos representantes sindicales que, en principio, han mostrado su satisfacción por esta medida. Vicent Mauri (STEPV) ha valorado como “positivo el cambio de rumbo” del actual Gobierno valenciano y ha destacado que también se atienda a la catalogación de plazas de Secundaria, “un compromiso demandado en la Mesa Sectorial de la que, aunque esperamos detalles, ya se puede decir que es interesante”.

Por su parte, desde el sindicato ANPE se “acata la decisión” y “sólo pedimos que se aproveche Internet para realizar cursos a distancia para quienes quieran participar en las oposiciones desde toda España”.