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Las tardes son para las extraescolares

Algunas comunidades han implantado la jornada continua en sus colegios. Deportes, idiomas y otras aficiones llenan las tardes de los escolares, pero, ¿quién las regula?
Miércoles, 19 de diciembre de 2001
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Cuando se habla de actividades extraescolares, padres, alumnos y profesores tienen diferentes dudas al respecto. ¿Qué actividades y en qué medida deben practicarse? ¿Quién debe darlas? ¿Cuáles son las más beneficiosas para los niños? Pero además ahora el centro escolar también tiene mucho que ver. La implantación de la jornada continua en muchos colegios ha derivado en la necesidad de ocupar la tarde ofreciendo una serie de actividades supervisadas por el propio centro.

En muchas ocasiones son las asociaciones de padres las encargadas de contratar al monitor e incluso correr con parte de los gastos. El problema en algunos casos es que estos monitores no están federados o carecen de un título adecuado para dar esas clases. Para estos y otros problemas se hace cada vez más necesaria la existencia de una norma reguladora de dichas actividades. Algunas comunidades autónomas ya han dado ese paso.

Ejemplo insular

Canarias es una de las comunidades autónomas que ya tiene establecida la jornada continua en sus colegios, dedicando las horas de la tarde para la realización de actividades extraescolares. Por su parte, la Consejería ha establecido una norma reguladora para esas actividades y ha elaborado el Plan Canario de Actividades Complementarias y Extraescolares, que pretende dotar a todos los centros de los recursos necesarios para disponer de una oferta formativa de calidad en el horario de tarde.

En el caso de esta comunidad, la realización de actividades extraescolares corre a cargo de las APA, los Cabildos Insulares y empresas con fines educativos que quieran colaborar con los centros. Además, cuando se trata de hablar de pesetas (o de euros, mejor dicho), la financiación de estas actividades se regula en el mismo decreto por el que se regula el procedimiento de gestión económica de los centros. Es decir, al final las clases de yudo, informática o ajedrez se pagan entre la Consejería, las asociaciones de padres y las aportaciones de los usuarios.

Tema que se trató también en una de las ponencias del congreso de la Federación de Padres de Alumnos de Cataluña (Fapac) celebrado el pasado fin de semana en Barcelona. Allí se propuso la generalización para todos los alumnos de las actividades extraescolares y complementarias, así como que la Consellería tome las medidas necesarias para que su coste económico no sea un impedimento para las familias más necesitadas.

Precios asequibles

En el mismo congreso se propuso la ampliación de una hora más para las extraescolares en Primaria. Los asistentes no sólo apoyaron estas propuestas, sino que además consideraron que este tipo de actividades deberían estar reguladas por el Departament de Ensenyament. Referencia a la que Rosa M. Puyol, secretaria general de Joventut, respondió asegurando que ya “se estaba elaborando un decreto sobre actividades extraescolares”.

Los implicados dan su opinión

1.—¿Quién debe elegir la actividad, los padres o los hijos?
2.—¿Cuántas horas a la semana son recomendables?
3.—¿Personalmente qué actividad extraescolar prefiere o recomendaría?

RAÚL TEMPRANO
MONITOR DE TIEMPO LIBRE

1—El binomio perfecto lo componen padre-hijo, es decir, que elijan la actividad entre los dos.
2—Depende del ritmo del niño. Hay algunos alumnos hiperactivos que necesitan tener varias actividades en las que ocupar su tiempo. Otros, en cambio, es mejor que descansen o realicen otras actividades que les relajen más.
3—Todas son beneficiosas, lo que puede ser erróneo es la orientación. Los niños de ahora no piensan igual que los de hace diez años, y las actividades que realizan tampoco son las mismas.
Por ejemplo, en cuanto a las deportivas deben estar exentas de competición si se trata de niños de Primaria, como ya se trató en la LOGSE.

RUBÉN MACÍAS
MAESTRO DE E. FÍSICA

1—A medias, entre los dos. Teniendo en cuenta los gustos del niño, pero también sus aptitudes. Si son muy pequeños debe seleccionarla el padre, pero dejándose guiar por el profesor.
2—Dos actividades diferentes a la semana en días alternos, y una hora o dos por cada actividad, de manera que al final sean entre seis y ocho horas semanales.
3—Las deportivas son mejores en cuanto a ocio, pues cuando el niño es pequeño necesita desfogarse, cansarse antes de llegar a casa. Y las de otro tipo como idiomas o informática, suelen ser los padres quien las eligen considerando que es beneficioso para el niño. Si los padres perciben que el niño destaca en algo, hay que potenciarle en esa actividad.

YOLANDA HERRERA
MADRE

1—Los padres, porque somos los que sabemos lo que le va a ir bien. Él se puede guiar por lo que le gusta a otros compañeros y querer hacer algo solamente porque su amigo va a esa misma clase.
2—De tres a cinco horas, en días alternos. Es mejor que sea poco tiempo, porque ya pasan muchas horas en el colegio. Yo creo que es más importante que estén en casa y aprendan a vivir en familia.
3—En mi caso, mi hijo aún es muy pequeño y no sabe muy bien lo que quiere, por eso yo preferiría que practicara algún deporte como la natación, pues creo que es importante que aprenda a nadar de pequeño. Y ya más adelante que elija si quiere hacer otras actividades. 

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