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Así planchaban, así, así, todos los niños que yo los vi

La coeducación y la igualdad de sexos son aspectos que los profesionales de la Educación tienen que tener presentes en el trabajo diario con los niños. De ahí la razón de ser de esta experiencia.
Miércoles, 16 de enero de 2002
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Los alumnos de 5º de Primaria del CP “Dionisio Bueno” (Abanilla, Murcia), el CP “Ismael García” (La Murada, Alicante) y el CP “Virgen de las Virtudes” (Cox, Alicante) vivieron un particular día de la mujer y el hombre trabajadores gracias a una serie de talleres de habilidades, a priori para “hombres” o para “mujeres”, que terminaron siendo para todos.

La igualdad de sexos y la coeducación abarcan el organigrama burocrático en el que se apoya la práctica docente y, aunque día tras día se intente plasmar en las actividades, la realidad suele ser diferente y los estereotipos siguen muy presentes en las clases (los dibujos, las redacciones, el vocabulario utilizado).

Una prueba más de esto fueron los dos tipos de fichas que realizaron los niños. El primero de ellos, la ficha titulada ¿A qué oficio pertenece?, consistía en asignar al sexo masculino, femenino o a ambos una serie de dibujos en los que aparecen utensilios o instrumentos propios de una profesión. En los resultados obtenidos se observó que profesiones que requieren de un claro esfuerzo físico son asociadas directamente al hombre.

En el segundo tipo de fichas, de un listado de profesiones dadas, los niños tenían que marcar las propias de hombres, de mujeres y de ambos sexos razonando posteriormente las respuestas. Otra vez se confirmó la asociación entre los hombres y las profesiones que requieren esfuerzo físico, y las mujeres y la limpieza de casas y el cuidado de los enfermos.

Ante esta situación, se organizaron, con la excusa del día de la mujer trabajadora, una serie de talleres en los que se pretendía desmitificar los roles masculino y femenino, así como las tareas que ellos llevan implícitos. La preparación de material y de infraestructura obligó a implicar en mayor o menor medida a todos los miembros de la comunidad educativa, cosa que además aportó importante información sobre cómo los estereotipos que presentan los alumnos están muy enraizados en el ambiente que les rodea y en el que se desenvuelven.

Dividos en dos grupos (niños y niñas), los talleres que se llevaron a cabo fueron los siguientes:

—Taller de plancha: los niños fueron muy receptivos a cómo tenían que colocar la ropa en la tabla, cómo dejar la plancha cuando no se está utilizando, cómo llenarla de agua, la posición del termostato según los tejidos, etc. La dificultad principal estuvo en cómo abrir y cerrar la tabla, las situaciones fueron de lo más cómico y hasta que no probaron a hacerlo cuatro o cinco de ellos no lograron encontrar el “truquillo”. Al final todos se llevaron a casa una prenda planchada y doblada “como en las tiendas”.

—Taller de electricidad: durante este taller las niñas debían conectar un portabombillas a la corriente eléctrica. Para ello contaban con cable paralelo, un portalámparas, un enchufe, una bombilla, unas tijeras y un destornillador. Tras las oportunas explicaciones previas, las niñas exploraron los materiales y consiguieron realizar dos veces la actividad mostrando gran entusiasmo cuando conectaban su circuito a la red eléctrica. Al final la conclusión fue que todos y todas podemos hacer cualquier cosa si se nos enseña.

—Taller de limpieza: con la excusa del taller se aprovechó para encontrar el color original de las mesas de clase que tenían “graffitis” y roces académicos de todo tipo (lápiz, bolígrafo, …). Los niños aprendieron a no abusar del detergente para que no haya mucha espuma, cómo escurrir el estropajo y la bayeta antes de usarlos para que no goteen, etc. Algunos terminaron acariciando la suavidad de una mesa que casi ya no conocían como suya.

—Taller de automoción: con este taller se intentó desmontar y sustituir una rueda. Las alumnas recibieron las instrucciones pertinentes para la sustitución de una rueda, siguiendo los criterios de seguridad vial lógicos de la tarea. Durante la realización de dicha tarea, las niñas manifestaban lo difícil que era e incluso preferían no intervenir en esta actividad, pero, una vez que concluyeron la sustitución las dos primeras niñas, las demás se agolpaban para repetir la actividad con gran entusiasmo y con comentarios como que “no era tan difícil”. La deducción que sacaron es que para cambiar una rueda no es necesaria la fuerza, sino saber qué herramientas son necesarias y cómo utilizarlas.

—Taller de cocina: fue el fin de fiesta en el que todos, tanto niños como niñas, colaboraron como hombres y mujeres trabajadores. Además, en este taller se contó con la colaboración de las cocineras de los colegios que aportaron enriquecedores comentarios y consejos.

La celebración de este particular día de la mujer y el hombre trabajadores invita a todos aquellos que constituímos la comunidad educativa a alcanzar unos niveles adecuados y lógicos de igualdad entre hombres y mujeres.

Conclusiones de la experiencia

Tras la realización de los talleres, hubo una reunión para intercambiar opiniones y anécdotas. Lo más destacado fue que los alumnos, principalmente, se habían divertido, y que, además, se habían sorprendido de lo mucho que podían hacer. Asimismo, se había demostrado a los niños la abitrariedad de que la mamá planche mientras la rueda del coche la cambia papá. Con esto, precisamente, se había logrado el objetivo principal de la experiencia.

Pero también se consideró respondida, en gran parte, la pregunta inicial sobre cómo hacer que las actividades diarias en las que la coeducación está presente, por su trasversalidad, ofrezcan los resultados esperados: el poder hacer las cosas por uno mismo. Posiblemente, la otra parte que terminará por dar sentido a estas actividades de coeducación estará empezando a fraguarse al haber implicado (aunque sólo aportando material) a las familias en las que reside parte del problema de los estereotipos y los roles mal entendidos. Y es que desde casa también hay que evitar comentarios en los niños del tipo: “secretaria la mujer porque hay que servir cafés” o “astronauta el hombre porque no se marea”.

Ángela Arrazola Sanz, J. Mª González Alarcón, Paloma Rodríguez Gómez, Carlos H. Saz Rubira, J. Manuel Saz Rubira 

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