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Luces, cámara... ¡acción!

De estar sentado frente al televisor a estar detrás de las cámaras de televisión hay un abismo. Y si no, que se lo pregunten a los alumnos de ESO y Bachillerato de Alcantarilla. Los futuros Hitchcock ya están aquí.
Miércoles, 25 de junio de 2003
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En el IES “Francisco Salzillo” de Alcantarilla (Murcia) hemos propuesto a los alumnos que dejen su posición de espectadores pasivos ante los medios de comunicación y que se transformen en autores de sus propias imágenes. Los profesores del departamento de Dibujo venimos impulsando la utilización asidua de la cámara de vídeo por parte de los alumnos. Esta práctica sistemática se inicia con la Educación Plástica y Visual de 3º de ESO, se continúa –al menos hasta ahora– con la optativa Imagen y Expresión y tiene su culminación en la también optativa Comunicación Audiovisual de Bachillerato.

Actividades

En estos tres cursos, los alumnos van progresivamente familiarizándose con el lenguaje de la imagen y sus recursos visuales. Los travelling, los zoom, la cámara subjetiva, los picados y contrapicados van entrando de forma gradual a formar parte del vocabulario que se utiliza en las clases. Más adelante, los alumnos, en pequeños grupos, se lanzan a elaborar sus propios trabajos –videoclips, spots, animación, etc.–. Es importante procurar que los ejercicios vayan graduados en dificultad.

—Entrevista: tras los primeros contactos con la cámara de vídeo y sus posibilidades técnicas, se comienza con un ejercicio sencillo, realizado en un sólo plano y con trípode. En ella, los jóvenes actores y presentadores asumen los roles más variados (cantantes, ingenieros…), previamente documentados, e intentan interpretarlos de la forma más natural posible.
—Videoclips: los jóvenes creadores intentan la estructuración de una historia visual en torno a una canción. Antes deben quedar claras las funciones de cada uno (director, cámara, actores…) y previo al ejercicio es obligado un bosquejo de guión que evite improvisaciones de última hora. Los resultados suelen ser aceptables, llenos de frescura y espontaneidad.
—Spots publicitarios: los alumnos se ven forzados a condensar todo un mensaje con fuerza y atractivo en pocos segundos. Esto les obliga a seleccionar con exigencia lo importante de entre lo superfluo y decantarse por las imágenes de mayor calidad e impacto, incorporando en el montaje efectos digitales que enriquezcan el resultado visual.
—Copias de escenas de películas: esta actividad les hace enfrentarse al cine auténtico, aunque sea por la puerta más sencilla, la de la imitación; ésta, debidamente aplicada, puede llegar a ser un excelente medio de aprendizaje. Después de estudiar a fondo el guión cinematográfico del fragmento elegido, el grupo se ve obligado a descomponerlo plano a plano para después filmarlo lo más parecido posible al original en lo que se refiere a diálogos, actores, vestuario, posiciones, movimientos de cámara y demás aspectos de cualquier rodaje. Este es uno de los ejercicios que más hacen a los alumnos tomar conciencia de que hacer una película es un trabajo divertido pero no sencillo, y que no se puede llevar a cabo si no es en equipo.
—Animación: estos ejercicios son igualmente costosos y precisan mucha coordinación entre todos los miembros del equipo, pero los resultados suelen ser muy gratificantes cuando se consigue dar vida a un puñado de plastilina, a un muñeco articulado o a un simple dibujo realizado sobre transparencias.

El cortometraje

El rodaje de cortometrajes es lo máximo a lo que aspiramos. Se trata de elaborar un ejercicio de unos 10 minutos de duración en el que los alumnos tienen a su cargo la cámara, el vestuario, los decorados, los diálogos, la dirección y, por supuesto, las actuaciones. Aquí ya conviene exigir la elaboración de un guión cinematográfico totalmente detallado en sus tres apartados: story board, guión literario y guión técnico. Los alumnos pueden experimentar y aplicar todo lo que han ido asimilando sobre los recursos cinematográficos: elementos de enlace, posiciones de cámara, trucos visuales, raccord…

And the winner is…

Al final de curso celebramos la Gran Gala de la Imagen, entregando y recibiendo los Premios Salzillo a las mejores realizaciones audiovisuales. Algo así como los Oscar en versión local.

Llegado el día de la Gran Gala de la Imagen, todo el mundo acude con sus mejores trajes. Una larga alfombra roja nos recibe a la entrada del salón de actos. Pancartas coloristas y ramos de flores adornan el escenario que, de ordinario, se veía vacío. Y comienza el espectáculo: las nominaciones, los premios –and the winner is…–, los llantos por la emoción, la entrega de trofeos a los compases de la música de fanfarria, las palabras de agradecimiento, las proyecciones a gran pantalla… Tal vez no pueda haber premios para todos, pero sí que procuramos que haya muchos y que estén repartidos.

El entusiasmo y la alegría se hacen palpables sobre el escenario y fuera de él. Hay abrazos y felicitaciones, gritos y aplausos, focos y trajes de gala, música e imágenes. Y lo más importante: durante las dos horas largas que dura la Gala, los alumnos son los auténticos protagonistas, autores y receptores de un espectáculo total de luz y sonido que les hace vivir los 15 minutos de protagonismo de que hablaba Andy Warhol y olvidar todas las tardes y fines de semana dedicados, a veces a contrapelo, a filmar sus ejercicios, cámara en ristre, por las calles de la localidad. Con la Gala de la Imagen y la entrega de los Premios Salzillo se pone un broche de oro a tanto esfuerzo y a tanto trabajo. Es como el The End maravilloso de una película con final feliz. Es una motivación excelente para comenzar el siguiente curso con nuevas experiencias, pero ahora visto a través del objetivo de una cámara de vídeo. Como espectador crítico y creador consciente.

Ignacio GARCÍA GARCÍA
IES “Francisco Salzillo”
Alcantarilla (Murcia) 

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