El Pico Teide, renace el volcán

Autor: Luz Belinda GIRALDO

Es la primera vez en los últimos 60 años que los tinerfeños son conscientes de que la isla es en realidad la extensión de tierra que rodea a un volcán que, hasta ahora, llamaban “dormido”. El hipotético letargo del Pico Teide ha llegado a su fin, y desde el pasado mes de abril los sismógrafos hacen horas extras con el gigante de 3.715 metros de altura que lo corona como el pico más alto de España al que, a tenor de las informaciones publicadas, habría que vigilar y temer. Y precisamente es aquí donde se abre el debate de los últimos meses: temer o preparase.

En la clasificación de los volcanes del mundo se establece que hay un tipo de volcanes que se encuentran en el interior de las placas oceánicas, en lugares que se suelen denominar “puntos calientes”. Todavía no se entiende bien la explicación exacta de este fenómeno, pero nos indica que en esas zonas hay como unas columnas de magma que ascienden, originando la actividad vulcánica.

El vulcanismo de las Canarias es calificado por algunos como de “punto caliente”, aunque otras personas discuten esta adscripción. Es probable que tenga relación estrecha con la zona de transición entre el continente africano y la litosfera oceánica del Atlántico y que se encuentre también afectada por los movimientos tectónicos que levantaron la cordillera del Atlas en el Norte de Africa y, por supuesto, por el lento movimiento (alrededor de un centímetro por año) de la placa africana. El resultado de todos estos fenómenos habría sido la aparición del conjunto volcánico de las Canarias.

Erupciones anteriores

El Teide se encuentra en la caldera de Las Cañadas, que tiene unos 12 a 20 km de diámetro y reúne diferentes cráteres. De la caldera salen, a modo de radios, zonas de rift, en las que se formaron los valles de Orotava y Güímar cuando grandes fragmentos de la isla fueron eliminados por deslizamientos de tierras. Los volcanes de Tenerife han entrado en erupción varias veces desde que se empezaron a colonizar las islas en 1402. La más reciente ha sido en 1909 y duró sólo 10 días, produciendo flujos de lava que ocasionaron algunos daños.

Más recientemente ha habido erupciones volcánicas en otras islas de las Canarias, como la del volcán Teneguia, de la isla de La Palma, en 1971. Las islas son la única región de España con vulcanismo activo donde ha habido erupciones volcánicas y hay riesgo de que haya más en el futuro.

En Tenerife hay riesgo de alguna erupción explosiva, porque el volcán Teide podría tener actividad violenta. La probabilidad de que esto pase es muy baja, pero si sucediera sería muy destructiva y por eso se vigila con atención. El vulcanismo en las islas Canarias trae también algunos riesgos indirectos, entre ellos la posibilidad del deslizamiento de grandes masas de terreno.

Esta descripción de la vulcanología de las Islas es una posibilidad que ahora más que nunca se puede volver realidad. Desde que se comenzaron a registrar los primeros movimientos sísmicos la vigilancia del Teide ha aumentado. Pero también esos movimientos han dejado al descubierto la escasa planificación que poseen las Islas a la hora de hacer frente a un acontecimiento volcánico. El Gobierno de Canarias ha iniciado la coordinación con los diferentes ayuntamientos de Tenerife y el Cabildo para montar un gabinete de crisis que informa a los medios de comunicación de manera frecuente acerca de la situación del semáforo de alerta volcánica. Sin embargo las dudas, los rumores y las incógnitas han surgido como nunca en las Islas. A día de hoy muy pocas personas saben qué hacer en caso de erupción. La causa viene derivada de una escasa cultura de prevención, ni en los lugares de trabajo ni en los colegios se imparten cursos acerca de cómo hacer frente a una erupción, sólo se han llevado a cabo algunos simulacros relacionados con fenómenos atmosféricos adversos pero nada relacionado con el volcán. O casi nada, porque desde hace unas semanas la Consejería de Educación ha comenzado a impartir unas jornadas sobre planes de emergencia en los colegios.

El propio director general de Infraestructura educativa, Rafael Hernández, ha dicho que es una manera de ayudar a los centros y de estar preparados ante cualquier fenómeno, y ha explicado que “en breve vamos a poner en marcha una campaña en los centros de prácticas de seguridad”. Pero además, asegura que “hemos iniciado contactos con el 112 para entrar en el circuito establecido y poder recibir de esa manera la información de los movimientos sísmicos que se han dado y los que se puedan dar”. Es decir, hoy no hay una coordinación clara entre administraciones a la hora de organizarse y tomar decisiones. Lo que sí se sabe es que muchos de los colegios de Santa Cruz y La Laguna serán albergues provisionales para casos de emergencia si ocurriera un terremoto.

Coordinación

Desde hace meses los ayuntamientos afectados por una posible erupción (la zona noroeste de la isla y el sur) están llevando a cabo un protocolo de actuación que consiste, ante todo, en tener un plan de evacuación de la población hacia zonas seguras, y otros ayuntamientos, como Santa Cruz o La Laguna, se preparan para recibir a los posibles miles de desplazados.

El comité creado para coordinar este plan trabaja en supuestos de erupción violenta que deje varios días sin agua y sin luz a buena parte de la isla, ya que todas las galerías que la abastecen se encuentran en las zonas norte y sur.

Incluso la refinería de Santa Cruz, que tiene su propio sistema de seguridad, está en alerta de manera extraoficial por el riesgo de erupción, ya que el semáforo vulcanológico está en amarillo (son cuatro colores, verde, amarillo, naranja y rojo). El Teide, al que todos los tinerfeños llaman desde la cuna “el padre Teide”, que tiene un perfil amable y mágico, se ha convertido en un peligro silencioso que acecha.

Las recomendaciones de la UE

Se supone que en caso de erupción el volcán emitiría señales días antes, entre las que se encuentran los movimientos sísmicos que serían percibidos por la población y la emisión de gases o humos desde el cráter. Esto sería una ventaja ya que días antes la población, en teoría, estaría preparada. El objetivo es reunir a las familias y las clases en los colegios se suspenderían, pasando así al plan de emergencia de la isla. Lo cierto es que al margen de situaciones hipotéticas, parece que la guía de actuación y el plan coordinado de las administraciones no se ha puesto aún sobre la mesa. Y no será por falta de legislación. La Unión Europea recomienda una serie de acciones para aumentar las medidas de seguridad en los colegios ante los casos de terremoto, entre los que se encuentra el identificar los edificios que tendrán más probabilidad de sufrir daños y reforzarlos.

Además se recomienda que se establezca una base legal sobre la cual se tomarán decisiones y que además, deberá establecer claras líneas de actuación en esos casos. Habría que invertir dinero en la adecuación de los edificios escolares nuevos y viejos, y además se debería elaborar un mapa de riesgos en el que cada edificio tendría un código. Y por supuesto, la UE habla de tener los planes de emergencia de los centros escolares a punto, con un chequeo continuo y los simulacros pertinentes llevados a cabo. Para el concepto de seguridad en los colegios se utiliza el principio de la seguridad en los propios edificios empezando por el diseño y la corrección de errores en los antiguos.

Otra de las recomendaciones son los mapas de riesgo para saber qué inmuebles están situados en zonas peligrosas. Además, se propone que una empresa independiente realice de manera puntual revisiones y controles en los edificios. La UE se refiere en cualquier caso a la importancia del edificio escolar como posible albergue en caso de terremoto. En Canarias, el Gobierno acaba de encargar a una empresa la realización de un plan de emergencia para la Consejería de Sanidad, sin embargo no ha encargado aún la redacción de ese mismo plan para coordinar a los colegios en la Consejería de Educación, dejando así un hueco importante en los planes de seguridad.