Una feria en mi colegio
Autor: Marta SAHELICES
Para que una semana cultural sea un tiempo de reunión de toda la comunidad educativa en armonía, lo principal que debe contener es un montón de actividades que hagan que asistir al centro durante siete días sea más un gusto que una obligación, tanto para padres y alumnos como para profesores. En el Colegio “Alkor” son conscientes de ello y por este motivo por 14 año consecutivo han preparado un programa de lo más completo.
Así, el primer domingo del mes de abril arrancó la jornada de apertura en el centro y los padres pudieron asistir a una muestra coral, un espectáculo de baile e incluso pudieron participar en un concurso de ajedrez y acompañar a sus hijos en las competiciones de juegos populares.
Ya durante la semana, los verdaderos protagonistas fueron los alumnos, que pudieron intervenir en diversos talleres, como el de estampación de manos y pies, el de maquillaje, el de sales de baño y el gastronómico, entre otros. Así, los más pequeños del centro estuvieron entretenidos a la vez que desarrollaron sus habilidades manuales y su creatividad.
Además, fueron espectadores de primera en festivales de títeres y de payasos, donde los niños aprendían inglés a través de la interlocución con los actores, que se dirigían al pequeño público en todo momento en el idioma anglosajón. Para ello el colegio contrató, como viene haciendo desde hace varios años, a actores especialistas en visitas a centros escolares que procuraron dinamizar las actuaciones y, al mismo tiempo, divertir a los pequeños con sus caídas y saltos.
Pero durante la semana no todo fueron talleres y espectáculos; como recompensa para los alumnos, se instalaron en el patio del colegio varias atracciones de feria que hicieron que las jornadas fueran mucho más lúdicas y atrayentes, como quedó demostrado gracias a las incesantes colas de alumnos que se agolparon en las taquillas.
Un homenaje a los padres
El papel de los padres durante la semana también fue primordial. Como afirma la directora de la Escuela Infantil del centro, Rosa María Corrales, “la semana cultural pretende que los padres sientan suya la escuela, además de ser un agradecimiento al esfuerzo que ellos hacen durante todo el año”.
Para incentivar su participación se pidió su colaboración en un taller de reciclaje intercultural cuya temática coincidió con el título de este año de la semana cultural, La vuelta al mundo de la escuela infantil Alkor, en el que demostraron su destreza y su creatividad realizando monumentos y detalles típicos. Posteriormente todo el material recogido se ha expuesto en la entrada del edificio de la escuela infantil para que los niños pudieran observar orgullosos el trabajo de sus padres, a la vez que se desarrollaba la estimulación visual gracias a las auténticas maravillas que construyeron los papás. Desde una Puerta de Alcalá fabricada con pasta de papel, hasta una mesa inspirada en la tradición mediterránea, pasando por una tienda de indios o una anciana haciendo bolillos, y todo ello con material reciclado.