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De alumnos en apuros a jóvenes empresarios

En los últimos años la Unión Europea, consciente de que padece un déficit empresarial en comparación con Estados Unidos, ha empezado a considerar el fomento del espíritu emprendedor como una pieza clave en la creación de empleo y en la mejora de la competitividad y el crecimiento económico. Por ello, desde el Consejo Europeo de Lisboa del año 2000, cuando se establecieron los objetivos educativos para los países miembros para el 2010, se instó a los Estados a fomentar las actitudes empresariales desde la escuela.
Miércoles, 24 de mayo de 2006
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Autor: Marta SERRANO

El colegio “Nuestra Señora del Recuerdo”, de Madrid, ha ganado este año el Premio Emprendedores de la Universidad Antonio de Nebrija. Su proyecto New Line cautivó a los asistentes al evento. La empresa se dedica a importar productos semielaborados de soja, que son posteriormente transformados en territorio nacional en productos de mayor valor añadido como filetes de soja, derivados, aditivos para cocina, etc. El último objetivo de este proyecto es comercializar dichos productos tanto con marca propia en todo el territorio como con marcas blancas de otros distribuidores. Su actividad se enmarca en un nicho de mercado relativamente virgen. Su tecnología, calidad y procesos son de última tecnología y realizan I+D+i para adaptar los productos al mercado nacional.

Éste es sólo un ejemplo de que los jóvenes son capaces de desarrollar buenas ideas y convertirse sin más en empresarios. De hecho, además del Premio al Mejor Proyecto, otros cuatro colegios recibieron premios. El centro “Irungo La Salle” (Guipúzcoa) con el proyecto Conint al proyecto de creación de empresa más innovador; el Colegio “Salesianos de Atocha” (Madrid), con el proyecto Aloemen S.L, recibió el premio por crear una empresa socialmente responsable y por ser el mejor presentado fue premiado el Colegio “Nuestra Señora de los Infantes” (Toledo), con el proyecto Energía Solar para la Sociedad Moderna.

Apoyo institucional

Los colegios no trabajan sólos. Desde que en el Consejo de Lisboa del año 2000 los países de la Unión Europea adquirieran el compromiso de trabajar para introducir el espíritu emprendedor en el sistema educativo, las distintas instituciones han trabajado en conjunto para modificar normativa y práctica. Según Ana Lagares, de la Dirección General de Política de la Pequeña y Mediana Empresa, “La LOE recoge, como ya hacía la LOCE, la pauta de la UE para fomentar el espíritu empresarial a modo de columna vertebral en todo el sistema educativo”.

Para ayudar a los profesores con esta materia completamente nueva y que se impartirá a modo de contenidos transversales, desde el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio conjuntamente con el Ministerio de Educación “se elaboró una Guía Didáctica para profesores y un juego didáctico de mesa que se ha repartido a todos los colegios del ámbito español”, explica Lagares.

Por su parte, Elisa Sainz, subdirectora general del Entorno y coordinación internacional de la Dirección General de Política de la pequeña y Mediana Empresa añade que, “Con ambas herramientas se pretende ayudar a los profesores a acercar a los alumnos a conceptos como liderazgo, creatividad o mercado”. Para Lagares y para Sainz el objetivo final de implantar el espíritu empresarial entre los escolares no es tanto fomentar el autoempleo como “enseñarles a saber llevar a cabo una idea, innovar y saber que en cualquier ámbito, personal o profesional, es necesario el espíritu emprendedor, que puede llegar a materializarse en la creación de su propia empresa”.

En el terreno práctico una de las comunidades que más en serio se ha tomado este asunto y que incluso ha recibido el reconocimiento internacional ha sido el Principado de Asturias.

Desde Primaria

En Educación Primaria bajo el nombre Una empresa en mi escuela; en Secundaria Empresa Joven Europea (EJE), que se ha implantado como asignatura optativa de la ESO en al menos 40 institutos del Principado desde que la iniciativa se pusiera en marcha hace casi 10 años y ya ha obtenido en dos ocasiones el reconocimiento de la Comisión Europea. En las aulas de Formación Profesional y Bachillerato también se fomenta en los alumnos el espíritu emprendedor a través del Taller de empresarios.

Ámbito internacional

En otros países se desarrolla iniciativas similares. En Holanda, por ejemplo, la Fundación Jóvenes Empresarios, dedicada a animar a los alumnos de Secundaria a abrirse camino profesional, ha cosechado uno de los mayores éxitos en la colaboración entre el mundo empresarial y las escuelas de FP. En este caso un grupo de ocho estudiantes recibieron apoyo en su búsqueda de un tejado deslizante. En realidad se trata de una plancha de zinc que se sujeta a la última fila de tejas evitando que las hojas caídas de los árboles obturen el canalón que recibe y vierte el agua caída en el tejado. Bautizado el proyecto como Sin hojas, despertó gran interés en la feria de la construcción de Amsterdam. El trabajo de los alumnos fue posible porque su escuela contó las horas de trabajo dedicadas a la plancha de zinc como horas de estudio. Según el gobierno holandés, al menos un 9% de los alumnos querría montar su propia empresa al concluir la Educación obligatoria. Una encuesta sobre la influencia de las empresas sobre los estudiantes se desprende que los alumnos suelen montar una propia al acabar la escuela dos veces más que los alumnos que no se involucran durante la escuela.

Esquema de trabajo en clase

Se presenta el programa al principio de cada trimestre.

1. Trabajo semanal. Se les pone deberes semanalmente y tienen que trabajar por su cuenta una media de 2-4 horas a la semana. Trabajan en equipos de 5 alumnos (4 grupos), pero compiten entre ellos porque no pueden compartir secretos de empresa.

2. Elaborar la empresa. Eligen el producto y su posicionamiento (características de su plan de acción comercial, plan de empresa: cuota de mercado, precio, contra quién va a competir, qué papel van a tener ellos como empresa, qué impacto va a tener su empresa en el barrio. Tendrán que asignar horarios, salarios, personal, que beneficio social tendrán y como lo repartirá.

3. Exposición en clase.Una vez tomadas las decisiones de la semana lo exponen en clase y luego se someten a las preguntas y críticas por parte del resto de los grupos.

Juego de mesa para los colegios

Laboratorio Empresarial es un juego de mesa elaborado entre el Ministerio de Economía y el Ministerio de Educación y Ciencia para promover el espíritu emprendedor desde la escuela.

Un simple tablero de juego, una baraja de cartas dividida en cuatro categorías (cualidad, definición, ejemplo y rol profesional) junto a unas fichas y un reloj de arena sirven para que los jóvenes se diviertan y aprendan al mismo tiempo. A través de este juego, repartido ya por los colegios de toda España, las administraciones educativas quieren que los alumnos aprendan a emprender o, lo que es lo mismo, adquieran los conocimientos necesarios para saber gestionar una empresa.. Quizá su propia empresa. Este espíritu emprendedor engloba un conjunto de cualidades y habilidades que pueden promoverse desde la Educación de los alumnos más jóvenes hasta los niveles superiores.

Desde la óptica de las cualidades personales, el espíritu empresarial supone desarrollar la iniciativa personal, la confianza en uno mismo, la creatividad, el dinamismo, el sentido crítico, la asunción de riesgos y otros valores.

“Los alumnos salen de clase para hacer cosas de adultos como adultos”

Óscar Sánchez, profesor de Emprendedores, es padre de una de las alumnas de la “Escola Grevol”, en Barcelona. Se trata de un centro privado concertado (en régimen de cooperativa educativa mixta), en el que todos los implicados en el colegio son socios: unos de trabajo (profesores) y otros son socios de consumo (las familias).

¿De dónde surge la idea de implantar en el centro en 4º de ESO una asignatura para fomentar el espíritu empresarial en los escolares?
El interés sobre la materia y los contenidos no es sólo nuestro, sino que se ha despertado en toda Europa. La Unión Europea se está planteando implantar esta asignatura desde el punto de vista académico, por no hablar de Estados Unidos, donde lleva ya tiempo. Nosotros hemos querido llevar esta idea al terrero práctico, enfocando esta asignatura que hemos llamado Emprendedores a todo lo que es el mundo de la empresa y la toma de decisiones.

¿Cómo acogió la dirección de la “escuela Grevol” la idea?
Llevamos todo el curso de forma pionera y la escuela le ha dado una recepción y una prioridad extraordinaria.

¿Qué metodología se utiliza?
Se imparte desde una metodología propia de Escuelas de Negocios como Harvard British School, IESE, Esade, el Instituto de Empresa, e incluso de asignaturas propias del mundo universitario.

¿Se ampliará la impartición de esta materia a otros cursos?
Aunque el primer año siempre es como una puesta en escena, la verdad es que está funcionando tan bien que estamos pensando ampliar la asignatura y hacerla extensible a otros cursos e incluso a formación para los profesores.

¿Qué ventajas tiene para los alumnos cursar esta materia?
Creo que la iniciativa es muy favorable para los alumnos por varias razones más allá de que aprendan cosas sobre la toma de decisiones o el liderazgo. Hay implicación en el área lingüística, hay un importante trabajo en equipo… Todo son ventajas, así que, ¿por qué no integrarlo en el proyecto educativo?

¿Cuáles son esas implicaciones lingüísticas?
La clase se imparte fundamentalmente en inglés, porque es el lenguaje natural en el mundo de los negocios y como medida también para reforzar, para poner en práctica fuera de la clase típica de inglés lo que van aprendiendo. El mundo de la empresa es global y prácticamente toda la bibliografía y la vida de empresa es en inglés. Aquí pretendemos que comuniquen, que sepan hablar en público…

¿Qué más cosas se aprenden?
En lo que hacemos verdadero hincapié es en la puesta en escena y en la comunicación, en el saber estar. Hoy todavía hay directivos que no saben hablar en público. Los jóvenes tienen que salir y hablar al resto de la clase como si fueran verdaderos líderes y ante una opinión pública (el resto de la clase). Siempre tienen que hacer presentaciones con nuevas tecnologías y semana a semana deciden cómo van a actuar para que su empresa sea lo más competitiva posible.

¿Cómo se evalúa a los estudiantes?
Tenemos que ver como se les pone nota, aunque ésta no tendrá ningún reflejo en su libro de escolaridad porque ya hay un esquema hecho desde la administración educativa y esta materia no está contemplada como curricular por el momento. No obstante, los padres sí sabrán como han trabajado sus hijos esta materia durante el curso. Cada semana evaluaremos lo que se dice y cómo se dice (como hablan en público, como gesticulan…). Pero es una clase de liderazgo. La evaluación es por la participación que tienen y por su grado de implicación, por su iniciativa. Por ejemplo, se valora que los alumnos expongan directamente en inglés, sin ningún papel delante.

¿Cómo se ha organizado el trabajo por trimestres?
El primer trimestre estuvieron gobernando un país de forma simulada y estudiamos, por tanto, las políticas de tipos de interés, cómo le afecta a un país la inflación o que se fortalezca el euro, cómo afecta a las importaciones o las exportaciones, cómo vender y comunicar los logros de la empresa. Cómo sacarle el máximo rendimiento al dinero que hay en caja, etc. El segundo trimestre crean su empresa y el tercer trimestre deben gestionar un hotel.

¿Qué opinan los alumnos de la clase?
Están encantados porque ven que trabajan sobre temas prácticos de los que luego se habla en las noticias de televisión. Incluso para que los chicos vean que se trata de una experiencia diferente, las clases no se dan en el aula sino en la biblioteca, que permite reunirse en grupos y así tienen la sensación de hacer algo diferente, algo importante, algo de un mundo de adultos (porque los adultos no están en el aula). Queremos sacarles del academicismo.

¿Cuál es el objetivo final de esta materia?
Preparar a los alumnos para la vida futura y hacerles madurar. La toma de decisiones es importante y aunque está enfocada en el mundo de la empresa, en el ámbito personal también tendrán que aprender a calcular el margen de error, reflexionar sobre sus decisiones y ver pros y contras. Además, nos parece que es darle una salida laboral más a aquellos que no quieren seguir estudiando más allá de los 16 años y tienen buenas ideas. Cualquier alumno con esta formación si en un momento de su vida se encuentra atascado laboralmente podría pensar en montar su propia empresa, su negocio.
 

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