PISA 2006: ponerse la venda antes de la herida
Autor: José M. LACASA
La pasada semana fue el responsable del Informe PISA en España, Ramón Pajares –que, por cierto, abandonará el puesto el próximo junio por propia iniciativa: muy probablemente será sustituido por Lis Cercadillo, asesora técnica docente del IE–, quien volvió a vaticinar que España volverá a quedar mal situada.
El argumento de Pajares es que, al no haberse producido ningún cambio en el sistema educativo en estos tres últimos años, lo más probable es que el resultado de España en 2006 sea similar al de 2003; pero, además, como el examen de Ciencias incide más en una metodología que no se le da bien a nuestros estudiantes, lo probable es que la puntuación en esta prueba –que es la estrella en el PISA 2006– sea incluso menor que en los anteriores. Dados los años dedicados a PISA y a que no suele hablar por que sí, volverá a acertar.
Una de las razones que permiten explicar este hecho fue esbozada en el diálogo posterior a la intervención de los dos técnicos del IE –Ramón Pajares y Julio Puente– en el VII Seminario de Primavera de la Fundación Santillana: los políticos responsables de la Educación se enteran por la prensa de lo que opinan los expertos en evaluación, no hay un canal directo que permita a un político escuchar a los expertos antes de tomar decisiones.
No es de extrañar esta situación, si pensamos que los políticos españoles –al menos hasta fechas muy recientes– le tenían pánico a la evaluación. Baste recordar que es la propia Conferencia Sectorial (que agrupa a los consejeros de Educación de todas las comunidades autónomas y al MEC) la que tiene prohibido al IE –desde que se llamaba INCE, que ya ha llovido– la publicación de los resultados de sus informes segregados por comunidades autónomas.
Claro que, como gusta repetir a Alejandro Tiana, secretario general de Educación del MEC, “sobre evaluación, las cosas han cambiado mucho en los últimos años”, refiriéndose, sobre todo, a los responsables políticos. No hay más que recordar, como ya adelantó MAGISTERIO, que han sido diez las comunidades que se retratarán con muestra ampliada en PISA 2006.
La pregunta es: ¿tiene razón de ser el veto al IE para publicar resultados por comunidades, cuando las mismas comunidades dejan de ocultar sus resultados? Claro que entre las que se presentan sólo dos tienen un fracaso escolar por encima de la media, por seis de las siete que no se presentan…
¿Caerá o no el veto?