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Nuevos datos confirman el ´efecto Logse´

El Ministerio ha publicado (por fin, habría que decir) algunos indicadores estadísticos sobre la evolución del sistema educativo español en los últimos 15 años en series comparables. Es decir, por primera vez cifras oficiales permiten ver la evolución de algunos de los datos fundamentales de nuestra enseñanza. Como ya había adelantado MAGISTERIO, la implantación de la Logse ha traído como consecuencia la interrupción de la evolución positiva en todos los casos.
Sábado, 23 de septiembre de 2006
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Autor: José M. LACASA

Hace unos meses, el Instituto Forma de Investigación Educativa publicaba el informe El ´efecto Logse´ y otros cuentos, donde se advertía que los indicadores de resultados de nuestro sistema educativo estaban cayendo desde hace algunos años, y que tales descensos coincidían con la llegada a la Educación Secundaria posobligatoria de los primeros alumnos que habían estudiado en el sistema Logse.

El Ministerio dio la callada por respuesta, y como mucho sugirió que les preocupaba mucho y que estaban trabajando en el tema. Tan sólo un responsable socialista –Adolfo Navarro, portavoz de Educación en la Asamblea de Madrid– dijo algo sobre el tema: que era «una opinión». Quizás, ahora que también es «opinión» del Ministerio, explique algo más.

Los datos fueron publicados por la oficina estadística del MEC a mediados de agosto, sin mediar –ya estamos acostumbrados– presentación oficial alguna. Las series más interesantes son la tasa de idoneidad a los 15 años (ya publicada la semana pasada, que mostraba cómo la caída de la serie nos ponía al mismo nivel que en 1990), y las que pueden encontrar en esta página: como pueden comprobar, todas se interrumpen misteriosamente. En todas ellas, la evolución fue positiva durante toda la década de los noventa.

 

Cambio de tendencia

 

El cambio de tendencia es claro, y la evolución durante los cinco años siguientes lo confirma. Por ejemplo, la tasa neta de escolaridad a los 17 años está igual que en 1996, y eso que el descenso es menos pronunciado del real debido a las enormes bolsas de alumnos de 17 años que aún permanecen en la ESO (el Ministerio no las segmenta).

También preocupante parece el descenso de la esperanza de vida escolar a los seis años en enseñanzas de régimen general no universitarias, donde retrocedemos hasta los mismos niveles que en 1995. La esperanza de vida escolar, como la esperanza de vida, se calcula sobre los que salen del sistema, es decir, es un indicador de los resultados actuales.

 

Más años, pero menos

 

Lo que sorprende en ambos indicadores es que dicho descenso tiene lugar al mismo tiempo que la Logse obligaba a estudiar a todos los alumnos hasta los 16 años, dos años más que antes. Si el «avance» hubiera sido tal, dos años más de escolarización tendrían que haberse notado en ambos indicadores.

Sin embargo el descenso es pronunciado, y por varias razones: primero, porque la Ley General de Educación ya escolarizaba a buena parte del alumnado hasta los 16 años, a pesar de que sólo obligaba hasta los 14; segundo, y más importante, lo que la Logse suprimió, es decir, la diversificación a los 14 años, se ha revelado nefasta para el sistema y para los estudiantes. No es que los alumnos abandonen antes, sino que el elevadísimo fracaso escolar los expulsa del sistema reglado antes que en la etapa pre-logse. Y, además, sin ningún título que les sirva para enfrentarse al mercado laboral.

El último indicador, correspondiente a la evolución de la tasa bruta de población que termina el Bachillerato es sólo una consecuencia de lo anterior: si menos alumnos estudian a los 17 años, y además abandonan más tempranamente que antes, lo natural es que haya menos bachilleres.

Hay quiénes intentan interpretar positivamente este dato, aduciendo que España tiene una desproporción de alumnos en Bachillerato con respecto a los que estudian Formación Profesional de Grado Medio. No es así: la desproporción es la de alumnos que estudian FPGM con respecto a los que no estudian.

 

Otro fallo más

 

El problema está en que los responsables de la Logse pensaban equilibrar los graduados en Bachillerato con los de FP –lo cual no está mal, en principio– pero lo que nadie pensó es qué resultaría: en vez de atraer a los jóvenes que no seguían estudios a la FP, los han echado del sistema. El resultado es que menos alumnos estudian Bachillerato, los mismos estudian FP, más jóvenes han dejado de estudiar.

 

Y ahora, la OCDE

 

Claro que, con una evolución tan negativa, a nadie puede sorprender que el último informe de la OCDE (Education at a Glance 2006) sitúe a España entre Chile y Brasil en graduados en Secundaria posobligatoria. Por debajo de todos los países europeos, tanto orientales como occidentales, salvo de Portugal. Y superando claramente sólo a potencias como Turquía y Méjico (ver tabla 4). Y, además, el dato de 2004 es peor que el de 2003. No es decir mucho, pero no hay posibilidad de remontarse más tiempo, pues el cambio de sistema educativo en España hace que las series no sean comparables.

Mientras, el efecto Logse sigue sin dar visos de tocar fondo, tras retrasarse dos años aquellas medidas de la LOCE que podían paliarlo, y que luego han aparecido, algo descafeinadas en la LOE.

 

  ¡A por ellos, oeeee! 

 

El Ministerio de Educación reunió a la prensa educativa para presentar el informe Education at a Glance 2006 (Panorama de la educación 2006. Indicadores de la OCDE). La presentación, a cargo de Alejandro Tiana, se acercó a las dos horas. El fracaso escolar y los resultados educativos como tema no llegaron a los dos minutos.

El mensaje era claro: hemos tenido baches en el sistema educativo, pero ya estamos mejorando. La población adulta en España no tiene el mismo nivel que el del resto de Europa. El gasto en Educación se había detenido, pero este Gobierno ya está mejorándolo. Las ratios están por debajo de la media europea en todos los casos. El salario de los profesores es muy alto cuando empiezan, pero luego sube poco. El acceso a la Educación en España ha mejorado mucho en los últimos veinte años…

Nada de entrar en detalles nimios como por qué, si hemos mejorado en los últimos veinte años, llevamos cinco empeorando, y hoy estamos al mismo nivel que hace diez años; por qué nos estábamos acercando a los niveles europeos en formación y llevamos varios años alejándonos de la media de la UE; por qué, tras insistir décadas en la bajada de las ratios, no hay ninguna mejora de resultados. Eso, por no entrar en temas espinosos como la supuesta mejora del gasto público en Educación o la supuesta mejora futura de nuestros indicadores.

El discurso triunfal de Alejandro Tiana apenas tuvo eco en los medios: la práctica totalidad –con la excepción que ustedes pueden imaginarse– abrió con unos resultados educativos que nos sitúan al nivel de Chile y Brasil y por debajo de todos los países de Europa salvo Portugal. Un 29,6% de fracaso escolar, una tasa de graduación en Secundaria posobligatoria del 66,1% (58,1 en varones, peligrosamente cerca de la turca; 74,7% en mujeres).

El fracaso escolar ha sido tema de conversación en tertulias, columnas de opinión, y otros foros que arreglan el mundo todos los días. Todo el mundo se sorprende de que nuestro sistema escolar tenga problemas cada vez más graves.

Lo del Ministerio fue como el Mundial de fútbol. De boquilla, triunfalismo. ¡A por ellos, oeeee! Después, la realidad. El problema es que, en Educación, ni a octavos. Siempre caemos en primera ronda. Eso sí, labia que no falte.

  
















































































































































































































































































































































































































































































     Tasas brutas de graduación (2004)    Tasas brutas de graduación (2003) Diferencia
  Todos Hombres Mujeres Bach. FP Todos Hombres Mujeres Bach. FP 2004-2003
Noruega 99,9 86,3 114,1 66 45 91,7 81,6 102,3 58,8 43 8,2
Alemania 98,9 96,7 101,3 36,5 63 96,9 95,2 98,6 34,9 62 2,1
Corea 96,1 96 96,3 66,2 30 62,7 30
Israel 92,6 89,4 96 58,8 34 89,3 86,4 92,3 57,2 32 3,4
Irlanda 92,4 85,8 99,4 66,2 34 90,7 84,7 97,1 66,3 30 1,7
Japón 91,4 90,4 92,4 67,8 24 91,1 89,6 92,8 67,4 24 0,2
Dinamarca (2002-2003) 90,4 80,9 100,2 58,1 56 85,8 80,8 91,1 54,4 56 4,5
Finlandia (2002-2003) 89,6 83,8 95,6 51,6 75 84,3 76,5 92,5 51,9 69 5,3
Suiza 89,2 88,5 90 29,5 70 90,1 89,7 90,5 32,7 59 -0,9
Rusia 87,3 54,7 33 76,7 52 22 10,6
Rep. Checa 86,5 85,4 87,8 18,3 69 88,1 86,4 89,9 17,6 71 -1,6
Hungría 86,1 82,1 90,2 71,2 21 87,4 84 91 32,7 53 -1,4
Islandia 84,1 72,1 95,9 60,6 52 78,7 68,4 89,5 58,6 46 5,4
Media UE-19 83,3 78,7 88 41,7 50
Rep. Eslovaca 83,2 80,9 85,5 21,6 68 56,5 57,5 55,4 11 55 26,7
Italia (2002-2004) 81,4 79,8 83 29 67 80,8 79,1 82,6 28,8 65 0,6
Francia (2003) 81,2 78,1 84,4 33,2 70 80,9 77,8 84,2 33,6 70 0,3
Media OCDE 81,1 76,6 85,8 46,6 44 78,5 74,8 82,3 45,5 45 2,6
Polonia 79,3 70,4 88,5 42,9 45 85,6 85,7 85,4 39,8 56 -6,3
Suecia 77,9 74,9 81,1 37,4 41 75,9 73,1 78,8 37,6 38 2
Estados Unidos 75,4 71,8 79,2 75,4 73,3 71,8 74,8 73,3 2,2
Nueva Zelanda 74,6 64,8 85 124,7
Luxemburgo 69,4 66,3 72,7 27,5 42 70,6 66 75,5 27,1 44 -1,2
Chile 68,3 64,3 72,5 36,8 32 67,4 64,4 70,5 33,1 33 0,9
España 66,1 58,1 74,7 44,9 25 66,9 59,3 74,9 45,9 25 -0,7
Brasil 65,4 56,6 74,7 65,1 1,1 62 55 70 57 1,9 3,4
Turquía 52,8 56,8 48,6 34,3 19 40,8 44,2 37,3 26,7 15 12
México 37,7 34,4 41,1 34 3,8 36 32,6 38,9 32 3,8 1,7
Australia 69,6 54 69,2 47
Grecia 59,5 39 95,9 87,2 105,5 58,1 40
Portugal 39,9 14
Bélgica 37 62 35,7 62
Holanda 34,5 66 31,8 62  
Fuente: OCDE. Education at a Glance, ediciones 2005 y 2006.
(2002-2003) Los datos son de los años 2002 y 2003 en vez de 2003 y 2004..
(2002-2004) Los datos de la segunda serie no son de 2003, sino de 2004.
(2003) Los datos corresponden a 2003.

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