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El fracaso escolar socava el futuro económico de España

El Círculo de Empresarios, preocupado por la progresiva pérdida en la competitividad que refleja la economía española en los últimos años, ha abordado las bases que, a su juicio, supondrían una mejora de la enseñanza obligatoria. A modo de resumen el documento propone tres medidas: exámenes externos comunes a todos los estudiantes, mayor autonomía en los centros de enseñanza y mayor transparencia de la evolución del sistema y sus resultados.
Miércoles, 4 de octubre de 2006
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Autor: Marta SERRANO

Los malos resultados académicos de los alumnos españoles son puestos en evidencia por numerosos informes como PISA, el último Panorama de la Educación 2006 (publicado por la OCDE) o los datos sobre fracaso escolar publicados por MAGISTERIO. Sin embargo, pocos son los que recuerdan que estos resultados, a medio y largo plazo, incidirán en la pérdida de competitividad de nuestra economía –si es que no lo están haciendo ya.

Dos recientes documentos del Círculo de Empresarios abordan el tema de la Educación en este sentido. El primero de ellos, titulado Hacia un nuevo sistema educativo. Bases para la mejora de la enseñanza obligatoria, propone tres medidas para la mejora de la enseñanza:

1) El control de los resultados obtenidos por los estudiantes mediante exámenes comunes a todos, de manera que existan sistemas de evaluación ajenos a los propios centros, y que los mecanismos de control de resultados no se queden en meros sistemas de selección de alumnos (para ver si pasan a ciclos educativos posteriores), sino como una forma de detectar precozmente insuficiencias que poder subsanar a tiempo.

2) La autonomía de los centros de enseñanza en lo referente a contenidos curriculares, métodos de enseñanza y fórmulas de organización. Sólo así podrá producirse el cambio cultural necesario para dotar al sistema educativo de una verdadera capacidad de adaptación ante los cambios.

3) La transparencia y la disponibilidad de mayor información sobre la evolución y resultados de los centros educativos, que propone como una cuestión esencial que debe complementar a la mayor autonomía ya citada.

A estas tres propuestas debe añadirse la mejora de los métodos de enseñanza y aprendizaje, incluyendo el uso de las tecnologías de la comunicación, la formación del profesorado, etc. según el documento elaborado por el Círculo de Empresarios.

Curiosamente, el informe del Círculo de Empresarios relega la financiación educativa a un segundo plano, al no considerarla por sí misma decisiva para el buen resultado y la calidad de la Educación si no va acompañada de las otras medidas.

 

El futuro del país

 

El segundo documento, titulado Informe Círculo sobre la economía española. Cómo garantizar el futuro, dedica el capítulo sexto a la Educación, desde la preocupación que nace de comprender que el futuro del país depende de la formación de sus ciudadanos. El texto deja claro que «la educación y la adecuación del sistema educativo a los requerimientos de la sociedad son, indiscutiblemente, elementos clave en la competitividad a medio plazo de cualquier economía». Partiendo de esta premisa, los autores dejan claro que las carencias de capital humano que actualmente sufre España están asociadas a problemas en el sistema educativo. El gráfico de la derecha sobre convergencia real y capital humano refleja precisamente que aún existe una brecha significativa entre los niveles de capital humano de la Unión Europea y los de España, entendiendo por capital humano el porcentaje de población en edad de trabajar según el nivel de estudios.

 

Formación y trabajo

 

Pero el informe pone de manifiesto la gravedad que para el mercado de trabajo supone la escasa formación de los jóvenes en nuestro país: según un informe del Instituto de Evaluación, de pendiente del MEC, publicado en 2005 «prácticamente la mitad de los alumnos que finalizan sus estudios de Primaria no tienen el nivel de conocimientos aceptable para su edad en asignaturas básicas». Este bagaje les impide avanzar después en la Secundaria.

Según los autores, «estamos ante un problema grave, ya que las dificultades de los alumnos de Secundaria van más allá de una simple falta de conocimientos sobre materias concretas, llegando también al ámbito de las habilidades y destrezas». Ponen como ejemplo llamativo el «casi nulo dominio de la lengua inglesa» con que los alumnos acaban la enseñanza obligatoria tras estudiarlo al menos seis años.

 

Escasa demanda de FP

 

El efecto dominó llega en la Secundaria no obligatoria a su máxima expresión: sólo el 50,2% de los comprendidos entre los 25 y 64 años han completado la Secundaria superior, siendo éste uno de los porcentajes más bajos de Europa. Sin embargo, nuestro país se sitúa además a la cola en demanda de Formación Profesional entre los países de la OCDE, lo que añade si cabe más disfunciones al mercado laboral. Así, «una parte de los empleos ofrecidos no se cubre por falta de trabajadores especializados, problema que puede afectar de manera intensa a determinados sectores y regiones», señalan los autores.

Además, la escasa participación de los trabajadores en programas de formación y Educación continua –como se observa en el gráfico inferior, es la mitad de la media europea y una cuarta parte de los países más avanzados– poco o nada ayuda a superar las carencias apuntadas en capital humano heredados del sistema educativo.

«Esto es incluso más grave en la medida en que empeora la posición competitiva de la economía española, pues en otros países sus mejores niveles de formación en la Educación reglada se ven potenciados por una mayor participación en la formación permanente», advierten los autores.

 

Paro y sobrecualificación

 

Pero no son estos los únicos problemas que aquejan al sistema educativo en relación con el mercado de trabajo y la competitividad de la economía española. Al desequilibrio ocupacional en nuestro mercado de trabajo, que conindiciendo con el diagnóstico del Consejo Económico y Social (2005) se debe tanto a niveles bajos de cualificación de la población activa –por abandono temprano de los estudios o por poca participación en formación continua– como a la obsolescencia de las cualificaciones adquiridas por los desempleados, se añade el problema de la sobrecualificación.

En este sentido, el estudio del Círculo de Empresarios se remite al Informe Infoempleo de 2004 para afirmar que «se dan importantes desequilibrios ocupacionales para el segmento de mayor cualificación. En concreto, en el año 2003 aproximadamente el 68% de los nuevos graduados correspondía a titulaciones que generaban poco más del 40% del total de ofertas a universitarios». La salida a esa situación es que «trabajadores con más capital humano acaban ocupando puestos con menores requerimientos de cualificación, expulsando a los trabajadores con menor formación».

 

Más que conocimientos

 

Así, partiendo de que la Educación es más que la mera transmisión de conocimientos y entendiendo la mejora de la calidad de la formación de los alumnos desde una triple perspectiva (económica, social y humana), el Círculo de Empresarios considera imprescindible un compromiso o pacto político. Éste será necesario «si pretendemos no ya cumplir, sino simplemente aproximarnos a los ambiciosos objetivos de competitividad que se han establecido en el seno de la UE».

El esfuerzo, según el Círculo de Empresarios, habrá de concentrarse «en construir auténticos sistemas de formación para toda la vida, porque una economía moderna sólo es competitiva si es flexible y dinámica; es decir, si despone de mano de obra capaz de actualizar sus cualificaciones». Dicho de otro modo, «para cualquier economía que aspire a cotas importantes de competitividad, hoy resulta de todo punto imposible que su sistema educativo quede al margen del mercado de trabajo».

 

Medidas concretas

 

Entre las medidas concretas que aborda este estudio se proponen: la extensión de la gratuidad de la Educación Infantil, el cambio del modelo educativo comprensivo, la necesidad de una gestión diferente del profesorado, con mecanismos de selección, retribución, ascenso y carrera profesional más flexibles e incentivadores, mejorando su formación, profesionalizando la función directiva y dotando de eficacia a los modelos de gestión, eludiendo medidas de promoción automática, y elevando la autonomía de los centros.

También se destaca como elemento clave la capacidad de elección de centro mediante procedimientos en que las autoridades cedan protagonismo a los interesados, fomentando la competencia entre centros con un cambio en el modo de financiación dirigiéndola a través de los alumnos. En este sentido, son muchas las coincidencias entre ambos documentos e incluso entre estos textos y un informe de la Comisión de Comunidades Europeas del que MAGISTERIO se hizo eco la semana pasada.

Mariano del Castillo, director del Centro de Tecnologías Educativas de la Confederación Española de Centros de Enseñanza (ITE-CECE) afirma que «estos informes coinciden con nuestra postura en cuanto a que defender la libertad de las personas y de las empresas educativas se traduce en calidad en los resultados». Del Castillo resalta además que «no dar importancia a los malos resultados de los alumnos unos pocos años implica dejar caer a un país entero».

 

 
































































Abandono temprano de los estudios post-obligatorios.  
Alumnos entre 18 y 25 años (%)    
  Hombres Mujeres Total
Media UE (25 países) 18,7 14,2 16,5
ESPAÑA 35,4 22,3 29,1
Italia 27,9 20,7 24,3
Grecia 14,9 11,9 16,1
Francia 14,9 11,9 13,4
Alemania 12,6 12,6 12,6
Finlandia 12,6 7,3 9,9
Polonia 9,5 5,6 7,6
Rep. Checa 5,3 5,7 5,5
Fuente: MEC, 2004 y La Caixa, sobre datos de la UE.

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