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Claroscuros en la Educación Infantil mundial

Aunque el primer Objetivo del Milenio hace referencia a la Primaria Universal, no quiere decir que hay que descuidar otros subsistemas de la Educación Pública. Por esta razón, la Unesco dedica su informe de seguimiento de la Educación para Todos a la formación Preescolar por considerarla como la base fundamental del éxito ulterior de todo estudiante.
Martes, 26 de junio de 2007
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Desde que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) instruyó en  2002 la elaboración de informes de seguimiento de la Educación para Todos, esta es la primera vez que se dedica atención al ingreso de niños y niñas a los sistemas educativos públicos iniciales o preescolares.
Con suma certeza, la Unesco concluye que la escolarización en la Educación Primaria aumentó con una rapidez jamás registrada antes en dos de las tres regiones del mundo con mayores riesgos de no alcanzar la Primaria universal. Pero al mirar con detenimiento las tasas de escolarización bruta en la Educación Preescolar, la Unesco indica que “se progresa pero muy lentamente”. Y es que la Atención y Educación de la Primera Infancia es la base fundamental del resto del proceso educativo puesto que una excelente formación inicial garantiza el éxito en los niveles superiores. Asimismo, el desarrollo físico, emocional y psicológico del niño lo determinan las experiencias de los primeros tres años de su vida. De ahí, que la Unesco tomara la iniciativa de analizar los avances de las naciones en el marco de alcanzar el primer Objetivo del Milenio, que por cierto ya no queda mucho tiempo para que finalice el plazo establecido hace siete años.

Algunos avances

El primer gran avance se aprecia en las cifras presentadas en el informe. En 2004, la cifra de niños y niñas matriculadas en Educación Preescolar ascendió hasta los 124 millones de estudiantes, esto es un 10,7 por ciento más que en 1999.
Los progresos han sido  considerables en el África Subsahariana, el Caribe, y Asia Meridional y Occidental. En la mayoría de las restantes regiones los progresos fueron modestos, mientras que en Asia Oriental el número de niños escolarizados disminuyó en casi un 10 por ciento debido esencialmente a la tendencia registrada en China.
“Aproximadamente un 48 por ciento de los niños matriculados en la Educación Preescolar eran niñas y este porcentaje no ha experimentadocambio alguno desde 1999”, indica el informe publicado a principios de este año.
Además agrega que las Tasas Brutas de Escolarización (TBE) mundiales se han elevado del 33 por ciento al 37, aunque la progresión ha sido moderada en los países desarrollados y los países en desarrollo –en cuatro puntos porcentuales promedio en cada caso– pero en cambio, las naciones en transición hacia el desarrollo han crecido hasta un 18 por ciento.
“La mayoría de los 52 países donde se registraron TBE en la enseñanza preescolar inferiores al 30 por ciento en 2004 pertenecen a las regiones del África Subsahariana y los Estados Árabes. La TBE aumentó en el 75 por ciento de los 42 países sobre los que se dispone también de datos correspondientes a 1999, pero en el 25 por ciento restante, las tasas de escolarización en la enseñanza preescolar disminuyeron, a veces muy considerablemente”, añade.

Fenómenos que persisten
 
Frente a los saldos positivs enunciados se encuentran viejos problemas que impiden cambios mucho más radicales a favor de la Educación Universal de calidad.  La inversión pública en educación, la disparidad entre sexos dentro de las aulas –que continúan favoreciendo a los niños por encima del trato igual hacia las niñas– la calidad docente, la alfabetización, la deserción y la violencia que se vive en aquellas naciones en situación de conflicto, que por razones inherentes a las circunstancias, ni siquiere se permite visibilizar la situación de la Educación en general.
De acuerdo a la Unesco, entre 1970 y 1990, la población mundial de niñoscon edades comprendidas entre 0 y 5 años pasó de 617 millones a 744 millones. Luego, ha ido disminuyendo paulatinamente hasta cifrarse hoy en día en 738 millones. No obstante, se prevé un aumento en los próximos años, de tal forma que en 2020 habrá posiblemente unos 776 millones.
Pero la tarea principal tras incrementarse la matrícula de estudiantes en formación Preescolar es lograr que estos mismos niños y niñas continúen en el siguiente nivel, la Educación Primaria. Según la Unesco, entre 1999 y 2004, el número de niños y niñas matriculadas en el primer ciclo de Educación Primaria aumentó apenas en un 6 por ciento en todo el mundo. Esto significa que el número de niños y niñas sin escolarizar se redujo en unos 21 millones, pasando a cifrarse el dato en unos 77 millones. “Esta cifra sigue siendo elevada y por lo tanto inaceptable”, señala la Unesco.

Atención integral
 
Pero no basta con incrementar las tasas de matrícula o escolarización. Por tratarse de una edad tan especial se requiere de una intervención que no sólo garantice adecuada formación y aprendizaje, si no también un entorno que facilite lo anterior y que por supuesto involucre a la familia –como crear políticas que favorezcan al apoyo maternal y paternal de la primera infancia–, así como la organización de centros públicos de atención para menores de tres años.
“En general, son pocos los países que cuentan con marcos nacionales para financiar, coordinar y supervisar los programas de atención y educación de la primera infancia”, comenta el informe. Como son millares los niños y niñas que crecen en circunstancias difíciles, los Estados tiene una deuda pendiente con ellos.

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