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En busca del prestigio perdido

Desde finales de septiembre, una comisión de doce personalidades estudia en Francia recetas para revalorizar la profesión docente. Antes de que termine el año se reunirán con todos los sectores de la comunidad educativa en busca de sugerencias que permitan al profesor recuperar el prestigio perdido en las últimas décadas. Entonces remitirán al Gobierno un documento que sirva de base para una política centrada en mejorar las condiciones laborales y la consideración social del colectivo.
Miércoles, 24 de octubre de 2007
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Autor: Rodrigo SANTODOMIGO

La revolución prometida por el presidente Sarkozy para desperezar y liberar de inercias a la escuela gala ya tiene a uno de sus principales comandos batallando a pleno rendimiento.

A finales del pasado mes fue constituida –con la significativa presencia del primer ministro François Fillon– la Comisión sobre la Evolución de la Función Docente, órgano temporal que nace con un objetivo de enunciado claro y tremenda complejidad. Nada menos que revalorizar la figura del profesor en una sociedad que le niega la alta consideración de la que gozaba antaño.

Doce hombre y mujeres que diseccionarán hasta final de año las causas que explican el evidente declive en el prestigio social de los docentes. Tras incontables sesiones de debate y encuentros con la comunidad educativa, la comisión redactará un “libro verde” pleno de sugerencias con vistas a invertir una situación que provoca hartazgo y frustración, documento que remitirán al ministro Xavier Darcos.

Éste y su equipo tomarán entonces el relevo para traducir las ideas en política activa, una batería de medidas que, previsiblemente, comenzará a aplicarse a partir del próximo curso 2008-09.

Salarios

Aunque sobre el papel son cuatro los ámbitos de discusión (ver pág. 3), a nadie escapa que las grandes preocupaciones de los docentes en Francia se resumen en dos cuestiones esenciales.

Las más superficial (y quizá fácil de resolver), los salarios, que en el país vecino se distancian (por arriba) del PIB per capita en una proporción mucho menor que en otros países como España, Inglaterra o Alemania.

Por el momento, el ministerio calla o responde con evasivas, pero los presupuestos para 2008 –presentados escasos días antes de que la comisión echara a andar– ofrecieron una pista que permite intuir por dónde irán los tiros.

Y es que las cuentas públicas prevén suprimir el próximo año 11.200 puestos en la enseñanza pública. Si a esto unimos las declaraciones de Darcos (queremos “docentes menos numerosos pero mejor pagados”) y el programa electoral de Sarkozy (recogía la “posibilidad de trabajar más para ganar más”), resulta probable que la apuesta se concrete en una tarta de iguales dimensiones pero menos comensales. Esto al menos temen los principales sindicatos y algunos movimientos pedagógicos como Ligue de l´enseignement, que ya han remitido una cara a Sarkozy trasladándole su preocupación.

El segundo frente de análisis se revela más amplio, impreciso y, sobre todo, difícil de abordar a través de actuaciones concretas. Se trata de toda esa amalgama de conceptos socavados en la escuela contemporánea: respeto –de alumnos y familias, por ende de toda la sociedad–, autoridad, disciplina. Consideración y estima ciudadana ante una tarea clave para que el engranaje social funcione sano y fluido.

Algo idealista, Sarkozy ha dejado entrever recetas que muchos juzgan superfluas, como llamar de usted al docente u obligar a los alumnos a ponerse en pie cuando éste entre en clase. “Son signos externos de respeto”, opina Carmen Guaita, secretaria de comunicación del sindicato ANPE, “habrá que ver si esto obedece a un respeto real. Las aulas necesitan transformaciones más profundas que sólo llegarán cuando la sociedad entienda la importancia capital de la enseñanza para su futuro”.

Colaboración

La escuela percibida por toda la sociedad como actor principal en un clima de colaboración y entendimiento centro-familia. Condición ineludible para revalorizar la enseñanza que también menciona el portavoz de STES, Augusto Serrano. “Necesitamos una escuela de padres para que las familias entiendan y respeten lo que se hace en la escuela”, afirma.
Guaita y Serrano  comparten un cierto escepticismo en cuanto a la utilidad del formato comisión –“muchas veces no sirven de nada”, apunta Serrano– para tratar un problema multicasual y polifacético.

No obstante, ambos apreciarían que las negociaciones para el Estatuto Docente en nuestro país incluyeran “una visión no exclusivamente laboral”, en palabras de Guaita.

Todos en pie cuando el profesor entre en clase
A la vista de los resultados que refleja una reciente encuesta de Sofres para el diario conservador Le Figaro, la cruzada de Nicolas Sarkozy contra el coleguismo en las relaciones profesor-alumno cuenta con un apoyo masivo entre la población francesa.

Nada menos que un 79% de los ciudadanos apoya que los alumnos se pongan en pie cuando el docente cruza el umbral del aula, una aspiración del presidente de la República para teñir de formalidad la escuela gala y marcar distancias entre el adulto enseñante y el menor aprendiz. Por desgracia, la encuesta no inquiere sobre otro cambio en el trato que se dispensa al docente deseado por el máximo mandatario del país: erradicar el tuteo y retornar al de usted cuando un pupilo se dirija a su maestro.

En líneas generales, el 74% de los franceses estima que los estudiantes no respetan suficientemente las normas de disciplina, aunque el porcentaje cae hasta el 68% cuando se pregunta a los padres de alumnos.
Otra medida –instaurada en nuestro país por Esperanza Aguirre para los centros de la Comunidad de Madrid– que suscita un amplio consenso es la prohibición de utilizar teléfonos móvil en clase. Lo apoyan un 78% de encuestados (74% entre los progenitores). Por el contrario, la obligatoriedad de llevar uniforme en la escuela pública no sería bien acogida por dos de cada tres franceses. Mientras, uno de cada tres vería con buenos ojos que los profesores no pudiesen encargar deberes para casa.
La mayoría de la población francesa (56%) se muestra satisfecha con el funcionamiento del sistema educativo, aunque un 72% asegura que no prepara adecuadamente para el mundo del trabajo. El nivel de seguridad es juzgado positivamente por un 49% (el 45% no está satisfecho), y un 61% apostaría por que hubiera menos alumnos por clase.

 
El “patrón” Rocard
Compuesta por una mezcla de altos funcionarios y reconocidos expertos en la cuestión educativa, la comisión encargada de identificar los retos, necesidades y deficiencias de la profesión docente en Francia encuentra en el ex-primer ministro socialista Michel Rocard a su figura más renombrada.
Tal es el peso de Rocard –en la actualidad eurodiputado en Bruselas– que el ministro Xavier Darcos no dudó en asegurar que la comisión nacía bajo su “alto patronazgo”, piropo mal acogido por el que comandara al Gobierno galo entre 1988 y 1991, quien no se considera más que un “miembro de base”.
Choque de declaraciones que, según algunos, descubre el objetivo real de haber recurrido a Rocard: tirón mediático y proyección pública para barnizar de prestigio e imparcialidad el trabajo de la comisión. En declaraciones recientes, el ex-primer ministro explicaba por qué no asume el papel de “patrón”. Sin experiencia en el mundo de la enseñanza, dijo no poseer “la ciencia infusa en materia educativa”.

Los cuatro ejes de la comisión

El empleo y las condiciones de su ejercicio
Tareas del empleo, variedad de puestos docentes
Libertad pedagógica, objetivos, organización colectiva
Horarios, dirección, dificultades educativas

La incorporación a la función docente

El reclutamiento y la formación de los cuerpos docentes
Los primeros destinos y las primeras cargas horarias
El seguimiento del profesor novato

La vida profesional del docente
Las perspectivas de la carrera (en la enseñanza pública)
Evaluación, sistema de motivación, remuneración, movilidad
Salud laboral; formación a la largo de toda la vida

El reconocimiento de la función docente
Gestión de los recursos humanos en el seno de la Educación
Revalorización del empleo docente, diálogo social
El docente y su entorno; el docente y otros ámbitos sociales

Salario anual de los profesionales docentes en los países de la OCDE1
  Educación Primaria   Educación Secundaria obligatoria
  Salario medio Ratio del salario Salario medio Ratio del salario
  tras 15 años en relación al PIB tras 15 años en relación al PIB
  de experiencia per capita (1) de experiencia per capita (1)
Australia 44.423 1.30 44.526 1.30
Austria 35.823 1.04 38.805 1.13
Alemania 49.930 1.62 51.240 1.66
Bélgica (Valonia) 38.901 1.18 39.335 1.19
Bélgica (Flandes) 41.007 1.24 41.007 1.24
Corea 51.641 2.34 51.516 2.33
Dinamarca 38.911 1.14 38.911 1.14
Escocia 48.205 1.47 48.205 1.47
ESPAÑA 37.056 1.35 41.588 1.52
Estados Unidos 40.734 0.97 41.090 0.98
Francia 31.224 1.03 33.723 1.11
Grecia 31.439 1.06 31.439 1.06
Hungría 15.622 0.89 15.622 0.89
Inglaterra 43.835 1.33 43.835 1.33
Irlanda 46.709 1.30 46.709 1.30
Islandia 27.295 0.75 27.295 0.75
Italia 29.301 1.04 31.917 1.14
Japón 47.855 1.56 47.855 1.56
Luxemburgo 67.779 0.96 88.634 1.26
México 16.784 1.58 21.347 2.01
Nueva Zelanda 36.894 1.42 36.894 1.42
Noruega 35.058 0.74 35.058 0.74
Países Bajos 41.835 1.19 45.960 1.31
Portugal 32.275 1.62 32.275 1.62
República Checa 24.423 1.19 24.423 1.19
Suecia 30.802 0.96 31.585 0.98
Suiza 52.743 1.48 60.061 1.68
Turquía 19.577 2.54 sin datos sin datos
OCDE 37.603 1.28 40.322 1.40
Unión Europea 37.762 1.19 40.177 1.25
FUENTE: Education at a glance 2007. OCDE
(1) Los salarios aparecen en dólares y convertidos a los precios del país según modelo estándar.
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