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Los interinos creen que la transitoria no soluciona la precariedad laboral

Los sindicatos coinciden en que el proceso sólo cambia la antigüedad de los que acceden
Miércoles, 16 de enero de 2008
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Más del 80% de los aprobados en las oposiciones de 2007 fueron profesores interinos. Era una de las noticias que aparecía en MAGISTERIO a principios de este curso y que, a primera vista, suponía una buena cifra con la que se contribuía de alguna forma a reducir la precariedad laboral de este colectivo. Pero el logro no era tal si se tenían en cuenta las elevadas tasas de interinidad que arrastraban desde hacía años algunas comunidades autónomas.

Esas oposiciones del pasado año constituyeron la primera de las convocatorias que establecía la disposición transitoria 17ª de la LOE, que dura hasta 2011 y que marca una forma especial de llevar a cabo el concurso-oposición, de modo que se favorece al profesorado interino para que acceda preferentemente a la función pública.

De entre las novedades del nuevo sistema se encuentra el cambio de la baremación de las distintas fases. Ahora la fase de oposición representa un 60% de la nota final, mientras que la de concurso supone el 40% restante, de modo que se beneficia a quienes cuentan con más experiencia docente. En las oposiciones de 2005 el concurso valoraba el 33,3% de la calificación final y la oposición, el 66,6%.

Sin embargo, los sindicatos de interinos no ven de forma muy clara esas ventajas que en principio se pueden deducir del proceso transitorio. Nicolás Espadas, del sindicato de interinos Indoma, de Madrid, considera que “no existe transitoria como tal, ya que la disposición 17ª de la LOE recoge una prueba única donde se valoran los méritos”. Según Espadas, “esa prueba única se ha dividido en fases que coinciden con los exámenes de las convocatorias anteriores a la transitoria, por lo que el sistema sigue siendo el mismo”.

Mayor opcionalidad
Para José Luis Ramos, portavoz de SADI, “uno de los objetivos de la transitoria consiste en aumentar la opcionalidad”. Hasta ahora en el Cuerpo de maestros y de Secundaria sólo había dos opciones en el examen y de ésas se desarrollaba una. “Con la transitoria se aumentan las opciones a tres en el cuerpo de maestros y a cinco en el de Secundaria, por lo que es más fácil encontrar un tema que se haya podido trabajar más”, explica Ramos.

Ignacio Pérez, presidente de Clinde, una asociación de interinos que acaba de crearse en la Comunidad Valenciana, ha realizado el estudio Una transitoria tampoco sirve a los interinos. A partir de los resultados obtenidos en las oposiciones de 2007 en esta comunidad autónoma, Pérez llega a la conclusión de que “la transitoria en su primer año sólo ha servido para cambiar la antigüedad de los interinos que acceden”.

Según Luis Prieto, portavoz de SIDI, “mientras que otros años, los interinos que aprobaban mayoritariamente en la Región de Murcia eran los que llevaban trabajando meses o como mucho un año, en 2007 la mitad de los aprobados han sido interinos con más de cinco años de antigüedad”. Prieto considera este hecho “positivo, porque han aprobado muchos interinos que estaban estancados”. Aunque este aspecto depende de cada región.

En Cantabria, por ejemplo, la mayoría de interinos que aprobó fueron aquellos que llevaban menos de dos años de experiencia docente. En Aragón, el 53,3% de los profesores que consiguieron plaza estable fueron interinos con cuatro o más años de experiencia. En Andalucía, sin embargo, el 69% de los interinos seleccionados acumulaban más de diez años de ejercicio.

Espadas también considera que algunas comunidades autónomas han contribuido a consolidar los puestos de trabajo de los interinos más que otras, sobre todo a través de la sustitución de la prueba B2 de las oposiciones –la encerrona– por un informe realizado por la Administración. Además, en varias regiones se ha prescindido de exámenes prácticos en la mayoría de asignaturas. “En Extremadura, por ejemplo, han tenido informe y no exámenes prácticos, pero en Madrid todo lo contrario”, lamenta el portavoz de Indoma.

Las posibles soluciones
Para los sindicatos de interinos, el proceso alivia en parte los problemas de este colectivo, aunque no satisface totalmente sus aspiraciones. Nicolás Espadas, de Indoma, cree que “el nuevo sistema no está sirviendo para los interinos que llevan mucho tiempo trabajando, ya que siguen siendo pruebas memorísticas que favorecen más a los que acaban de terminar la carrera y tienen los temarios recientes”.

Luis Prieto, representante de SIDI, opina que “los años de experiencia deberían tener más peso, ya que lo máximo a lo que se puede llegar con la antigüedad es a 2,8 puntos de los 4 puntos que se obtienen a partir de los méritos”. Ignacio Pérez, de Clinde, ve más lógico “un modelo donde se evalúe la experiencia conjugada con la sapiencia, un sistema que sirva para siempre, sin transitorias”. Él propone un modelo de competición por puntos con pruebas tipo test y máximo peso de la experiencia.

El sindicato andaluz SADI, por su parte, tiene elaborado el Informe Ariño, que dibuja un acceso diferenciado a la función pública. Se guarda un número de plazas para interinos, con el fin de no competir con los opositores libres, e incluso el tiempo de experiencia permitiría acceder directamente a la función pública.

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