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El indicador de nivel de formación de los jóvenes baja hasta el 60%

Sigue cayendo el nivel educativo de los jóvenes, que ya está en niveles similares a los obtenidos en 1995. A dos años de los objetivos de Lisboa, España sigue alejándose en este indicador y ya se encuentra a 25 puntos de conseguirlo.
José M. LacasaMartes, 3 de febrero de 2009
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El nivel educativo de los jóvenes españoles ha vuelto a caer en 2008, y por primera vez desde 1995 está en el 60%. Este indicador es uno de los Objetivos de Lisboa 2010 y mide el porcentaje de jóvenes entre 20 y 24 años que han obtenido al menos el título de Secundaria superior (Bachillerato o FP de Grado Medio). La meta marcada para todos los países para dentro de dos años es del 85%, y aunque sabemos desde hace años que es matemáticamente imposible que España la alcance, tampoco era previsible estar el número 25 de los 27 países de la UE y en riesgo de que los dos que quedan por detrás –Malta y Portugal– nos puedan “adelantar” para 2010.

Lo cierto es que España en 2000 tenía un 66% de jóvenes entre 20 y 24 años con un título de Secundaria superior, mientras que Italia tenía un 69,4%, Portugal un 43% y Malta un 41%. En 2007, último año del que hay datos de todos los países en Eurostat, España había empeorado cinco puntos, Italia nos sacaba 15 de ventaja, mientras que Malta y Portugal ya estaban a sólo seis y ocho puntos respectivamente. El problema añadido es que los países que van por detrás mejoran, y España empeora por tercer año consecutivo, por lo que para 2010 podemos vernos como “farolillo rojo” de la UE.

Es más, los datos indican que España no ha tocado fondo en este indicador: primero, porque el fracaso escolar, que es el responsable en España de que las tasas de graduación en posobligatoria, está en 2006 en el 30,8%, mientras que hace cinco años estaba en el 26,6; segundo, porque las tasas de Bachillerato siguen cayendo, mientras que las de FP de Grado Medio comienzan a estancarse; y tercero –con un efecto mucho menor– por la inmigración. Como puede verse en el gráfico, la inmigración supone sólo 2,9 puntos menos de niveles de graduación: si contamos sólo a los nacidos en España, el indicador estaría en el 62,9% y seguiríamos el 25 de 27 países.

Igual que el fracaso
La situación por comunidades autónomas deja otra vez traslucir el esquema norte-sur muy similar al de los datos del fracaso escolar: el tercio noroccidental de la península, junto con Madrid, va mejor que la media; Cataluña, Comunidad Valenciana y La Rioja alrededor del promedio y la mitad sur y archipiélagos por debajo del total de España.

Navarra y País Vasco se destacan en cabeza y son los únicos que tienen alguna posibilidad de cumplir el objetivo europeo del 85%. Por debajo, Castilla-La Mancha, Murcia y Baleares sólo consiguen un tasa de titulación en Secundaria superior alrededor del 50%, por lo que les separan más de treinta puntos del objetivo europeo. Ceuta y Melilla siguen descolgadas, aunque su muestra es muy pequeña para sacar conclusiones.

Aunque la evolución española en general empeora significativamente, el tamaño de las muestras impide llegar a conclusiones con respecto a la evolución de las comunidades autónomas en los últimos cinco años. Tan sólo es posible asegurar que Asturias mejora significativamente entre 2003 y 2008, pasando del medio de la tabla a los puestos de cabeza. Justo el camino inverso ha seguido Madrid, aunque tras empeorar 6,7 puntos sigue claramente por encima de la media. La otra comunidad que empeora significativamente es Castilla-La Mancha, que sigue así en los puestos de cola.

¿Por qué seguimos cayendo?
La aplicación de la Logse
Esta Ley retrasó en dos años la obtención del título de Formación Profesional: de FP I (que se obtenía con 16 años) a FP de Grado Medio (que se obtiene con 18). Esto produjo una discontinuidad en la serie que explica parte del bache que se inicia en el año 2000 (parte porque también ese año comienzan a bajar las tasas de Bachillerato, que no se tendría por qué ver afectadas). Claro que el bache estaba previsto cubrirlo en cuatro años y ya llevamos ocho…

Inmigración
La inmigración está afectando cada vez más al indicador: si en 2003 la diferencia entre el indicador total y el indicador sin inmigrantes comenzaba a ser significativa (1,1 puntos) , en 2008 la diferencia es ya de 2,9 puntos. Es decir, de los 40 puntos de fracaso, tres corresponden a los nacidos fuera de España y 37 a los españoles. O, lo que es lo mismo, el peso de la inmigración en el fracaso no llega ni al 8%.

Un sistema ineficiente
Un sistema que deja sin título de ESO al 31% de la población no puede ni soñar con que el 85% obtenga un título de Secundaria superior, sobre todo si la no obtención del primer título deja sin posibilidad de obtener el segundo. Porque es ese 31% el que, sumado al abandono tras la ESO, causa la mayor parte de los malos resultados en este indicador. Los últimos datos de la Logse se están revelando aún peores que las peores previsiones.

Abandono temprano
Este indicador es muy similar al del abandono educativo temprano. La diferencia estriba, en España, en las enormes tasas de repetición que tenemos en la postsecundaria: el abandono no cuenta a los alumnos que siguen estudiando tras los 18 años, pero el nivel educativo de los jóvenes cuenta a todos entre los 20 y los 24 años.

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