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La baja nota de acceso es una de las variables del abandono futuro

Existen unos perfiles de estudiantes que tienen tendencia al abandono

Paloma MoréJueves, 29 de octubre de 2009
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¿Tienen todos los estudiantes la misma probabilidad de acabar su carrera? Según unos investigadores de la Universidad de Granada y de la Universidad de Jaén la respuesta es no. El equipo docente ha elaborado un modelo estadístico con el fin de establecer la probabilidad de abandono de los estudiantes universitarios. Muchas de las causas hay que encontrarlas en los niveles preuniversitarios.
“Es evidente que existen unos perfiles de estudiantes que tienen más tendencia al abandono de los estudios que otros”, explica la profesora de estadística Inmaculada Roldán. Precisamente “con esta idea en mente se solicitó un proyecto para identificar dichos perfiles basándonos en el uso de técnicas estadísticas y a través de datos históricos.”
Fue la Universidad de Granada quien les facilitó las bases de datos en las que estaban registrados los más de 60.000 estudiantes que han servido de muestra para el estudio. Una vez tuvieron los datos, los autores de la investigación analizaron nada menos que la historia completa de los alumnos que han pasado desde 1992 por las Facultades de Filosofía y Letras, de Ciencias Económicas y Empresariales y de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías de Informática y Comunicación de dicha Universidad.

Variables de abandono
Los resultados de la investigación apuntan a una serie de variables que reiteradamente se repiten en la explicación del abandono en todas las disciplinas. Estas variables, son, entre otras, edad de inicio, estudios del padre y de la madre, rendimiento, éxito, nota media en la titulación, nota y modalidad con la que los alumnos acceden a la carrera y en algunos casos también, el número de convocatorias utilizadas para aprobar.

Por otro lado, las conclusiones apuntan a que la tasa de abandono de los estudiantes de Informática era del 49,5% y entre los de Economía y Empresariales, de un 43,6%, mientras que entre los estudiantes de Filosofía y Letras ésta ascendía hasta el 63,5%.

Efectivamente, de las tres facultades, Filosofía y Letras es la que acumula las características que favorecen en mayor medida el abandono, esto es, la edad de inicio más alta, la nota de acceso más baja y el mayor porcentaje de estudiantes que accede superando las pruebas para mayores de 25 años (un 14,4%), mientras que en las otras dos facultades está en torno al 10%.

Como explica la profesora Concepción Roldán, “los estudiantes que tienen una nota de acceso baja y que tienen menos posibilidades de elegir la titulación deseada o que inician sus estudios después de los 25 años, pueden presentar una mayor indecisión a la hora de decidirse por una disciplina para formarse. En estos casos, el cambio de titulación genera abandonos en la disciplina que se deja. “Por tanto, los más indecisos tienen más papeletas para interrumpir sus estudios antes de llevarlos a término”.

Si la edad de inicio de los estudios es fundamental, la edad y el lugar de procedencia, en cambio, son irrelevantes. Entre las 23 variables que se han considerado éstas son algunas de las que tienen menor incidencia. Dentro de una comunidad más o menos homogénea es previsible que el origen no tenga demasiada importancia, pero las diferencias en el nivel cultural de los padres, que sí son relevantes según la investigación, están a menudo relacionadas con el lugar de origen.

Probable abandono
No obstante, según Roldán “los modelos de regresión logística que permiten calcular la probabilidad de abandono de un estudiante de las facultades analizadas, podrían utilizarse en otras facultades porque, en general, los alumnos de otras ciudades o facultades españolas presentan unas características muy similares a los nuestros”.

Aunque en este trabajo pionero sólo se haya contemplado una universidad pública, la autora no excluye la idea de adaptar el modelo para que pueda ser utilizado por otras universidades del país, tanto públicas como privadas, porque “si el centro considera que sus alumnos son muy distintos y piensa que ninguno de los modelos es adecuado, éste podría obtener un modelo propio. Desde el punto de vista informático, se ha seguido un método basado en Almacenes de Datos (Data Warehouse) que es lo suficientemente general como para adaptarse a cualquier otra situación”.

Otro aspecto interesante de la metodología que se ha seguido es que el propio diseño del estudio incluye la posibilidad de hacer análisis periódicos de la información para alertar automáticamente a los profesores o tutores cuando se encuentre un caso concreto en el que podría actuarse para evitar el abandono del estudiante.

De esta forma, la atención a los estudiantes sería más eficaz, como explica la profesora Roldán. “Hoy en día son muchas las universidades que están implantando Planes de Acción Tutorial para orientar a nuestros estudiantes. En general, no es posible dar esta atención personalizada a cada alumno por el simple hecho de que hay muchos alumnos y pocos profesores. Sin embargo, si cada universidad calculara la probabilidad de abandono de sus alumnos, pensamos que los planes podrían ser más efectivos si no pasaran por alto los alumnos con un mayor riesgo de abandono”.

Por otro lado, tampoco se descarta que pudiera aplicarse un modelo similar para los estudiantes de Secundaria, donde el abandono educativo es notable. Sin embargo, según Roldán habría que adaptarlo, puesto que hay variables que se han utilizado en el estudio que no tendrían sentido para alumnos de ESO o Bachillerato, como la nota de acceso o la convocatoria más frecuente utilizada para superar las asignaturas.

De momento es pronto para hablar sobre la eficacia del modelo en la práctica de las aulas, pero por ahora el estudio está teniendo una buena repercusión. Ha sido publicado en Computers and Education, una revista científica relacionada con la Educación y las nuevas tecnologías y se ha defendido en varios congresos internacionales relacionados con temas docentes.

 

El doble por problemas económicos

 

El ministro de Educación, Ángel Gabilondo, se ha comprometido a aproximar la dotación de las becas-salario al salario mínimo interprofesional, en respuesta a la pregunta de la senadora de CiU, Rosa Núria Aleixandre, en la sesión de control al Gobierno de la semana pasada. En este sentido, la senadora ha destacado que “es un primer paso que el ministro reconozca que este tipo de ayudas resultan insuficientes”.

Aleixandre también reclamó que en el ámbito universitario se reconozca que es imposible compatibilizar estudios con trabajo. “Si un alumno tiene problemas económicos tardará el doble que otro al finalizar su formación”, dijo la senadora catalanista.

 

También exigió que la Aneca se convierta en un organismo estatal en la línea de las demás agencias europeas. Además, pidió que se echen adelante los decretos de la carrera docente investigadora y que se hagan públicos los indicadores económicos académicos y de investigación.

 

Aleixandre también reclamó la creación de una Secretaría de Estado de Universidades y constató la descoordinación entre el Ministerio de Educación y el de Ciencia e Innovación. Con respecto al máster en Medicina y Arquitectura, Aleixandre instó a Gabilondo a encontrar una solución.

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