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“A la hora de concretar asuntos fundamentales la respuesta del Ministerio fue ‘no”

Moneo cree que para alcanzar un Pacto no sólo bastan declaraciones de buenas intenciones sobre la enseñanza del castellano o la libertad de elección de los padres, sino que hay garantizarlas con medidas concretas.

Adrián ArcosMartes, 18 de mayo de 2010
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Sandra Moneo. (Foto: Jorge Zorrilla)

Sandra Moneo nos recibe en la sede del PP en Madrid, en calle Génova. Muestra mucha firmeza en sus críticas al planteamiento que el Ministerio ha hecho del Pacto. Ella es consciente de que no tenía que contener el 100% de las propuestas de un partido, pero sí está segura de que si es un Pacto de Estado tiene que abordar, por una parte, temas de Estado, y por otra, medidas importantes como para mejorar y reformar el sistema educativo.

¿No hubiera sido bueno para nuestro sistema educativo sacar adelante el Pacto, aunque no contuviera todas las medidas que el PP considera necesarias?
Hubiera sido una farsa firmar un Pacto que al final no contenía no sólo las medidas imprescindibles para mejorar el sistema educativo español, sino para reformarlo. Hay que cambiar para mejorar, porque el sistema educativo tiene graves problemas. Y eso no lo dice el PP, lo dicen los indicadores nacionales e internaciones, lo dicen los profesores, los padres, la comunidad educativa… Ahora nos sorprende que el ministro, después de que se hayan cerrado las conversaciones y el Pacto no haya sido posible, diga que España tiene un buen sistema educativo. Esto demuestra que partíamos de dos premisas diferentes. Que el Ministerio quería blindar el modelo actual y que el PP quería cambiar para mejorar.

¿No cree que el último documento suponía un avance con respecto a los anteriores en temas como el castellano o la libertad de elección?

No estoy de acuerdo en que hubiera demasiados avances. Creo que era un documento excesivamente ambiguo hasta el punto de que podía decir una cosa y la contraria en cuestión de líneas. Cuando hablamos de libertad de los padres, ésta no puede estar supeditada a la programación de una administración educativa. Dejar que sean las comunidades autónomas las que digan si un padre tiene o no derecho a elegir un centro para su hijo, supone la vulneración de un derecho fundamental que recoge la Constitución. En cuanto a la enseñanza del castellano no basta con una declaración de buenas intenciones, sino qué medidas se van a poner en marcha para garantizarla. Entre otras razones porque existe en estos momentos una ley autonómica –la Ley de Educación de Cataluña (LEC)–, recurrida ante el Constitucional por el PP pero no por parte del Ministerio, donde se produce un ataque frontal a la enseñanza del castellano. Por lo tanto, cuando se pretende suscribir un Pacto de Estado hay que concretrar medidas y saber cómo se van a desarrollar.

La secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, pidió al PP que indicara las propuestas con las que no son capaces de llegar a un acuerdo.

Las propuestas son extremadamente generalistas. Una propuesta concreta que debería desarrollarse más y mejor es el Estatuto Docente. ¿Va a contemplar una verdadera carrera docente? ¿Por qué no se incluye el reconocimiento del profesorado como autoridad pública? Todavía nos preguntamos por qué el Ministerio no lo incluye, cuando si queremos mejorar la calidad es fundamental que exista un clima de tranquilidad y de confianza en las aulas, y cualquier profesor puede decir las situaciones complicadas que vive. Por otra parte, ¿ese Estatuto va a preservar los cuerpos nacionales del profesorado? Porque se decía que el Estatuto estaría supeditado a las leyes autonómicas. Una ley de aplicación en todo el territorio nacional no puede estar supeditada a una ley autonómica. En todo caso tendrán que ser las leyes autónomicas las que respeten las competencias del Estado, y a día de hoy los cuerpos nacionales del profesorado están rotos, precisamente por el apoyo del PSOE a la LEC. Quizá la señora Pajín se debería preguntar si quiere un solo sistema educativo o 17 sistemas distintos.

En cualquier caso, ¿qué propuestas apoyaría el PP si el ministro las lleva a las Cortes?
El ministro puede presentar propuestas concretas ma-ñana mismo en el Parlamento. Y si son para mejorar el sistema educativo, el PP las apoyará. Otra cuestión es que el ministro pretenda blindar el modelo Logse, que es para lo que desgraciadamente han servido todos estos meses.

¿Es cierto que se ha producido un cambio de actitud del PP en la negociación? ¿Al principio había más disposición a apoyar el Pacto?
Eso es una opinión del Ministerio. Yo le puedo decir que los que hemos participado en esas conversaciones hemos tenido desde el primer hasta el último día la percepción clara de que teníamos que hacer un ejercicio de responsabilidad. Y precisamente por responsabilidad con la sociedad española, el PP no ha firmado un Pacto que no iba a mejorar nuestro sistema educativo. Quizá la cuestión es que el PP comenzó las conversaciones con ese optimismo, con esa búsqueda de iniciativas por parte del Gobierno, y en el momento en que se tuvieron que concretar asuntos para nosotros fundamentales, la respuesta del Ministerio fue “no”.

¿Tiene la sensación de que el ministro ha dado todo de sí, o se ha sentido presionado por parte del partido?
Quizá el ministro no ha sabido, no ha podido o no le han dejado desarrollar sus propuestas, pero a la hora de la verdad el responsable ministerial es el que tiene que asumir el por qué un pacto ha fallado no sólo dentro del mundo educativo, sino que no ha sido suscrito por el arco parlamentario.

¿No cree que el ministro lo ha tenido muy difícil para aunar distintas propuestas?

Eso es una reflexión que tendrá que hacer el Ministerio. Evidentemente había temas de Estado que debían ser acordados por los dos grandes partidos, que a día de hoy son los que el sistema democrático ha decidido que gobiernen alternativamente España.

El ministro ha lamentado que el debate no haya ido en dirección educativa, sino en otras, como la lengua y la vertebración del Estado.

A mí me dejaron perpleja esas declaraciones. La cuestión es qué entiende el actual ministro por ser ministro de Educación. Porque si piensa que no tiene que influir o legislar en materias que afecten al contenido de las enseñanzas comunes, ni garantizar por ley que el castellano sea lengua vehicular en todas las etapas educativas, entonces ¿a qué se dedica el ministro de Educación?

¿Qué va a hacer el PP si llega al Gobierno?
Cualquier reforma tiene que estar ampliamente consensuada y nosotros lo intentaremos. Existe un documento que presentamos en enero ante la opinión pública que recoge todas nuestras propuestas e iniciativas. A mí lo que me sorpende es que, diez años después de satanizar la LOCE, el Gobierno intente abrir la puerta en 4º de ESO a posibles vías que ya contemplaba aquella ley, los famosos itinerarios que en aquel momento tantos calificativos despectivos recibieron por parte del PSOE. En estos momentos el PP pone encima de la mesa un Bachillerato de tres años, porque tenemos el más corto de Europa. Sabemos que esta etapa ahora mismo no aporta a los alumnos la formación precisa para dar el salto hacia la enseñanza superior. ¿Tenemos que esperar otros diez años para que los socialistas reconozcan que la Secundaria necesita una profunda transformación, que necesitamos un Bachillerato mucho más sólido?

OTRAS REFLEXIONES

  • Dar explicaciones

“Es el Ministerio ahora el que tiene que dar explicaciones ante la opinión pública, porque recordemos que no sólo el PP no ha suscrito el documento. Tampoco lo ha suscrito ningún grupo político ni la mayoría de la comunidad educativa, por lo tanto algo ocurrirá con la propuesta del Ministerio”.

  • Temas de Estado

“Nos hemos encontrado que el Ministerio no aborda temas de Estado. Ante un Pacto de Estado que no aborda temas de Estado en el ámbito educativo, ¿para qué quiere al principal partido de la oposición?

  • Evaluación censal

“Para nosotros era fundamental la existencia de una evaluación, pero no muestral, sino censal, a todos los alumnos, a todos los centros, de ámbito nacional, y que no sólo tuviera un componente orientativo, sino que permitiera detectar problemas para que tanto el Ministerio como las administraciones competentes pudieran abordar las suficientes actuaciones como para mejorar, para ayudar a aquellos alumnos que tuviesen mayores problemas y para incentivar y premiar a aquéllos que obtuviesen mejores resultados”.

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