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Una materia mal diseñada y con poco bagaje científico


Se cumplen dos años de la implantación de esta nueva asignatura en 1º de Bachillerato, cuyo objetivo era dotar a todos los alumnos de una cultura científica básica. Ahora los profesores debaten sobre sus resultados.
Adrián ArcosMartes, 28 de septiembre de 2010
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Hace justo dos años, una nueva asignatura obligatoria se implantaba en el primer curso de Bachillerato, con el objetivo de dotar a todos los alumnos, tanto de Ciencias como de Letras, de una cultura científica básica. Se trata de Ciencias para el Mundo Contemporáneo, aquella materia que tanta polémica generó en su día, pero que ahora parece haberse quedado en un simple hecho sin importancia ya pasado.

Ya nadie habla de esa asignatura que, recordemos, fue tachada de adoctrinadora –junto a EpC– por sus contenidos sobre bioética, ingeniería genética, clonación, células madre o cambio climático. Aunque el núcleo importante también lo conforman temas como la nanotecnología, la astronomía, la informática, la evolución o la energía.

Además, al contar con un temario tan diverso y polivalente, surgió una especie de pugna entre colectivos de profesores para determinar qué especialidad debía impartirla. Por un lado, los profesores de Filosofía la consideraban un área propia, sobre todo por tratar cuestiones de filosofía de la ciencia y sus consecuencias éticas, y porque ellos mismos contribuyeron a la realización del currículo. Pero finalmente el Ministerio la terminó asignando a físicos, químicos, biólogos y geólogos.

Por otra parte, al introducir la nueva materia, fue necesario realizar un reajuste horario en 1º de Bachillerato, lo que provocó la reducción de la carga lectiva de otras asignaturas de ese curso, hasta el punto que algunas comunidades autónomas optaron por eliminar completamente las horas dedicadas a la Tutoría.

Pero dos años después, el debate sigue abierto. ¿Se ha terminado convirtiendo en una “maría”? ¿Podría incluirse el temario en otras asignaturas? ¿Están los profesores lo suficientemente preparados para impartirla? ¿Se ha conseguido plasmar en el alumno una cultura científica básica?
Para responder a estas preguntas, nos hemos trasladado hasta la Facultad de Ciencias de la Universidad Complutense de Madrid, donde se encuentran las Reales Sociedades Españolas de Física y Química, compuestas cada una por más de 3.000 socios, la mayoría de ellos profesores de instituto y universidad. En esta ocasión nos acompañan seis representantes de las dos sociedades, entre ellos Nazario Martín, presidente de la Real Sociedad Española de Química (RSEQ), y Carmen Carreras, vocal de la junta de gobierno de la de Física (RSEF).

¿Una asignatura necesaria?
Ninguno de los representantes de las dos sociedades le quita importancia a la asignatura, pero sí que se muestran descontentos con el diseño y la estructuración del temario. Para Nazario Martín, “el ciudadano libre del siglo XXI está obligado a tener un conocimiento de las ciencias, ya que es la única forma de entender el mundo en el que vive”. Él se pregunta “cómo una persona puede opinar sobre aspectos éticos que tengan que ver con el genoma humano o las células madre si no sabe lo que son”.

Carlos Herrán, profesor de Física de instituto, recuerda que “ya lleva muchos años en el contexto europeo debatiéndose sobre las conexiones entre la tecnología, la ciencia y la sociedad, de forma que, hasta la última reforma existió en 2º de Bachillerato una asignatura que se llamaba Ciencia, Tecnología y Sociedad”.

Sin embargo, a pesar de la importancia, en la práctica se ha terminado convirtiendo en una “maría”. Como explica Herrán, “en Bachillerato, a los alumnos que están matriculados con perspectiva académica sólo les interesa aquello que marca su itinerario hacia la PAU, por lo que los alumnos de Humanidades y Ciencias Sociales la consideran una ‘maría’ o incluso una imposición”. Además, él asegura que “muchas veces los propios profesores ven a los alumnos como ‘pobrecillos’ por tener que cursar esta asignatura, por lo que al final se convierte de hecho en una ‘maría”.

Incluirla en otras materias
¿Podría amortizarse por otras materias? Para Manuela Martín, del grupo de didáctica de Historia de la Física y la Química, “incluir estos temas nuevos en la misma asignatura de Física y Química sólo serviría para los alumnos de Ciencias, ya que a los de Humanidades o Ciencias Sociales los dejaríamos sin conocimientos, y ésta es una asignatura general”. Además, Carmen Carreras recuerda que el número de horas es tan reducido en Física y Química que no daría tiempo a explicar otros temas.

Para Raimundo Pascual, del grupo de didáctica de Química, “el origen del problema hay que buscarlo en la distribución de horas de Física y Química en la ESO, ya que esta materia únicamente es obligatoria en el tercer curso, por lo que los alumnos pueden llegar al Bachillerato sin apenas cultura científica básica”.
¿Están los profesores realmente capacitados para impartir la asignatura? Carmen Carreras cree que “esa cantidad de temas tan variados hace imposible que un solo profesor pueda ser efectivo a la hora de abordarla”.

Para Manuela Martín, “lo ideal sería que no la impartiera un único profesor, ya que hoy en día los docentes están bastante especializados, y si al final le toca impartirla al de Física, quizá no pueda explicar los últimos avances en biología, y quizá tampoco tenga la visión de muchos conocimientos para poder hacer una síntesis”.

Pero Carlos Herrán puntualiza que “hay una trama organizativa en los institutos a la que hay que acogerse, y que hace muy complicado que una asignatura pueda ser impartida por varios profesores”. Él, que es también director del IES “Gran Capitán” de Madrid, conoce bien la situación y asegura que “muchas veces la imparte el departamento al que le faltan horas, ya sea de Biología y Geología, o de Física y Química”.

Sin formación previa
Por su lado, Francisco Sotres, del grupo de didáctica de Física, echa en falta que “en la asignatura hubiera una formación previa del profesorado para poder impartirla con dignidad”. Él mismo asegura que “incluso en temas candentes de Física, tengo que ir actualizándome porque si no te quedas desfasado”.

Nazario Martín advierte que “al ser temas tan generales, el profesor se detiene en los que él domina, pero en el resto va por encima, con el riesgo de que no transmite la clave de esos grandes temas”. Para el presidente de la RSEQ “al final queda en un temario tan light que el alumno no es capaz de percibir la importancia de la asignatura, por lo que automáticamente la termina catalongando de maría, y como tal no puede recibir más atención”.

A pesar de todos los defectos, Carlos Herrán considera que “es la única solución que existe, ya que es de vergüenza que el último año obligatorio de ciencias sea 3º de ESO con un programa de Física y Química de tan sólo dos horas semanales”, por lo que él opta por “cuidarla y mantenerla, ya que es lo único que tenemos para que los alumnos adquieran un ligero barniz científico”.

EL GRAN PROBLEMA: LA FÍSICA Y LA QUÍMICA EN LA ESO

  • Hablamos del escaso bagaje cultural que proporciona la asignatura de Ciencias para el Mundo Contemporáneo, pero el problema no es precisamente esta nueva materia. Muchos alumnos llegan al Bachillerato habiendo cursado sólo dos horas semanales de Física y Química, y sólo un porcentaje reducido termina la ESO con los conocimientos mínimos que se suponen necesarios para acceder al Bachillerato científico y tecnológico.
  • No es hasta 3º de ESO cuando Física y Química aparece de forma independiente, con una carga lectiva de sólo dos horas semanales, mientras que en 4º la materia dispone de tres horas semanales pero es optativa, lo que llevará a muchos alumnos a preferir otras que les resulten teóricamente más fáciles de superar. Esto significa que una gran parte de alumnos acaba la enseñanza obligatoria sin una cultura científica básica.
  • Sin embargo, un aumento de horas tampoco resolvería el problema, ya que habría que abordar también los contenidos, que se han ido emprobreciendo notablemente. Como señala el profesor Carlos Herrán, “en 3º de ESO se ha producido una selección que no permite más que un mero enunciado de definiciones, por lo que no existe un hilo conceptual que garantice el desarrollo de la asignatura”.
  • El profesor Herrán destaca también “el adelgazamiento de los temarios que llevan a cabo las comisiones de la PAU sobre el propio programa oficial de la Física de 2º de Bachillerato”. Ya no aparecen conceptos fundamentales de la mecánica y de la electricidad, ni el sistema de partículas (sólidos, rígidos, momentos de inercia), y la corriente alterna se conoce más por Tecnología que por la propia Física. La termodinámica también desaparece y apenas se profundiza en la física de fluidos en 4º de ESO.

EL REAJUSTE HORARIO
La incorporación hace dos años de Ciencias para el Mundo Contemporáneo en el primer curso de Bachillerato trajo consigo un nuevo reajuste horario que acabó perjudicando a muchas asignaturas:

  • Tutoría

La mayor perjudicada fue, sin duda, la Tutoría. Nueve comunidades vieron afectadas sus horas y la mayoría de ellas asistieron incluso a su completa eliminación. Las dos horas semanales fueron exterminadas en Aragón, Baleares, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura, Murcia y el ámbito propio del Mepsyd (Ceuta y Melilla). Cantabria redujo su carga horaria a una hora semanal.

  • Lengua

Cataluña, además, decidió disminuir la carga horaria no sólo de la Lengua castellana, sino también de la catalana. Murcia también optó por reducir el horario de esta asignatura, al igual que el ámbito del Ministerio, donde se suprimió una hora de Lengua castellana, además de dos horas de las optativas.

  • Historia de España

Uno de los casos más polémicos lo encontramos en Cantabria, donde los sindicatos organizaron movilizaciones y convocaron una huelga por el recorte de una hora a la Tutoría y de otra a la Historia de España. Galicia también suprimió una hora de Historia de España, de igual forma que Cataluña, aunque en esta última comunidad el nombre que recibe la asignatura es de “Historia” a secas.

  • Filosofía y Ciudadanía

Galicia y Cataluña también decidieron prescindir de una hora de Filosofía y Ciudadanía.

  • Aumento de horas

Otras comunidades, sin embargo, se inclinaron por aumentar las horas lectivas en esta etapa, con el objetivo de no trastocar al resto de asignaturas. Fueron Asturias, La Rioja y Madrid, con dos horas más, y la Región de Murcia con una hora más. Aragón, aun suprimiendo la Tutoría,tuvo que aumentar una hora.

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