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En el “Jacint Verdaguer” el reto es ir un paso por delante del futuro educativo

MAGISTERIO se acerca a uno de los centros TIC más avanzados. “En 2005, cuando empezamos nuestra investigación con pizarras digitales, no había prácticamente nada de este tema en el sector educativo", explica Francesc Morilla del CEIP “Jacint Verdaguer”de Castelldefels, Barcelona.

Laura Gómez LamaMiércoles, 13 de octubre de 2010
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«Siempre tiene que haber alguien que empiece a tirar del hilo. Así conseguimos dos pizarras para Infantil a través de un estudio con la Universidad Autónoma de Barcelona. La idea era que el profesorado jugase con ellas, con todo lo que significa jugar”, explica Francesc Morilla, coordinador TIC y profesor de Educación Física del CEIP “Jacint Verdaguer”de Castelldefels, Barcelona.

Fran, como le llaman sus compañeros y alumnos, explica que en aquel momento el equipo directivo vio que el futuro de la enseñanza iba por ese camino, lo que se sumó a la participación del colegio en el proyecto Autonomía de centro de la Generalitat de Cataluña, que proporcionó la financiación para la dotación de pizarras digitales con los objetivos de mejorar la cohesión social y los resultados académicos, así como de cambiar la metodología a través de las TIC. “Esto llevaba consigo la implicación de todo el profesorado, ya que lo más difícil en nuestro sector es que todo el claustro vaya a una y en 2008 ya teníamos todas las clases con PDI. Esto requería una salida al mundo, es decir, internet y, en 2007, el proyecto Eura de la Generalitat dotó de cable y wifi a todos los espacios del centro”, continua Francesc.

Según la directora del “Jacint Verdaguer”, Gloria Ruiz, “la clave del éxito del proyecto fue poner las pantallas y, tras una formación muy básica, dejar que los profesores jugaran para que cada uno fuera descubriendo las posibilidades que le ofrecían, intentando no hacer del proyecto algo impositivo para el docente con el fin de que les enganchara”.

Otro aspecto importante fue “ponerlo fácil, porque el primer día el docente hace el esfuerzo; el segundo, no. Por ello, al principio siempre había alguien a su lado para que todo funcionase y no hubiera ninguna inguietud. Si querían usar la PDI, la usaban y si no, no”, añade Francesc.

Los beneficios
El “Jacint Verdaguer” sigue manteniendo su media en los resultados y su directora cree que, “con todas las variables de cambio que hemos vivido en los últimos años, si no hubiésemos contado con la tecnología, probablemente no habríamos logrado mantenernos”. “Además –añade Montse Pérez, especialista en NEE–, en Educación Especial el numero de niños que salen del aula es menor, pues la PDI sirve de refuerzo dentro del aula porque se adapta a sus necesidades”.

Según la directora del “Jacint Verdaguer”, sólo hay que observar para apreciar los beneficios del proyecto. “El otro día, explicando la unidad del Universo, un alumno de cuarto nos presentó un power point elaborado por el mismo con toda la información que había encontrado para facilitar el aprendizaje a sus compañeros. Esto significa que el alumno es capaz de avanzar en su aprendizaje e incluso de ayudar a los demás”, comenta Gloria.

Pero hay que tener en cuenta a toda la comunidad educativa y formar también a los padres. “Actualmente el centro ha comprado una plataforma, donde estarán todos los contenidos libres y los chavales pordrán colgarlos y descargarlos. Eso nos ha planteado hacer una formación a los padres”, dice Francesc. “En cuanto al futuro–finaliza–, creemos que el software controlador de aula es ya una exigencia”.

Resultados

• Toda esta dotación tecnológica buscaba una mejora de los resultados que, hoy por hoy, no se ha hecho muy patente, “pero es que ni siquiera las pruebas de evaluación se han amoldado aún a la metodología que empieza, por lo que el cambio real se va a producir a partir de ahora”, comenta el coordinador TIC.
• “No lo podemos constatar con números pero nos damos cuenta de que aspectos como la expresión oral han mejorado bastante. Hace poco nos quedamos muy sorprendidos, en una presentación, con la desenvoltura con la que hablaban los niños y con que no les diera vergüenza hacerlo en público”, añade la Gloria Ruiz, directora del centro.
• Según Aitor Echarri, tutor de 2º de Primaria, “los alumnos que llevan inmersos en el proyecto desde el principio tienen una alfabetización tecnológica que supera a veces a la del profesorado”. “Pero eso no es malo –explica Francesc–, pues significa que los niños asimilan los conocimientos y los desarrollan”.
• Montse cree que tienen menos problemas de comportamiento porque los alumnos están más motivados y que pasar de la clase magistral a la interactiva les ha hecho cambiar hacia una actitud más participativa. “Se trata de un aprendizaje compartido en el que adaptamos los contenidos a lo que a los niños les interesa”, añade Aitor.

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