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“Sin el sindicato, el trabajador pierde. Somos la última barrera”

Eduardo Sabina, responsable de acción sindical de FETE-UGT, asegura que los recortes ejecutados por el Gobierno de Aguirre están repercutiendo negativamente en la atención al alumnado.

Laura del PozoMiércoles, 10 de noviembre de 2010
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Eduardo Sabina en la sede de UGT (Foto: Jorge Zorrilla)

El pasado mes de junio el curso se cerró con una serie de recortes, con los que la Consejería de Educación daba respuesta al plan de austeridad puesto en marcha por el Gobierno de Aguirre. Así, los interinos vieron como su paga de verano se reducía a lo correspondiente por los días trabajados; los docentes asistieron a la supresión de las licencias por estudios, y los sindicatos celebraron la despedida de buena parte de sus liberados.

Varios meses después y con las elecciones a la vuelta de la esquina, MAGISTERIO entrevista a Eduardo Sabina, de FETE-UGT.

¿Cuál ha sido el impacto de estas medidas?
Los recortes puestos en marcha por el Ejecutivo de Aguirre se han traducido en menos profesores y más alumnos en las aulas madrileñas. Por citar algunos problemas con los que nos topamos, señalar que se ha aumentado la ratio, se han suprimido unidades y ahora hay menos docentes para los desdobles, apoyos o compensación educativa. Todo esto está repercutiendo en la atención al alumnado.

En cuanto a los interinos… el hecho de que no cobren las vacaciones de verano cuando llevan más de cinco meses y medio trabajando, teniendo en cuenta que muchos de ellos tienen contratos discontinuos y deben trabajar a tiempo parcial, ha supuesto una agresión brutal.

En definitiva, se comprime la inversión al tiempo que aumenta el alumnado.

Este descontento no se ha traducido en movilizaciones, ¿por qué?
Llevamos años movilizándonos, ¡años!, ya que esta situación no es de ahora, sino que parte del 2000. Por ejemplo, la disminución de la inversión en la escuela pública, que no en la Concertada, se ha traducido en un empeoramiento de las condiciones del profesorado; se firmaron dos acuerdos sociales –uno en 1999 y otro en 2005– no han tenido continuidad en el tiempo. Es más, a día de hoy no existen señales de que se vaya a negociar ningún documento de este tipo. Con este panorama, donde apenas se ven resultados, tenemos que entender que los docentes estén desanimados.Aun así, desde el anuncio de este nuevo recorte se han realizado dos concentraciones y hay prevista una nueva para el 18 de noviembre. Al mismo tiempo se está realizando una campaña de envío de resoluciones de toda la comunidad educativa a la Consejería.

En cuanto al Acuerdo por la Educación, ¿existe la posibilidad, o al menos la voluntad, de que se firme uno nuevo?
No lo sabemos. Por el momento, el contacto con la Administración es prácticamente nulo. Es más, con esta consejera me he sentado una vez a hablar. Quizá si se produjese un cambio de Gobierno la situación mejorase, porque con Esperanza Aguirre al frente la situación va a seguir como está.

La disminución de liberados sindicales y el escaso apoyo social, ¿os han hecho replantearos la manera de trabajar de los sindicatos?
Vamos a ver, porque son dos cosas distintas. Por un lado, la reducción en el número de liberados sindicales se va a sentir, sobre todo, en la atención a los centros. Hay que tener en cuenta que hemos sufrido un recorte de aproximadamente 2/3 de la plantilla, que en el caso de FETE-UGT se traduce en que actualmente contamos con 11 liberados. ¡11 para atender a cerca de 1.700 centros! Esto nos ha hecho cambiar nuestros mecanismos de acción sindical, ya que ahora no podremos visitar los centros tanto como quisiéramos, así que habrá que recurrir al mail y al apoyo de nuestros afiliados. Nosotros, como equipo de trabajo, nos encargaremos de producir información y atender las consultas en la sede.

En cuanto a la valoración social del sindicato, parece que cuando hablamos de liberados nos referimos a gente que no hace nada, y no es cierto, tenemos mucho trabajo y ninguna compensación económica, percibimos menos sueldo que en nuestros centros de trabajo. Es más, desde hace tres años no recibimos la aportación de la Comunidad de Madrid como firmantes del Acuerdo Sectorial. Ahora mismo gestionamos la acción sindical únicamente con las cuotas de nuestros afiliados.

Y si no tenéis dinero, ¿cómo lo hacéis?
Somos muy austeros. Resistimos, pero te aseguro que no es ningún chollo. Por ejemplo, en mi caso, si estuviese en un centro, podría acceder a alguna responsabilidad y cobraría algún complemento. Aquí trabajo más horas y mi salario es el sueldo base de un profesor, más trienios y sexenios.

Creo que la labor del sindicalista tiene mucho de convicción personal, se hace por ideología. Es más, si hay que volver a dar clase por la mañana y a trabajar en el sindicato por la tarde, se hará.

Entonces, ¿los recortes no van a disminuir la presión sindical?
En absoluto. Los sindicatos sólo pueden informar de lo que está pasando y denunciar esa situación en los marcos previstos para ello, y si la acción lo requiere, se presiona. El modelo de acción sindical siempre ha sido negociación y presión.

¿Por qué FETE-UGT es un sindicato necesario en estas elecciones?
En este momento es fundamental el planteamiento de un sindicato de izquierdas y UGT es una organización que apuesta por un modelo de enseñanza pública, con una escuela integradora y de calidad. Ese es nuestro modelo. Además, tenemos que lograr que el profesorado se dé cuenta de que sin la presencia de sindicatos que garanticen el cumplimiento de sus derechos, el trabajador está vendido; nadie llevará adelante sus reivindicaciones y las negociaciones colectivas. Somos la última barrera.

Este curso las elecciones vienen con novedades.
Así es. Este año hemos conseguido que haya mesas electorales en cada centro, con lo que se ahorra tiempo y los profesores no tienen que desplazarse. Es un sistema que ya se ha puesto en marcha en otras comunidades como Valencia y Galicia, y con el que esperamos que la participación llegue al 80%.

¿Cuál va a ser el aspecto central de vuestra campaña?
Bueno, más que epicentro de una campaña es una denuncia y una demanda. FETE-UGT considera que el principal problema de la escuela pública madrileña es la falta de recursos. Este año hemos vivido la puesta en marcha de medidas como la Ley de Autoridad Docente,  que no cuenta con dotación de recursos a los centros. Además, vemos cómo la Comunidad apuesta por implantar programas de mejora en los que no se contempla el apoyo al alumnado sin posibilidad de seguirlos.

Es necesario que los profesores dispongan de  herramientas suficientes para poder atender a todos.

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