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Los beneficios del agua para los trastornos del desarrollo

El CEIP “Rosa Montero” de Parla (Madrid) es un centro de integración preferente de alumnado con Trastornos Generalizados del Desarrollo (TDG) para la etapa de Educación Infantil. Además de tener su grupo de referencia en las clases ordiarias, también desarrolla su actividad lectiva en el Aula de los sueños, donde se encuentra María, la especialista en Audición y Lenguaje,
Beatriz, la técnico integradora social, y Aroa, técnico en prácticas.

Martes, 5 de abril de 2011
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La propuesta que contamos en este espacio se llama Al agua patos y se enmarca dentro del proyecto de alumnado con TGD Cuenta conmigo, cuento contigo y emana de la coordinación existente entre el equipo directivo, al cual represento como director, con los profesionales del Aula de los sueños citados con anterioridad.

La experiencia consiste en visitar la piscina un día a la semana durante una sesión de aproximadamente dos horas con el alumnado con TGD del centro. En la actividad participa Raquel –la jefa de estudios–, una de las tutoras de los alumnos con TGD –va rotando cada semana–, una de las especialistas del Aula de los sueños –también con rotaciones semanales–, Aroa y yo –Fernando, el director–, que imparto las sesiones debido a mis conocimientos en el ámbito de la natación.

El que asistan tantas personas a esta actividad se debe a que cada uno de los alumnos ha de estar acompañado de un adulto para la realización de la misma –especialmente en los vestuarios y en el trabajo en la piscina–, así como en la posterior vuelta al centro, que se realiza en transporte público –en concreto en el tranvía–. Esto se explica porque son las familias quienes llevan a los niños a la piscina para el inicio de la práctica. Todo ello queda recogido mediante las pertinentes autorizaciones que se piden previamente.

En las sesiones de trabajo realizamos actividades de familiarización con el medio acuático, equilibraciones, inmersiones y desplazamientos autónomos. Todo ello utilizando diferentes estímulos y materiales –churros, tablas, etc.–. Una vez planteada la experiencia, mis compañeras del Aula de los sueños explicarán el trabajo que a continuación se realizará en clase. Para ello nos coordinamos con las familias para informarlas en qué consiste el proyecto, la vestimenta que han de traer –chanclas, gorro, toalla…–, el lugar donde se va a llevar a cabo la actividad y la importancia de una pequeña aproximación previa del alumnado al medio como, por ejemplo, llevarle un día a la piscina.

Con los niños, el trabajo propiamente dicho lo realizamos a través de pictogramas e imágenes reales, utilizando la secuencia de los días de la semana en la que ellos colocan los signos correspondientes. Posteriormente, mediante el juego simbólico simulamos que una caja de cartón es una piscina; trabajamos la tarea de desvestirse quitándonos la camiseta, las zapatillas o los pantalones; entrenamos el proceso de ponerse el bañador, el gorro y las chanclas para poder acceder a la piscina para, finalmente, vestirse y peinarse de nuevo para volver al Aula de los sueños del centro.

Las primeras sesiones fueron un poco difíciles dadas las características de los pequeños. Pese a ello, la experiencia es muy enriquecedora ya que el trabajo en el medio acuático ofrece un amplio abanico de posibilidades para favorecer el desarrollo y aprendizaje de nuestros alumnos.

Integración como forma de educar
El director del CEIP “Rosa Montero”, Fernando Suárez Herrero, considera fundamental recalcar que este colegio es de integración en su totalidad, por lo que todos los proyectos y experiencias que se desarrollan en el aula y fuera de ella tienen como objetivo la participación de todos sus alumnos, tanto los que tienen Trastornos Generalizados del Desarrollo como los que no.

nnUna iniciativa que va en este sentido es el Proyecto de patios. Para ello, se dedica un espacio concreto del centro en el que todos los niños participan en juegos específicos y dirigidos por el tutor que corresponda a cada alumno, la maestra de Audición y Lenguaje y los técnicos integradores sociales.

Todos los proyectos que se desarrollan en el colegio surgen bajo la coordinación de los tutores, del equipo directivo y del equipo de orientación, que se reúnen cada 15 días para realizar las evaluaciones pertinentes. No obstante, el director destaca la responsabilidad que tiene el equipo de orientación en esta tarea diaria al estudiar y determinar cómo han de desarrollarse los juegos, en qué espacios, etc.

 

Fernando S. Herrero, María F. Martínez y Beatriz Bonet Moreno
CEIP “Rosa Montero” de Parla (Madrid)

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