Debate en torno a la figura de Emmi Pikler
En 1946 se hizo cargo de una casa de cuna en Budapest, ofreciendo a los pequeños una vida enfocada a preservar su desarrollo y evitar las carencias dramáticas de la ausencia de un lazo significativo con los padres.
Los objetivos del congreso han sido:
- Iniciación al pensamiento pedagógico de la doctora Emmi Pikler.
- Descubrimiento de la aplicación de los principios de la pedagogía pikleriana en la práctica educativa.
- Valoración del profesional, su sistema de actitudes y actuaciones, y las transformaciones en la relación educador-niño.
La ponencia inaugural corrió a cargo de Teresa Godall Castell, profesora de Formación del Profesorado de la Universidad de Barcelona, que abordó los cuatro principios de Emmi Pikler:
- La atención individualizada.
- La libertad de movimiento y la conquista de la autonomía.
- Un entorno estimulante y rico.
- Las relaciones personales estables.
Además, visionamos vídeos grabados en el Instituto Lóczy sobre los cuidados básicos y debatimos sobre las ideas.
El segundo día se realizaron grupos de trabajo dirigidos por expertas en: Libertad de movimiento y conquista de la autonomía en los más pequeños, con Mª Ángeles Cremades; La educadora: presencia respetuosa, con Teresa Godall; Relación del niño y el adulto en la atención a los cuidados básicos, con Montserrat Fabrés, y Espacios y materiales, con Azucena Linares. Después hubo una puesta en común.
Una vez más los profesionales de esta etapa, en su mayoría de escuelas de gestión indirecta, demostramos nuestro compromiso y nuestra preocupación por las políticas agresivas contra el primer ciclo de Infantil que se están desarrollando en la Comunidad de Madrid, dentro del planteamiento del congreso. Nuestra inquietud es y ha sido siempre la misma, ya que entendemos que criar a un niño y acompañarle en su desarrollo, constituye la gran ciencia de los pequeños detalles.
Para finalizar, hacemos nuestras las palabras de Emmi Pikler: “A lo largo del desarrollo de sus movimientos, el niño aprende no sólo a girarse y a dar vueltas, a ir a gatas, a levantarse o a caminar, si no que también aprende a aprender. Aprende a estar ocupado con algo o a interesarse por algo, a inventar, a experimentar. Aprende a conocer la alegría y la felicidad que significa su éxito, es decir, el resultado de su propia y paciente constancia”.
Nos gustaría despedirnos agradeciendo a Ameigi su labor dentro de la red de escuelas infantiles de gestión indirecta de la Comunidad de Madrid y, sobre todo, por organizar un momento de encuentro y reflexión entre los profesionales del primer ciclo de Infantil.
Susana del Hoyo, Paloma Raquel Perucha y Yolanda Zapardiel