El “Vicente Aleixandre” enseña a sus alumnos todo sobre el autismo

Desde el primer día invitamos a todos a que vengan a jugar con nosotros, que colaboren en el trabajo con estos alumnos o que nos ayuden a ponerle nombre a nuestro duende. Durante la charla se muestran imágenes que vamos a analizando. La primera es sobre enseñarles a jugar y les contamos que los niños autistas tienen dificultades para jugar a juegos con reglas, no saben seguir su dinámica pero podemos ayudarles a que las aprendan. Mostramos a una niña mirando cómo un niño juega al fútbol y les preguntamos: ¿Qué puede pensar esta niña con este trastorno? La respuesta es: Yo también quiero jugar pero ¿cómo se lo pido? Intentamos que entiendan cómo se siente un niño con autismo, por qué muchas veces no mira a la cara de la persona que le habla, o su carencia para expresar las emociones propias. Una de las diapositivas va dirigida al peculiar modo de estos niños –ecolalias inmediatas y diferidas en el tiempo– repitiendo lo que el otro le dice o algo que han escuchado en la televisión y lo expresan en lugares no adecuados. Les indicamos cómo tienen que actuar cuando vean que uno de sus compañeros, que tiene este trastorno, lo hace e  incluso hacemos un pequeño juego de roles. Después pasamos a explicarles por qué son tan rígidos en las rutinas y les cuesta la resolución de conflictos y problemas. De este modo, se dan cuenta de que es importante no cambiarles las acciones programadas y de que, si lo hacemos, tenemos que explicárselo mucho antes.

Seguidamente, presentamos las estereotipias motoras y cómo podemos ayudarles a que paren de moverse. Intentamos que entiendan por qué se tapan los oídos y los ojos o por qué se asustan fácilmente. En ese momento comenzamos a hablar de los pictogramas, fundamentales para que los niños con espectro autista sepan qué queremos anticiparles. Ésta es una de las partes más interesantes de las charlas, pues les explicamos qué son los apoyos visuales, cómo los utilizamos o cómo tienen que ser y les ponemos casos prácticos para que ellos sean capaces de resolverlos. Luego ubicamos el aula y vemos imágenes de su interior. Hacemos referencia a los alumnos con autismo que hay en el centro explicando sus características y se los presentamos a través de fotos para que los identifiquen en el patio, jueguen con ellos y los ayuden si tienen algún problema. Mostramos nuestra clase, enseñando nuestra asamblea, qué hacemos en la mesa, en el ordenador y en el rincón de juegos. Incidimos sobre la importancia del patio y el comedor, ya que son entornos muy caóticos pero que también tienen unas normas. Intentamos hacerles comprender que, si estos niños tienen miedo a los ruidos, cómo lo deben pasar en un entorno así. Les decimos que aprenden igual que el resto pero tienen un ritmo distinto y necesitan de más explicaciones. A la pregunta final sobre cómo nos podemos relacionar con ellos, damos estrategias para que sepan cómo guiarles al hablar, en el juego, etc.

¿Por qué son necesarias las charlas sobre autismo?

La creación de un aula dirigida a la atención del alumnado con Necesidades Educativas Especiales asociadas a Trastornos Generalizados del Desarrollo se puso en marcha el curso 2008-09. Intentamos fomentar la inclusión y que profesores y escolares pudieran entender las necesidades que presentan estos alumnos, así como la forma que tienen de ver el mundo. Una de las principales dificultades de los niños con este trastorno es que físicamente son como cualquier otro, lo que provoca que la gente les hable igual que al resto sin tener en cuenta que para hacernos entender por ellos tenemos que seguir unas sencillas pautas. Vimos la necesidad de explicarles a chicos qué quiere decir ser un alumno con estas necesidades.

Decidimos hacer una presentación en PowerPoint, ya que el ordenador es una herramienta muy motivadora y mantiene la atención de los niños. Lo que pretendíamos es que los chicos supieran claramente que sus compañeros tienen autismo porque si desde un principio les enseñamos cómo ser tolerantes con los demás y a entender a estos chavales, en un futuro podrán ser personas con unos valores muy positivos. El objetivo es que comprendan que no están enfermos sino que tienen una forma distinta de ver lo que les rodea y de interactuar. La charla se dirige al alumnado desde 1º a 6º de Primaria y la hicimos curso por curso durante una semana. Supuso una experiencia positiva para todos. Los estudiantes compartieron experiencias vividas con estos niños e incluso algunos nos contaron que tienen familiares con este espectro. También fue muy enriquecedora para el claustro, ya que pudieron tener una visión más práctica de estas necesidades.

Francisco Díaz
CEIP “Vicente Aleixandre” de Alcorcón (Madrid)