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Los objetivos europeos para 2020, más lejos por el recorte de gasto público


En su informe anual, la Comisión Europea analiza los resultados sobre Educación y formación obtenidos por los estados miembros en 2009 y los compara con las metas propuestas para las dos primeras décadas del milenio. Si continúa la tendencia de estancamiento del gasto público, muchos de los objetivos no podrán cumplirse en 2020.
Paloma MoréMartes, 17 de mayo de 2011
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Los parámetros educativos han mejorado desde el año 2000 pero no en la medida que sería necesaria para alcanzar las marcas que la Comisión considera imprescindibles para 2010: reducir la tasa de abandono escolar al 10% de los jóvenes, reducir el bajo el rendimiento en lectura al 17% de los jóvenes, ampliar las tasas de finalización de Secundaria Superior (en España, Bachillerato o ciclos de Grado Medio) al 85% de los jóvenes de 22 años, conseguir que las tasas de finalización de estudios científicos crezcan más del 15% e incluir a 12,5% de los adultos en edad de trabajar en el aprendizaje permanente.

En conjunto, los resultados son insuficientes pues los últimos datos disponibles, relativos a 2009, muestran que, salvo el estándar de crecimiento en las titulaciones científicas, que ha aumentado en un 37% desde el año 2000, superando con creces el objetivo (15%), las metas de la Comisión no van a alcanzarse a corto plazo.

En consecuencia, el informe refleja también que va a ser complicado que se cumplan todas las marcas que se fijaron para 2020 en estos campos y en otros como la participación en Educación preescolar (alcanzar el 85% de los niños de cuatro y más años) o la tasa de titulación en estudios superiores (conseguir que el 40% de los jóvenes de entre 30 y 34 años tengan un título superior).

El informe señala las dificultades de muchos países para llegar a cumplir estas metas, especialmente cuando la proporción de gasto en Educación se ha estancado en muchos países desde 2000 y la situación de crisis económica está llevando a algunos a reducir las partidas de Educación como parte de los planes de ajuste.

En el caso de España, las principales dificultades se encuentran en la alta proporción de abandono escolar, 31% de los jóvenes de entre 18 y 24 años frente al 14,4% de media de la Unión Europea; en la persistencia de los bajos rendimientos en lectura, cuya proporción ha aumentado del 16% en 2000 al 19,6% en 2009, aunque situándose por debajo de la media europea; y en la baja tasa de titulados en Secundaria superior, que ronda el 60%, muy por debajo de la media de los 27 miembros de la UE (78,6%) y lejos del objetivo del 85% previsto para 2010.

Por el contrario, España obtiene buenos resultados en lo que respecta a la participación en la Educación preescolar, 99% frente al 92% de media en Europa; en la finalización de estudios superiores de la población de entre 30 y 34 años, con una proporción del 39,4%, por encima de la media europea y rozando en 2009 el objetivo propuesto (40%) para 2020 en el campo de las titulaciones científicas, pues se ha conseguido un crecimiento del 14,8% en el periodo 2000 a 2008 y la proporción de mujeres supera el 30%; y en la participación de adultos en la enseñanza permanente, que asciende al 10,4% frente al 9,3% de media en Europa.

Abandono prematuro
En la estrategia Europa 2020 para el empleo y el crecimiento económico, los líderes europeos han ratificado que la reducción del abandono escolar a un valor inferior al 10% debe ser un objetivo prioritario. Se considera así que el nivel educativo alcanzado por los jóvenes tiene un impacto directo en su trayectoria posterior en el mercado de trabajo y en su integración social, repercutiendo, por tanto, en el crecimiento de los países.

Sin embargo, este es uno de los estándares que están progresando de manera más lenta, pues en casi una década (2000-2009) se ha reducido la proporción en apenas tres puntos porcentuales, desde el 17,6% hasta el 14,4% de los jóvenes de entre 18 y 24 años.

La situación por países es bastante diversa. Algunos estados del este y centro europeo, como Polonia (5,3%), Eslovaquia (4,9%) o República Checa (5,4%), superan con creces el objetivo manteniendo tasas muy inferiores al 10% casi desde el principio del periodo registrado.

Otros estados del norte y oeste europeo, como Alemania (11,1%), Bélgica (11,1%), Suecia (10,7%), Irlanda (11,3%), o Francia (12,3%) tienen bastantes posibilidades de lograr la meta del 10% de aquí a 2020. Sin embargo, en los países del sur la situación es mucho más problemática. En España la tasa de abandono ha aumentado ligeramente en la última década, pasando del 29% en 2000 al 31% en 2009. En otros países como Italia, Portugal, Grecia o Malta se ha producido un significativo retroceso del abandono pero que todavía resulta insuficiente debido a los altos niveles de los que se partía. En todos los países se observa la pauta de una mayor probabilidad de abandonar el sistema de forma prematura para los chicos y para la población de origen inmigrante.

Rendimiento en lectura
La proporción de alumnos de 15 años de los países miembros de la UE con un nivel insuficiente en comprensión lectora se ha reducido discretamente desde el año 2000 (21,3%) hasta 2009 (20%), haciendo difícil que en 2010 se cumpla la marca del 17%. En este caso las diferencias entre países no son tan acusadas y aunque hay ejemplos extremos como Rumanía (40,4%) o Bulgaria (41%), muchos países se encuentran en valores cercanos a la media: Reino Unido (18,4%), Alemania (18,5%), España (19,6%), Francia (19,8%) o Italia (21%). Puede que las diferencias entre los datos no llamen tanto la atención, pero hay que tener en cuenta que, como se explica en el Informe PISA 2009, las principales brechas entre unos jóvenes y otros parten del nivel socioeconómico de sus familias y por tanto, las grandes desigualdades se encuentran en el interior de los países.

Enseñanza postobligatoria
En muchos estados se está incrementando el número de años del sistema educativo preuniversitario debido, por un lado, al adelanto de la edad de escolarización y por otro, a la ampliación de las tasas de participación en la enseñanza Secundaria no obligatoria. El 86% de los jóvenes europeos de entre 16 y 18 años se encuentran matriculados en algún curso del sistema educativo, sin embargo, no todos consiguen finalmente obtener un título de Secundaria postobligatoria (Bachillerato o FP de Grado Medio), pues la proporción de graduados a la edad de 22 años se reduce al 78,6%, lejos del objetivo de alcanzar el 85% en 2010.

Algunos países del este y centro europeo superan ya con creces esta marca: Croacia (95%), Eslovaquia (93,3%), Polonia (91,3%) o Eslovenia (89,4%). En el extremo opuesto, España (60%), Portugal (55,5%) y Malta (52,1%) se sitúan con los índices más bajos de finalización de Secundaria superior. Si bien en estos dos últimos países se observa una tendencia de progreso desde el comienzo de la década, en España la proporción de titulados se ha reducido en seis puntos porcentuales en este periodo.

Titulaciones superiores
La estrategia política Europa 2020 definida en 2010 para “alcanzar un crecimiento inteligente, sostenible e integrador”, incluye entre sus objetivos el aumentar hasta el 40% la tasa de titulados en Educación Superior. Hasta ahora la evolución en este aspecto ha sido positiva, pues en el año 2000 la proporción era del 22,7% y en 2009 se ha llegado al 32,2%. Por tanto, si continúa la tendencia se podría alcanzar el objetivo en el plazo previsto. Destacan países como Irlanda (49%), Dinamarca (48%) o Finlandia (46%), mientras que España (39,4%) cuenta con una tasa bastante alta con respecto a la media. En este sentido, se pone de manifiesto la importancia de aumentar el número de personas que llegan a los niveles máximos del sistema educativo para igualar lo que sucede en otros países europeos y se pone en entredicho las opiniones de quienes afirman que en nuestro país padecemos un exceso de “titulitis”.

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