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Leerles cuentos a los niños mejora su éxito

El último PISA in focus destaca que los padres pueden influir positivamente en el rendimiento de sus hijos sin necesidad de “un doctorado ni horas ilimitadas”.
Pablo RoviraMiércoles, 23 de noviembre de 2011
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Los padres que a menudo leen un libro con sus hijos en edades tempranas no sólo consiguen, como se intuye, un tiempo de calidad en su relación, sino que realmente ayudan a mejorar sus rendimientos académicos futuros. Así se desprende del último PISA in focus elaborado por la OCDE, documentos complementarios que incluyen pequeñas conclusiones que se pueden extraer de los resultados del Informe PISA 2009.

Tal y como señala el décimo de estos documentos, la mayor parte de los padres saben instintivamente que pasar tiempo con sus hijos e implicarse activamente en su Educación les dará una ventaja educativa en la vida. Pero muchos padres tienen que hacer juegos malabares para conciliar horario laboral y familiar y piensan que nunca les dedicarán suficiente tiempo. Además, a menudo los padres están poco dispuestos a ofrecer ayuda a sus hijos con las tareas escolares porque creen que carecen de las suficientes habilidades y conocimientos técnicos para que sus hijos tengan éxito en la escuela. Según la OCDE, estos temores no son reales. Para que la implicación educativa de los padres sea exitosa, ni es necesario una extensa dedicación horaria ni conocimientos de una elevada exigencia técnica. “Las buenas noticias que vienen de los análisis de los datos de PISA son que no se requiere ni un doctorado ni horas ilimitadas para que los padres den esa ventaja académica a sus hijos”. De hecho, muchas de las actividades que pueden hacer los padres y los hijos de manera conjunta están relacionadas “con el mejor funcionamiento de la lectura entre los estudiantes” y, por tanto, “implican poco tiempo y no requieren de un conocimiento especializado”, apunta el documento de la OCDE.

Para llegar a estas conclusiones, en PISA se preguntó a los padres de estudiantes de 15 años de 14 países (en este caso, no de España) sobre las actividades que realizan con sus hijos. Y la conclusión fue que los estudiantes cuyos padres “cada día” o al menos “un par de veces a la semana” leían un libro con ellos “durante el primer año de escuela primaria” tienen unos resultados “notablemente más altos en PISA 2009” que aquellos estudiantes que “nunca o casi nunca” o sólo “un par de veces al mes” leían junto con sus progenitores un libro. Esta influencia, señala PISA in focus, “es equivalente a medio curso escolar” (25 puntos PISA) de media, pero va de apenas 4 puntos en Lituania hasta los 63 puntos PISA más que supone a los estudiantes de Nueva Zelanda (una ventaja equivalente a un curso). Además, la OCDE también señala que esta ventaja académica se mantiene incluso al comparar resultados de alumnos con niveles socioeconómicos similares, con una media de “14 puntos PISA más, por regla general, para aquellos estudiantes cuyos padres leían libros con ellos con regularidad durante su primer año de Primaria, sobre los estudiantes cuyos padres no lo hicieron”. Este dato es significativo, ya que el Informe PISA deja claro que variables como el número de libros en casa o el llamado “placer por leer” tienen una fuerte correlación con el nivel socioeconómico de la familia.

Además, PISA in Focus apunta que hay otras actividades relacionadas con la lectura que los padres realizan junto con sus hijos que repercuten en los rendimientos en comprensión lectora en PISA. Así, obtienen una influencia positiva mayor actividades como “leer un libro con el hijo, hablar sobre sus cosas durante el día o contarles historias” que “jugar con juegos alfabéticos con ellos”. También tiene una influencia positiva compartir mesa padres e hijos durante las principales comidas del día o comentar programas de televisión o libros.

En cuanto a los jóvenes de 15 años, también influye comentar las noticias de actualidad sobre política y sociedad.

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