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El Ranking de la excelencia

La Universitat de Barcelona encabeza un grupo en el que predominan las universidades públicas en producción y calidad investigadora. Salvo excepciones, como la de Navarra o San Pablo CEU, ya que las otras privadas son más jóvenes.
RedacciónJueves, 1 de marzo de 2012
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La docencia, la investigación y la extensión. Son las tres misiones tradicionales que lleva a cabo la Universidad. Muchos preuniversitarios, y sobre todo sus padres, valoran la calidad de esas tres funciones a la hora de elegir el centro donde desarrollar la formación universitaria. La Universitat de Barcelona encabeza el ranking de todo el sistema universitario español, si sólo tenemos en cuenta la producción científica de excelencia, según los datos recogidos por el Grupo SCImago. Le sigue la Universitat Autònoma de Barcelona, la Universitat de València y la Universidad Complutense de Madrid, que destacaron sobre las demás en esa producción de excelencia en el último quinquenio analizado (2006-2010). Entre los primeros 50 puestos de la tabla, sin embargo, apenas nos encontramos con ninguna universidad privada, salvo alguna excepción como la Universidad de Navarra o la San Pablo CEU. ¿Qué nos quieren decir estos datos?
El ranking se ha elaborado a partir de la base de datos de Scopus, que recoge lo que se publica en cerca de 20.000 revistas científicas de todos los campos y de todo el mundo. Es la que tiene una mayor cobertura sobre los resultados de investigación. “Depuramos la información a lo largo del año y generamos los indicadores de la actividad científica que realizan las distintas instituciones, en este caso las universidades españolas”, explica Félix de Moya, responsable del Grupo SCImago. “Para que estos datos tengan fiabilidad estadística, necesitamos que haya un mínimo de producción científica en la institución”. Por eso, han puesto un umbral mínimo de 100 trabajos publicados al año, con visibilidad internacional.

Las instituciones que aparecen en el ranking publican por encima de ese umbral. Predominan las universidades públicas, porque tienen una trayectoria de vida más larga. En el sistema de Educación Superior español, todas las universidades que, además de tener una trayectoria más larga, son de un tamaño mayor, con más profesores y alumnos, tienen más facilidad para pasar ese umbral. “Las universidades privadas son en la mayoría de los casos, con excepciones, más pequeñas, más jóvenes y, por lo tanto, con menor trayectoria en el ámbito de la investigación”.

Indicadores de calidad
De las tres misiones tradicionales de la universidad, los indicadores de la tabla representan la que tiene que ver con la generación de conocimiento científico. Se tiene una visión de la universidad pública más ligada a la investigación y la privada, a la docencia. Una universidad donde los profesores tienen cargas docentes importantes, tienen menos opciones de desarrollar investigación a alto nivel. Aun así, Marta Arroyo, vicerrectora de Estudiantes y Empleo de la Universidad Europea de Madrid, insiste en que “las privadas tenemos una antigüedad muy pequeña y la investigación requiere su tiempo para consolidar un grupo de investigación, pero por supuesto que la hacemos. Todavía no nos podemos comparar con la Universidad Complutense de Madrid o la de Barcelona”, pero es cuestión de tiempo.

Entre los indicadores de esta tabla, está la citación normalizada (tercera columna), que se refiere a la difusión que tienen los trabajos de una universidad. Se mide según las citas que esos trabajos reciben. “Cuando uno realiza un trabajo de investigación, al final incluye una lista de los trabajos que ha utilizado para desarrollarlo”, explica Félix de Moya. El recuento de estas citas nos indica qué trabajos han sido más interesantes e importantes para las distintas comunidades científicas del mundo.

El 1 es la media mundial. Por lo que en el caso de la Universitat Pompeu Fabra, el más alto de la tabla con 1,51, significa que sus trabajos recibieron un 51% más de citación que la media mundial. Si se analiza el conjunto de la columna, la mayoría de las universidades españolas tienen una media de impacto normalizado superior a la media mundial. Están al nivel de muchas universidades europeas.

Colaboración internacional
Cuando los trabajos se realizan en colaboración internacional (segunda columna) tienden a tener una mayor calidad. “No-sotros tenemos unos porcentajes bastante altos y, además, en términos de internacionalización estamos en un buen vecindario: Europa”, apunta el responsable de SCImago. Entre los países europeos, Inglaterra se sitúa en un 39, Alemania en el 41, Francia en el 43 e Italia en el 36, en cuanto a la media de las colaboraciones internacionales que hace el conjunto de sus universidades. Y España está ligeramente por debajo, con un 35 de media.

El orden que se ha establecido en esta tabla es la producción de excelencia (quinta columna), algo que nunca antes se había hecho. Es una parte de la producción total (primera columna). En términos generales, la institución produce más excelencia cuando tiene más producción total, pero puede variar. La de excelencia hace referencia a la parte más citada. “Se entiende que son aquellas investigaciones que se encuentran entre el 10% de los trabajos más citados del mundo”, explica Félix. Cuando una institución consigue colocar esos trabajos en ese porcentaje, significa que tiene una capacidad científica muy importante.

El porcentaje de producción en Q1 (cuarta columna) es el porcentaje de trabajos que se publican en las llamadas revistas científicas de ‘primer cuartil’. Es decir, “las mejores del mundo de entre las 20.000 revistas, como por ejemplo Science o Nature. Aquellas de las que siempre se habla en los medios de comunicación”, señala Félix. La columna indica, por tanto, cuántos trabajos se consiguen colocar en ese grupo privilegiado. Es una referencia de la capacidad que tiene una institución de producir una investigación del más alto nivel.

En conclusión, excepto la primera columna, que hace referencia al tamaño, los demás indicadores representan la calidad: la colaboración internacional, la producción de ‘primer cuartil’, el impacto normalizado y la excelencia. En lo que, a día de hoy, llevan ventaja las universidades públicas.

Sistema español muy homogéneo

  • “Otra conclusión que se saca a raíz de los resultados del ranking que ha elaborado el Grupo SCImago es que el sistema universitario español es bastante homogéneo. Por ejemplo, al analizar el conjunto de la columna de la citación normalizada, donde la media mundial está en el 1, la mayoría de las universidades españolas tienen una media por encima de aquélla. “Por lo tanto, parece que no son tan malas como a veces se dice”, señala el responsable del grupo, Félix de Moya. Y nos lleva a la idea de que España tiene un nivel medio muy aceptable y el sistema universitario, por tanto, es bastante homogéneo y equilibrado. “No hay mucha diferencia en cuanto a calidad de investigación de unas a otras; sí la hay en cuanto a cantidad, porque hay universidades más grandes y otras más pequeñas”, argumenta Félix. “El nivel promedio está por encima de la media mundial, lo que nos coloca en buena posición”. Sin embargo, tampoco tenemos ninguna institución que destaque de una forma tan exagerada como sucede en otros países. “Lo que no tenemos son universidades con un altísimo nivel, como hay en otros sitios, con instituciones que se encuentran en un promedio de impacto a la altura del 2,4 que pueda tener Harvard, por ejemplo”, añade el responsable de SCImago. Ese tipo de universidades no existen en España. No hay grandes diferencias de nivel entre unas universidades y otras en cuanto al promedio. Sí nos podemos encontrar con grandes diferencias cuando descendemos a un ámbito concreto. “En alguna universidad, como la propia Pompeu Fabra, te puedes encontrar un nivel muy alto en Economía, pero en cuanto a la calidad promedio de la investigación que se hace en el conjunto de las universidades, el sistema tiende a ser homogéneo”, concluye. Este factor también se puede apreciar en las colaboraciones internacionales que llevan a cabo las universidades y en el porcentaje de producción en Q1. En el primer caso, la mayoría se encuentra entre el 30 y el 50, siendo la media española de un 35. Mientras que el segundo indicador de producción en Q1, el porcentaje de la mayoría oscila entre el 40% y el 50%, por lo que la mayoría ha conseguido ser citada en el grupo de ‘primer cuartil’ de una forma bastante parecida.
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