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El museo: herramienta de integración social

Gracias a la puesta en práctica de esta iniciativa fomentamos en los alumnos habilidades sociales básicas.

Martes, 24 de abril de 2012
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El proyecto consiste en aprovechar la oferta cultural del Museo de Arte Contemporánero de Castilla y León (Musac) como una herramienta novedosa y motivadora para desarrollar en nuestro alumnado habilidades básicas como la percepción, la atención o la memoria, así como habilidades sociales que les permitan acercarse a la realidad de un museo y generalizar dichos comportamientos a otro tipo de espacios públicos.
Los destinatarios del proyecto son 15 alumnos de Educación Especial con déficits significativos. Aunque cada uno presenta sus propias características, tienen unas necesidades comunes como dificultades de comunicación –para expresarse oralmente de forma coherente, tener una lectura comprensiva, comprender mensajes orales en contextos menos familiares, etc–, déficit de atención, bajo nivel de autoestima y autonomía, y habilidades sociales poco desarrolladas. Además planteamos despertar en ellos el trabajo en equipo.
Para el grupo de trabajo la mayor dificultad residió en dar coherencia al proyecto, de modo que las exposiciones trabajadas en cada momento en el museo fuesen el centro de interés sobre el que elaborar nuestras unidades didácticas en el aula. Por ejemplo, en el tercer trimestre había tres exposiciones en el Musac de tres autores diferentes. Nosotras elegimos la exposición de George Adeagbo, La misión y los misioneros. Era una muestra de diferentes objetos y textos acerca de cómo la misión ha marcado el desarrollo de muchos pueblos intentando responder a las cuestiones vitales: dónde venimos y a dónde vamos. El centro de interés para este trimestre fueron los medios de comunicación, en concreto el periódico, medio que el autor utilizaba de forma persistente en la exposición. Las actividades en el museo consistieron en la observación y clasificación, en un cuaderno de trabajo, de los diferentes objetos y tipos de textos que el autor había utilizado y coleccionado. Además, incidimos en el país de origen del autor, África, viviendo aspectos de su cultura. Dimos coherencia al trabajo, desarrollando en el aula una unidad didáctica –con cuentos, actividades de lectoescritura, plásticas, etc.– cuyo interés era también los medios de comunicación, culminando ésta con la realización de nuestro propio periódico de aula.
Los pasos que seguimos para realizar la programación cuando comenzaba una exposición en el museo eran:
-Toma de contacto: nos informaron en una reunión de las exposiciones que había en el museo con el fin de elegir la que mejor se adaptara a la comprensión de nuestros alumnos y al tema a desarrollar.
-Visita guiada de las maestras del centro a las salas del museo. De dicha visita se seleccionaron obras de determinados autores acordes a nuestra iniciativa.
-Elaboramos el guión de trabajo a desarrollar en el museo y en el aula.
-Reunión con la persona del Musac para presentarle nuestro guión de trabajo con los objetivos correspondientes y poner en común el tipo de actividades que se pueden llevar a cabo en el museo y programar así cada una de las sesiones.
-Elaboramos materiales y pusimos en práctica las ideas que habían ido surgiendo.
-Evaluamos la puesta en práctica de lo programado y mejoramos los aspectos que estaban menos desarrollados.

Todos los objetivos conseguidos
El objetivo de esta práctica en el Musac no era que nuestros alumnos se convirtieran en expertos en arte contemporáneo, ni siquiera que entendieran la obra del autor ni sus intenciones, más allá de cuatro nociones básicas. El museo en realidad nos sirvió de excusa y de elemento motivador para trabajar aspectos como las relaciones sociales y la cuestión del trabajo en equipo de forma que esta experiencia sirviera a nuestros alumnos para aprender a desenvolverse mejor en la sociedad en la que viven. Como resultado final descubrimos, con grata sorpresa, que las tres aulas participantes en el proyecto se convirtieron en un grupo muy cohesionado. Además aprendieron a buscar ayuda en sus compañeros cuando no sabían hacer algo e incluso todos supieron valorar que colaborar con otra persona trae consecuencias positivas. El resultado fue de mejora, siempre dentro de sus posibilidades, y su nivel de autoestima fue en aumento a medida que compartían sus experiencias en este proyecto con sus familiares y compañeros, ya que recibían apoyo y reconocimiento.

Beatriz Reyero, Adoración Fernández y Marta Ordás
CEE “Nuestra Señora del Sagrado Corazón” de León.

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