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Un comedero de aves en el aula: la PDI nos acerca a la naturaleza

Llego al CEIP “Pablo Neruda” de Coslada (Madrid) a las 8’25. Subo a clase, poco a poco llegan los alumnos y nos organizamos para hacer bien cosas: unos seleccionan larvas y pupas de tenebrios y otros preparan una mochila con las provisiones, mientras un grupo desmenuza pan del día anterior.

Martes, 16 de octubre de 2012
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Aprovecho para preparar la cámara de vídeo y la de fotos. Cuando está todo preparado, bajamos al comedero. Ya en la planta baja Nieves se acerca a pedir la llave de la boca de riego para poder llenar el depósito de agua y limpiar la bañera y el bebedero. Los chicos, a estas alturas, ya saben dónde deben colocar las magdalenas sin leche, el alimento especial para palomas, el alpiste, el pan troceado, los copos de avena, el mijo, las pasas, los tenebrios, etc. Mientras ellos hacen su trabajo, yo estoy colocando las cámaras en las ramas de dos árboles que se encuentran a la distancia y en la situación adecuadas.
Todo está en su sitio, nos subimos a clase. Lo primero que hago cuando llego es dar paso a la señal de vídeo que viene desde el comedero, donde ya ha comenzado la acción: muchos de los pájaros han acudido a comer. Hoy tenemos Lengua a primera hora, así que paso la señal del ordenador al viedeoproyector, abrimos el libro digital y comenzamos la clase. Pasados 20 minutos hacemos una pequeña pausa y damos paso de nuevo a la señal para ver el comedero lleno de pájaros. A tercera hora nos toca Conocimiento del Medio y volvemos a dar paso al comedero. Estamos atentos porque en los días anteriores nos ha estado visitando una gata del barrio y no conocemos sus intenciones. Comenzamos la clase viendo un resumen de las fotos obtenidas en el comedero del día anterior y encontramos un nuevo visitante: una curruca mosquitera que debe estar en paso migratorio y ha aprovechado para beber y bañarse.
Esta experiencia surgió con la intención de que los alumnos experimentaran un acercamiento a la naturaleza y se adentraran en un mundo que la mayoría de ellos desconocía. Desde el primer momento demostraron que la idea les entusiasmaba y que estaban dispuestos a participar plenamente en este proyecto de investigación. La actividad está dirigida a los alumnos de 4º, 5º y 6º de Primaria y se puede
realizar gracias a las nuevas opciones que aporta al docente y al alumnado la PDI, herramienta capaz de integrar, con fluidez, múltiples elementos multimedia, que aportan a la enseñanza una nueva forma de recibir experiencias.

Las instalaciones
En un principio se instaló el comedero en el alero de las ventanas de la clase, pero al estar tan elevado sobre el suelo las visitas no eran lo suficientemente frecuentes, ni la variedad de especies la deseada. Se modificó la ubicación para instalarlo en una zona ajardinada que se encuentra dos pisos más abajo. Esta situación ha sido la adecuada, aunque ha dificultado el cableado para suministrar corriente y hacer llegar la señal de vídeo hasta el videoproyector.
El comedor consta de un primer nivel de dispensadores en el suelo –para las especies que obtienen su comida rebuscando en la tierra–, otros dos próximos al suelo –utilizado por todos los visitantes–, un tercero elevado –para las aves que se sienten inseguras en el suelo–, un bebedero, una piscina-bañera, una cámara de vídeo –transmite en directo todo lo que ocurre–, y una de fotos, que captura imágenes bajo el control de un intervalómetro.
Se ha pretendido aportar a las aves que visitan asiduamente este comedero una dieta complementaria sana y equilibrada, ajustada a cada época del año y sin olvidar a las aves insectívoras. En cuanto a los objetivos pedagógicos que se pretenden alcanzar están los siguientes: conocer las distintas especies que habitan en nuestro barrio, saber algo sobre cada una –alimentación, reproducción, etc.–, desarrollar actitudes de respeto al medio ambiente –el hecho de mantener diariamente el comedero crea vínculos con otros seres vivos–, compensar a las aves de nuestro entorno por las molestias que les ocasionamos –talamos árboles, hacemos ruido, etc.–, colaborar en su alimentación, desarrollar actitudes de organización, cooperación y convivencia, y ofrecer a los alumnos una actividad que rompa la rutina.
Gracias al trabajo realizado, por nuestro comedero han pasado estorninos negros y pintos, gorriones comunes, tórtolas turcas, palomas torcaces, mirlos comunes, currucas capirotadas y mosquiteras, petirrojos, colirrojos reales, urracas, verdecillos, verderones, y mosquiteros comunes.

Metodología empleada
Una de las grandes ventajas de este tipo de comedero es que se puede hacer un seguimiento del comportamiento de las aves sin las interferencias habituales que ocasiona el observador. Esto es posible ya que en el comedero y alrededores se han situado cámaras camufladas de vídeo y de fotos que actúan a larga distancia sin emitir sonidos. Protegemos estas cámaras contra las inclemencias –están siempre al aire libre– del tiempo con distintos materiales y técnicas. Este sistema de observación permite que podamos ver a las más de 200 aves que diariamente visitan el comedero. Gracias a las cámaras comprobamos también que las aves que vienen al comedero establecen entre ellas relaciones normales.
Nuestro sistema de cámaras nos ha permitido también captar diariamente entre 300 y 500 fotografías con información muy valiosa sobre los visitantes habituales y los no habituales de nuestro comedero. Estas fotos nos han permitido conocer algo más que el nombre de cada especie; los alumnos también han podido apreciar las diferencias morfológicas de cada sexo, las relaciones de dominio que se establecen entre especies o dentro de la propia especie, las estrategias y preferencias de alimentación, la frecuencia de visitas, el aspecto de los jóvenes y su comportamiento característico, etc.
Todas las mañanas –incluidas las de los festivos– se ha proporcionado alimento y agua a las instalaciones: los días laborables los alumnos acuden media hora antes de comenzar las clases para realizar esta tarea y los fines de semana el coordinador del proyecto acude a realizar el trabajo. El bebedero y la bañera se limpian y se renueva su agua cada día para evitar cualquier tipo de contagio. Además, la bañera cuenta con un depósito de 20 litros que suministra agua de forma continua.
La dieta diaria es adecuada y aporta los nutrientes idóneos para las aves granívoras e insectívoras. Se ha variado en función de la época del año para adaptarla a sus necesidades, pues las aves insectívoras durante la estación fría llevan una alimentación con predominio de alimentos de origen vegetal, para adaptarse a la falta de insectos que hay en esta época. Por otro lado, el periodo de cría requiere también una alimentación diferente.

Cultivo de larvas como alimento
En el colegio cultivamos larvas para suministrar alimento a las aves insectívoras de nuestro comedor. Mantenemos estos cultivos en las aulas de 4º, 5º y 6º de Primaria para proporcionar todos los días insectos a estos pájaros que así complementan su alimentación.
Estamos criando dos especies de larva:
-Tenebrio mollitor, también llamado gusano de la harina: para abastecer de larvas, pupas y escarabajos adultos a nuestros visitantes. Se ha escogido esta especie por la facilidad de mantenimiento, por cuestiones de salud e higiene –se alimentan básicamente de harina, salvado de trigo y pan–, por su valor nutritivo, facilidad de manejo, y por su resistencia. Estamos aprovechando este cultivo para estudiar la metamorfosis de los coleópteros, pues en esta especie se diferencian muy bien las distintas fases y los procesos de muda que experimentan las larvas.
-Bombyx mori, conocido comúnmente como gusano de seda. Este lepidóptero –polilla– destaca por su alto contenido proteico y resulta muy adecuado para el crecimiento de los pollos. Además nos será muy útil para observar cómo se desarrolla la metamorfosis de los lepidópteros. El mantenimiento del cultivo está resultando sencillo ya que contamos con un árbol de morera en nuestro colegio.

José Antonio Lapeña
CEIP “Pablo Neruda” de Coslada (Madrid)

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