Si se sabe usar un móvil, las matemáticas se pueden aprender sin problemas
Esta es la rotunda conclusión de Cecilia Christiansen, premiada el pasado año como la "Mejor profesora de Matemáticas de Suecia" y que ha asegurado en una entrevista a Efe: "Si sabes usar un teléfono móvil puedes aprender perfectamente las matemáticas". Sin embargo, ha reconocido que es un "fenómeno global" el que las matemáticas estén consideradas como una asignatura difícil, y cree que la culpa de ello no la tienen ni los profesores, ni los alumnos ni el sistema, aunque no ayuda a cambiar ese concepto el hecho de hablar mal sobre ellas.
Esta experta matemática, que ha venido esta semana a Madrid para impartir unas sesiones de formación a profesores de Fomento de Centros de Enseñanza, ve su galardón como un reconocimiento a los profesores de esta materia de todo el mundo, y tiene claro que un maestro nunca debe pensar en "rellenar" de contenidos al alumno, sino en "activar su deseo de aprender". Ella, que ha sido premiada por su "gran compromiso y el ingenio con que combina la enseñanza inteligente con ideas nuevas", según señala el fallo, quiere animar a los alumnos a utilizar para las matemáticas "la misma concentración, creatividad, perseverancia y dedicación que ponen en práctica cuando utilizan un móvil o un ordenador".
"Si se hace una campaña global en la que todos los adultos solo hablasen bien de las matemáticas, y los profesores las explicasen partiendo de lo concreto a lo numérico para luego pasar a lo abstracto, se daría un gran cambio en la actitud y en la capacidad matemática de los alumnos", según Christiansen. "El miedo por las matemáticas se transmite como por herencia de generación en generación" cuando algunos padres comentan a sus hijos que ellos nunca han sido buenos en esa asignatura, y mucho niños que disfrutan con ella y son creativos, de escucharlo "se lo creen", ha apuntado.
Ha resaltado que se debe aprender a sumar y a restar "lo más temprano posible", ya que un niño de 2 años suele ser capaz de sumar y algunos a los 3 años hacen restas sencillas. Para lograrlo basta con "aprovechar acontecimientos cotidianos para desarrollar la matemática" como, por ejemplo, cuando los niños más pequeños cuentan las bolas de un juego o cuando los más mayores hablan sobre los partidos que restan de jugar en la Liga.
Cecilia Christiansen también ha aprovechado su visita a España para animar a sus colegas al uso de las pizarras digitales, ya que por su experiencia en Suecia se consiguen más conversaciones matemáticas entre alumnos y docentes, un aprendizaje colaborativo, mayores grados de abstracción matemática, de comparar y analizar distintas soluciones, de capacidad de generalizar, y una mayor facilidad para enseñar y preparar las clases. "Un profesor bueno, sin pizarra digital, da clases muy buenas; un profesor malo, con pizarra digital, da clases malas; un profesor bueno, con pizarra digital, da clases muy buenas y, además, muy atractivas para toda la clase", ha reflexionado esta experta.
De todas formas, a su parecer, lo que debe caracterizar a un buen profesor dando clases de matemáticas es, además de conocimientos profundos y de tecnologías de la información y la comunicación (TIC), tener vocación, creatividad y saber descubrir "en una mirada" el punto en el que se encuentra el alumno para empezar a trabajar desde allí.