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Cooperar para aprender a trabajar

Han pasado cinco años desde que en nuestro centro, el CEIP “Santa Teresa de Jesús” de Fuentes de Andalucía (Sevilla), surgió la necesidad de replantearse los procesos de enseñanza y aprendizaje con el objetivo fundamental de atender de forma inclusiva a la diversidad del alumnado del centro.

Martes, 29 de enero de 2013
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Desde ese día iniciamos un proceso de formación en trabajo cooperativo, donde estuvimos implicados la totalidad del Claustro, y en el que todavía estamos y seguiremos estando, porque siempre se está aprendiendo de la puesta en práctica diaria de las diferentes estrategias y técnicas de este sistema de trabajo.

Formación de equipos
En nuestras aulas los niños están sentados en equipos, fundamentalmente de cuatro componentes. Todos los equipos están formados de forma heterogénea, es decir, buscamos la mayor diversidad posible: de género, de cultura, de competencia curricular, de solidaridad entre los alumnos y alumnas que conforman el equipo, de forma que este sea un reflejo claro de la diversidad del aula. La formación adecuada del equipo es fundamental para su posterior funcionamiento de forma eficaz en el desarrollo de las diferentes técnicas de trabajo cooperativo.
Posteriormente cada grupo, de forma democrática, elige el nombre de su equipo, así como las normas básicas el buen funcionamiento de este. También quincenalmente o mensualmente se elabora un plan de equipo donde se marcan los objetivos que pretende alcanzar durante ese período de tiempo, plan que será autoevaluado cuando cumpla el plazo fijado. Estos documentos, junto a otros como las funciones de cada componente del equipo, la distribución temporal de estas funciones a lo largo del trimestre, las fichas para aplicar determinadas técnicas simples o los trabajos del equipo, quedarán recogidos en la carpeta de equipo.

Funcionamiento
Formados los equipos, el siguiente objetivo es realizar una gestión del aula lo más participativa posible y donde los verdaderos protagonistas y actores sea el propio alumnado.
Por eso las diferentes tareas del aula se distribuyen de forma rotativa entre todos los grupos, cambiando quincenalmente estas atribuciones. Igualmente, a cada uno de los miembros del equipo se le encomienda un rol dentro del mismo, que ejercerá durante una quincena y será evaluado por el profesor y el propio alumno. Pasado este tiempo los miembros del equipo ejercerán un nuevo rol y así sucesivamente.
Con ello se consigue que a lo largo del trimestre todos hayan asumido la totalidad de los roles, independientemente de su etnia, género o competencia curricular, siendo igual de importantes y protagonistas dentro del equipo. Los roles y funciones son estudiados por cada grupo docente según el nivel, que, dependiendo del curso, pueden variar. Como ejemplos de estos encontramos:
-El capitán se encarga de traer y llevar los libros y materiales del equipo. Cada equipo tiene sus materiales en un determinado lugar de la clase.
-El secretario se encarga de apuntar por escrito los acuerdos del equipo o de escribir en una determinada tarea de grupo.
-El portavoz da el turno de palabra y habla en voz alta en nombre del equipo.
-Y el controlador controla el volumen de voz que se emplea.

Conclusiones
Hasta ahora la puesta en práctica de forma sistemática en nuestras clases del trabajo cooperativo nos ha permitido obtener las siguientes conclusiones:
-El trabajo cooperativo, cooperar para aprender y aprender a cooperar, necesita tiempo, paciencia y constancia, pero sus frutos son muy hermosos y valiosos.
-El trabajo cooperativo enriquece a todos los estudiantes en todos los aspectos, pero especialmente fomenta y potencia valores que los conducen a ser una buena y mejor persona.
-El trabajo cooperativo ayuda a aumentar el rendimiento de todo el alumnado, independientemente de su nivel curricular, su género, su etnia o su cultura.
-El trabajo cooperativo facilita la tarea del profesorado. En las aulas cooperativas cualquier alumno o alumna se puede convertir en un potencial docente, en la mayoría de las ocasiones en el mejor maestro o maestra. ¿Cuántas veces hemos intentado explicar a un estudiante un determinado concepto y no había forma de que lo cogiera? De pronto llega un compañero que habla su propio lenguaje y la persona que no había forma de que se enterara, lo entiende perfectamente. En las aulas cooperativas el mejor docente lo tienes sentado a tu lado y no te habías dado cuenta.
-El trabajo cooperativo convierte el aula en algo vivo, algo dinámico, un sitio en que todo el mundo colabora; algo mucho más participativo, algo en lo que el principal protagonista son los propios alumnos.
En definitiva, estos años de experiencia nos llevan a concluir que en el aprendizaje cooperativo podemos encontrar muchas soluciones, más sencillas o más complejas, a las dificultades habituales con la que nos encontramos los profesores en nuestra práctica diaria.

Técnicas para la cohesión grupal
Cada equipo docente, según el nivel, realiza a principio de curso una pequeña programación sobre las técnicas que se van a aplicar en sus aulas con el objetivo de ir cohesionando al grupo cada vez más. Se realizarán dinámicas para fomentar la confianza entre iguales, la empatía, la comunicación, el diálogo y diferentes habilidades sociales.
Entre estas dinámicas podrían estar la caja mágica, la entrevista, la silueta, el origami, la tela de araña, o los abrazos musicales. La elección de una u otra dependerá de la edad de los alumnos y de los objetivos que persigamos con su aplicación.
Lo más importante, independientemente de por la que optemos, es que se pongan en práctica porque, poco a poco, nos permitirán conseguir un grupo de clase cada vez más cohesionado, algo fundamental para la puesta en práctica exitosa de las estructuras simples para el aprendizaje cooperativo.
Existen multitud de técnicas simples que se pueden aplicar en los diferentes momentos de aprendizaje, es decir, para el inicio de una nueva unidad o contenido, para la propia explicación o para el cierre de la unidad. Nuestra labor pasa fundamentalmente por seleccionar las más adecuadas para ellos.

Juan Francisco Tirado
CEIP “Santa Teresa de Jesús” de Fuentes de Andalucía (Sevilla)

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