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Mucha producción científica, pero poco útil para las empresas

Adrián ArcosMartes, 26 de febrero de 2013
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Desde 2003 a 2011, España se ha mantenido en una posición entre novena y décima en el contexto internacional respecto a resultados brutos de investigación. Esta posición se ha visto alterada en los últimos años como consecuencia del crecimiento acelerado de la India, que durante todo este periodo ocupaba el puesto décimo del mundo, pero que en 2010 pasa a ser noveno. Sin embargo, nuestro país ha crecido más que todos los países que están por delante en resultados de investigación, con excepción de China y la ya mencionada India.

La responsabilidad de las universidades en estos resultados es muy notable, ya que el 70% de la producción científica total durante ese periodo 2003-2011 procede del ámbito universitario. Sin embargo, en los últimos años ha disminuido esa colaboración como consecuencia de la reducción de la inversión privada en investigación. En los gráficos de la página siguiente, sobre la evolución de la colaboración de las universidades con las empresas, se observa el máximo justamente en 2008, y a partir de ahí la colaboración va descendiendo, pero también la que se produce entre salud y empresa así como la que se realiza entre las entidades públicas de investigación y las empresas.

Estos son algunos de los datos que recoge el estudio Producción científica y tecnológica en colaboración Universidad-Empresa en Iberoamérica, publicado por RedEmprendia y presentado el pasado día 4 de febrero en la Casa de América (Madrid) por su autor principal, Félix de Moya, profesor de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y responsable del grupo de investigación SCImago. De Moya apuntó una de las claves más importantes por las que se produce ese menor nivel de colaboración entre universidades y empresas como consecuencia del descenso de la inversión privada en investigación: el performance científico.

Según el profesor del CSIC, “el estudio pone de manifiesto que, aunque la producción sigue creciendo, sin embargo la tasa de excelencia e impacto ha empezado a aplanarse en los últimos años”. El 10% de todos los trabajos de investigación que se producen a nivel mundial está en esa zona de excelencia científica. Y España tiene el 12% de su producción en ese 10% de producción de excelencia. El problema viene de las áreas concretas de colaboración que son demandadas por las empresas y que tienen que ver, sobre todo, con la investigación aplicada, ya que les produce un retorno inmediato. Sin embargo, ese tipo de investigaciones no coinciden, en su mayoría, con las áreas de la producción científica bruta de nuestro país.

Según De Moya, “la colaboración con las empresas se produce fundamentalmente en áreas como la salud, las ingenierías, la química y la física, pero, sin embargo, en el caso de ciencias sociales o humanidades apenas existe colaboración con las empresas”. Pero son precisamente estas últimas áreas las que presentan una mayor producción bruta por parte de las universidades españolas, sobrepasando fuertemente la colaboración con las empresas.

En este sentido, el ministro, José Ignacio Wert, que intervino tras la exposición del estudio, abogó por “mejorar el vínculo que existe entre la universidad y la empresa”. Para Wert, “ese vínculo, además, es algo que trasciende un análisis más coyuntural u oportunista de la situación, ya que si observamos los sistemas universitarios que sirven de referencia, en todos ellos, al margen de sus diferencias, hay una constante que es el hecho de que la universidad está firmemente entrelazada con el sistema económico y productivo y que la conexión universidad-empresa está muy desarrollada”.

Egresados en ciencias
En relación con esa importancia de vincular empresa y universidad, el ministro también recordó una de sus últimas declaraciones que suscitaron bastante polémica hace algunas semanas. Wert explicó que “en el último curso donde existen datos de egresados en el sistema universitario –2011-12–, había en total 11.000 egresados en ciencias, de un total de 267.000”.

Según el ministro, “no es razonable que un país como el nuestro produzca tan pocos egresados en ciencias, y más de la mitad de titulados correspondan a ciencias sociales y jurídicas”. Wert insistió en que “no estamos siendo eficaces a la hora de mandar señales a quienes entran en el mundo universitario sobre la importancia de que, cuando seleccionen su itinerario formativo, no sólo piensen en lo que les apetece o sigan una tradición familiar, sino que piensen más bien en términos de las necesidades de las empresas y de su posible empleabilidad”.

Respecto a las patentes, en el contexto iberoamericano existe todavía un gran sesgo a favor de España, que patenta mucho más que cualquier otro país de la región. Sin embargo, el diferencial se ha reducido significativamente en los últimos años, en especial con Brasil. De Moya advierte de que “con Brasil no sólo se ha reducido el diferencial en patentamiento, sino también en producción científica” y lo atribuye a “las reformas que en materia de postgrado se hicieron en Brasil hace algunos años, y que han empezado ya a producir resultados”. Además, indicó que “Brasil tiene algunas empresas que desarrollan una ingente actividad en relación con las universidades, y patentan de manera regular como consecuencia de esa colaboración”.

De Moya también hizo hincapié en el número de patentes registradas por las universidades: “Una universidad que se centre en ámbitos de ciencias sociales y humanidades, evidentemente tendrá una capacidad de patentamiento mucho más reducida que aquella que tenga el foco puesto en las áreas tecnológicas”. Una vez más sale a relucir la importancia que tiene la investigación en el ámbito científico y tecnológico para atraer una mayor inversión del sector privado.

Impacto en universidades
Los resultados del estudio apuntan a que las universidades que investigaron, entre 2003 y 2009, en colaboración con la empresa privada han obtenido una media de impacto global en el entorno científico mayor al logrado por la investigación realizada exclusivamente desde la academia, sobre todo en cuatro áreas: Salud, Energía, Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y Agroalimentación
Para de Moya, “cuando hay tanta preocupación en estos momentos por los retornos que se obtienen de la investigación, resulta clave que se oriente esa investigación hacia actividades que sean social y económicamente útiles para las empresas, de forma que el sector productivo colabore con las instituciones académicas y no se nos pueda acusar a los investigadores de ser autistas científicos”.

Por eso para el investigador es muy importante ese 70% de ciencia que generan las universidades en nuestro país, lo que las convierte en las auténticas creadoras de las colaboraciones que se produce con las empresas y recuerda que “también existe colaboración de las entidades públicas de investigación, pero la mayoría de universidades están presentes en esas colaboraciones”.

CSIC, LÍDER EN PRODUCCIÓN TECNOLÓGICA ENTRE 2003 Y 2009

  • El informe Producción científica y tecnológica en colaboración Universidad-Empresa en Iberoamérica, realizado por Félix de Moya, profesor de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), destaca a España como país líder en Iberoamérica en los seis años que abarca el análisis (2003-2009), tanto en la producción de resultados de investigación, como en el registro de innovaciones en un ámbito tan exigente como el estadounidense.
  • Según los datos del estudio, España obtuvo un total de 1.166 patentes en laOficina International de Patentes de Estados Unidos (Uspto), lo que representa un 53% de las patentes concedidas a países iberoamericanos en ese periodo y analizadas en el informe (2.191).
  • Brasil (488 patentes), México (144), Argentina (75), Portugal (68), Venezuela (55) y Chile (55) tuvieron una actividad innovadora anual bastante regular, lo que les permitió ocupar las primeras posiciones en productividad detrás de España. Por otro lado, Chile, Panamá y Cuba manifestaron una estrategia de desarrollo tecnológico sostenida y especializada en unos pocos sectores de la técnica, lo que podría suponer una futura mejora de sus posiciones, según el estudio.
  • De acuerdo con el informe, el organismo iberoamericano que más patentó fue el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) con 83 innovaciones registradas en Uspto. Le siguen las empresas brasileñas Petrobras (61) y Embraco (46). Otras dos empresas españolas que registraron un alto número de patentes fueron Laboratorios del Dr. Esteve, S.A. (39) y Pharma Mar, S.A. (28).
  • También 23 universidades españolas obtuvieron patentes en EEUU, seguidas muy de lejos por universidades de Chile, Portugal y Brasil. Las tres primeras fueron la Universitat Politècnica de València (37), la Universidad de Sevilla (11) y la Universidad de Salamanca (9).

OTRAS REFLEXIONES
­­­- Reforma universitaria
El ministro, José Ignacio Wert, recordó que su departamento ha encargado a un comité de expertos un informe sobre la reforma universitaria para, a partir de ahí, “dar paso a un amplísimo diálogo con la comunidad universitaria para que el planteamiento de la reforma de la universidad sea compartido y se enriquezca con una aportación a fondo del sistema universitario”.
­­­- Módulo emprendimiento
Wert anunció que “de acuerdo con el Ministerio de Industria, vamos a incorporar a los másteres un módulo específico de emprendimiento, que va a ser gratuito, porque entendemos que es muy importante que el estudiante universitario, que se encuentra en la última fase de su proceso de formación, tenga acceso a las herramientas básicas que le van a permitir tomar en consideración el emprendimiento como una alternativa de su inserción vital y profesional”.
­­­- Aproximación a pymes
La presidenta de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE), Adelaida de la Calle, pidió un esfuerzo de la universidad para aproximarse a las pymes: “Si el 40% de estas empresas recoge a nuestros estudiantes, lo que tenemos es que aumentar ese tipo de relaciones para hacer más grandes a esas empresas, y que esa transferencia se traduzca después en una relación permanente que dé mucho más de sí y que genere un gran número de patentes”.

  • Doctorados industriales

Carmen Vela, secretaria de Estado de de Investigación, Desarrollo e Innovación, definió los cuatro ejes de la estrategia de su departamento: talento y empleabilidad, excelencia científica (generación de conocimiento), liderazgo empresarial y resolución de los problemas de la sociedad. De forma conjunta con las universidades, Vela apostó por “trabajar en doctorados industriales, para que nuestros doctores tengan acogida en nuestras empresas”, y trabajar también “en la movilidad tanto entre universidades y centros públicos, como de universidades y empresas”.

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