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“Creo que los colegios privados tienen futuro con proyectos singulares”

La crisis económica está amenazando directamente a los colegios privados, que cuentan como única fuente de financiación el pago de las familias. La patronal propone crear centros singulares.

José Mª de MoyaMartes, 30 de abril de 2013
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El presidente de la mayor patronal de centros privados de nuestro país –que acaba de celebrar sus convención anual en Alicante– se lamenta en esta entrevista de que todos los esfuerzos que se han hecho a lo largo de estos años por la Educación pueden truncarse por la crisis. El sector está acusando la dificultad de las familias para pagar por una Educación de calidad. La extensión de los conciertos a estos colegios y la creación de proyectos singulares sería la salida para unos empresarios sumidos en la crisis.

¿Cuál es la situación que está viviendo el sector de la enseñanza privada no concertada?
Es una situación difícil porque nuestro sector está muy ligado a la situación económica. Y está afectado porque la familia de posición media-alta también está tremendamente afectada. El esfuerzo que hacían por llevar a sus hijos a la escuela privada se lleva con muchas dificultades. Está aumentando muchísimo el número de familias que no pueden pagar.

Desde que empezó la crisis, ¿cuánto ha disminuido vuestra tasa de matriculación?
Estamos esperando datos oficiales, pero es muy complicado porque la caída varía mucho en los colegios según muchos factores.

Había oído hablar de un 30% de media. ¿Puede ser?
Yo no me atrevo a decir un número determinado. El sector de la Educación va por detrás de la evolución económica. El próximo año será peor que éste.

He leído una noticia que dice que dentro de lo malo este retraso es porque la gente, a lo último que renuncia, es a la educación de sus hijos.
Sí, aguantan hasta el final pero a veces no pueden más. La gente se ha quedado sin empleo pero los empresarios también están muy mal.

¿Qué es lo que hacen las familias que no pueden pagar? ¿A dónde llevan a sus hijos?
A la Pública o a la Concertada. La Pública también está compitiendo. De la Concertada también se van. Hay familias que ahora tampoco pueden pagar un centro concertado.

La enseñanza privada en momentos favorables va mejor que otros sectores, pero cuando va mal la economía también lo acusa más. ¿Es más volátil entonces?
Sí, lo acusa más porque sólo tiene una fuente de financiación.

Y luego también se nota mucho si hay ingresos complementarios, como por el servicio de comedor o por actividades extraescolares.
Sí, sí, se nota, se nota. Extraescolares ha caído bastante aunque la escuela concertada lo tiene casi todo integrado, por eso pedimos autonomía, porque cada colegio se centra en el área que le viene mejor.

En estos momentos de crisis, ¿cuál sería tu estrategia como empresario, tu plan de negocio?
Mi plan de negocio es: mucha calidad, control del gasto y apoyar a las familias en todo lo posible para que se fidelicen. Pero es difícil.

¿El sector de los colegios bilingües está aguantando mejor?
Los [colegios] británicos aguantan más pero también les afecta porque son más costosos, tanto por el currículo como por el profesorado. No se libra nadie.

Dentro de ese no librarse nadie, ¿hay algún tipo de colegio que aguante más estas circunstancias?
Lo más importante es que los clientes tengan el poder adquisitivo para poder aguantar. La caída no es porque un colegio o un empresario lo hagan mal. El sector tiene problemas porque las familias no pueden sostenerlo. Nosotros escolarizamos a alumnos de unos niveles medios y altos, incluso medios y bajos. Los problemas se derivan de la situación económica.

¿Hacia dónde va el sector, hacia la concentración como la del modelo catalán o vasco?
En Europa, en la privada sólo existen los llamados centros singulares. Aquí la privada todavía atrae mucho alumno del ámbito general.

En el sector de la enseñanza privada reglada, ¿cuántos centros pueden estar afectados por la crisis ahora o en el futuro?
No quiero predecir, me da miedo. No quiero levantar la tragedia, yo no puedo decir que el sector se está hundiendo, sino que se está reconvirtiendo. En España la enseñanza privada está muy bien valorada. Hay bastantes que están pidiendo el concierto. La alternativa que tienen es buscar ayudar a las familias. Yo tenía la ilusión de que íbamos a tener como ejemplo lo que se ha hecho en la Comunidad de Madrid, para solucionar el problema de la Privada. Y, de hecho, había un proyecto de tres años para que los padres pudiesen desgravar el importe que más o menos les cuesta la escolarización de sus hijos. Iba muy bien, y hubiera sido la tercera red de centros, pero ahora con esta situación es bastante difícil. Este sistema de desgravaciones hubiese salvado a las escuelas privadas y hubiese dado un mayor soplo de libertad a las familias a la hora de elegir centro.

¿Si esta solución no ha mantenido el equilibrio entre el sector privado y el concertado es porque ha llegado tarde?
Sí, totalmente, ha llegado tarde. Si este sistema se aplica dos años antes, hubiese convivido perfectamente.

Estarás conmigo en que el equilibrio es insostenible en aquellas comunidades donde no puede convivir el sector privado, tal como está, con el público ni el concertado.
Imposible. Yo le he dicho a la consejera [de la Comunidad Valenciana, comunidad donde se celebró la Convención de Acade] que solo se construya donde se necesite y, si se necesita, que se dé prioridad a la escuela privada.

Como un derecho de tanteo, ¿no?
Efectivamente, porque hay mucho patrimonio y experiencia en la escuela privada como para construir ahora centros indiscriminadamente.

¿El problema ha sido no haber reaccionado antes?
Sí, si llegamos dos años antes hubiésemos tenido éxito, hubiésemos aguantado estas circunstancias. La familia confía en que los centros saquen adelante a estos niños. Por eso, aunque se tengan que gastar dinero se lo gastan. Hay mucho valor y muchas cosas buenas en el sector. Si pudiéramos conseguirlo el próximo año, sería genial.

Y luego está el problema de los impuestos y la propuesta de Rubalcaba de que la Privada pague IVA.
Efectivamente. Por ejemplo, el concertado está exento del IBI, que va en función de los metros cuadrados, pero el privado no. Es mortal. El IAE es otro impuesto tremendo, nos afecta muchísimo. Y suprimir la exención de IVA a la enseñanza privada, como propone Rubalcaba, sería algo que penalizaría a las familias, no a los centros, con lo que sería la puntilla. Si ahora pago 400 euros y me suben 100 de IVA es muchísimo. Por eso pedimos IVA cero. Lo que dice Rubalcaba sería el apocalipsis.

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