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La internacionalización, asignatura pendiente de la universidad española

Sólo el 1,4% de los 3,4 millones de alumnos que estudian fuera de sus países de origen lo hacen en la universidad española, según el informe Temas candentes de la universidad española 2013, de PwC.
Milagros AsenjoMartes, 9 de abril de 2013
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El documento, elaborado por la consultora PricewaterhouseCoopers, que lleva como subtítulo ¿Tenemos las universidad pública que necesitamos?, aborda, entre otros aspectos, la internacionalización –considerada como el reto de futuro más urgente–, la sostenibilidad financiera del sistema, la gobernanza de las universidades, la duplicidad de la oferta y las relaciones entre la universidad y la empresa.

Cabe destacar que este trabajo ve la luz apenas dos meses después de que lo hiciera el ya polémico informe del comité de expertos para la reforma universitaria nombrado por el Gobierno, que se encuentra en fase de debate y que ha suscitado polémica en la comunidad universitaria.

Modelo de financiación
Acerca de la financiación de la universidad, el trabajo sostiene que urge su revisión, ya que en España no existe un modelo claro y, con el modelo actual, no serán sostenibles aquellas que “se limiten a impartir títulos; que no lleven prácticamente ningún trabajo de investigación; y que sirvan para satisfacer las necesidades clientelares de determinadas zonas geográficas de nuestro país”.

Entre las líneas de acción en este campo se aboga por que las universidades continúen “impulsando su transparencia y justificando su aspiración a la financiación pública a través de resultados que se producen en términos medibles”, tales como investigación, transferencia o innovación.

Según los datos recogidos, en otros países de nuestro entorno una universidad de unos 15.000 estudiantes tiene un presupuesto de entre 700 y 1.000 millones de dólares. La media en las universidades públicas españolas es de 30.000 alumnos y de entre 150 y 300 millones de presupuesto. Se advierte además una gran disparidad entre comunidades, ya que son estas las que gestionan la enseñanza superior.

El informe advierte que la financiación de las universidades debería desglosarse en dos partidas: Educación universitaria e investigación. Asimismo, sugiere una mayor participación del usuario, es decir, tasas más elevadas. Eso sí, garantizando la igualdad de oportunidades y el acceso de los alumnos con menos recursos, porque, según los especialistas, actualmente el sistema de becas, préstamos y ayudas es diferente y está alejado de los países de nuestro entorno.

El sistema de gobierno de las universidades es un aspecto decisivo para mejorar el sistema. El documento condiciona el cambio de la gobernanza a la modificación de la normativa vigente, un cambio que debe orientarse hacia la “desregulación” y basarse en los principios de “transparencia, confianza y responsabilidad”, porque “el gobierno de la universidad necesita ser más ágil y eficiente, es decir, menos burocrático”.

Acerca de la gobernanza, el texto se postula a favor de la incorporación de modelos de gestión “más profesionalizados y acordes con entidades que gestionan presupuestos elevados”. Para los expertos, los numerosos órganos colegiados y unipersonales de decisión y control existentes en la universidad dificultan, burocratizan e incluso bloquean la gestión y administración de la universidad.

El informe ve positivo un sistema de gobierno basado en un órgano “independiente, con amplia representación de personas externas a la comunidad universitaria y con una autonomía que permita a la universidad gestionar lo académico sin intromisiones y, al mismo tiempo, proporcionar una cuenta de resultados bajo supervisión; así como en la libertad de selección de profesores y estudiantes”.

Elección del rector
El estudio considera la elección del rector como un “aspecto esencial” del gobierno universitario. Resalta que sería inútil contar con un rector seleccionado internacionalmente, si una parte del profesorado no cumple el mínimo exigible de productividad académica y la regulación impide al rector penalizarlo o rescindir su contrato. El texto se muestra a favor de reflexionar sobre la fórmula de elección del rector, que debería tener también capacidad de elegir a su equipo, organizar la toma de decisiones y garantizar al asunción de responsabilidades. Es decir, “el rector debe contar con capacidad suficiente para sacar adelante el proyecto universitario que se le ha encomendado y rendir cuentas de su grado de cumplimiento”.

Rankings: mito y realidad
Al referirse a los rankings, el documento señala que en ellos se valora fundamentalmente la investigación, no la docencia y asegura que si existiera un ranking internacional basado en la docencia, alguna de nuestras universidades estaría en los primeros lugares.

Sobre si la universidad española está “sobredimensionada”, el documento es rotundo al asegurar que “ni hay demasiadas universidades ni hay demasiados universitarios”. El problema estriba en que se imparten muchas titulaciones para una escasa demanda y en que el sistema es clónico, repetitivo y disperso, lo que dificulta la excelencia.

Una de las debilidades resaltadas es la de la planificación del mapa universitario, “condicionada por intereses locales”. Por tanto, “si se planteara una financiación por servicios académicos”, las universidades “serán más prudentes a la hora de implantar títulos”.

Aprendizaje obligatorio del inglés

  • La internacionalización es uno de los más relevantes y ambiciosos retos para el futuro de nuestra universidad. Una dimensión “fundamental” en la gestión del conocimiento que llevan a cabo las universidades y que se ha convertido en “una actividad estratégica para captar alumnos”, según el informe de la consultora PwC. Se explica también que algunos de los problemas de la universidad en España en relación con la internacionalización tienen que ver con las trabas y dificultades administrativas y económicas para la captación de estudiantes y profesores, así como la escasez de programas vinculados a estos objetivos.
  • Otro aspecto a tener en cuenta en relación con la internacionalización es que para incrementar la movilidad universitaria, resulta imprescindible abordar una política lingüística eficaz. En estos momentos el mundo se mueve básicamente con una lengua franca que es el inglés, hasta el punto de que en las universidades españolas el aprendizaje de este idioma debería ser una exigencia. Y es que, en opinión de los participantes en el informe, ahí radica una de las carencias.
  • Acerca de la dimensión internacional de nuestros campus, los expertos suministran el dato de que de los 3.400.000 estudiantes que se mueven en el mundo, España solo recibe el 1,4%. En Grado, primero y segundo ciclo, tenemos un 3,3% de extranjeros mientras que la media europea oscila entre el 8 y el 10%. Estos porcentajes aumentan en los másteres (17% de extranjeros) y en el Doctorado (25%).
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