Dispositivos móviles para transportar conocimiento

Cada vez son menos los que dudan de la relación necesaria que existe entre ambas, sin embargo, la inmensa mayoría todavía relaciona TIC con países del llamado Primer Mundo. ¿Pero qué ocurre con los países del tercero, eso de las tecnologías no va con ellos?
Para el Proyecto Purppeng las TIC son necesarias en todas las aulas del mundo. Para demostrarlo ha desarrollado una iniciativa llamada Proyecto Ocotal, que se desarrollará en esta localidad nicaragüense. “Nuestra intención es utilizar los contenidos educativos que de-sarrollemos en nuestro país para que sean empleados en Latinoamérica y optimizar de esta manera los recursos. Nos estableceremos en Ocotal en colaboración con la ONG Daukaia para ayudar a un grupo de niñas –40 niñas de entre 8 y 14 años– en riesgo de exclusión social en las tareas formativas que se están impartiendo”, explica Luis Merino, fundador de Ánfora Software.
Ánfora Software es una ONG que tiene como lema: tecnología para el cambio social. Es la responsable del Proyecto Purppeng, que debe su nombre a la aplicación homónima para móvil desarrollada para favorecer la escolarización de los alumnos –en cualquier parte del mundo– que no pueden seguir un ritmo normalizado de aprendizaje: bien por su situación socioeconómica, por problemas de salud o por dificultades de aprendizaje. Antes de llevar la aplicación a Nicaragua, Ánfora Software ha puesto en marcha una experiencia piloto en el Colegio “Joyfe” de Madrid con alumnos de 3º de Primaria.

Proyecto Purppeng
“Nuestro sistema permite cargar contenidos en dispositivos móviles –teléfonos o tabletas– y trabajar con ellos on y off line. Los contenidos se cargan en diferentes plantillas que dan opción a presentarlos de distintas maneras y se puede realizar un seguimiento para ver si los objetivos se han logrado”, explica Alfredo Irisarri, director comercial de Ánfora Software. “Mientras el niño interactúa con la aplicación su actividad queda registrada en el dispositivo y de esta manera podemos obtener información sobre el uso que le da. Tras analizar esta información –el educador o los padres– pueden personalizar las siguientes descargas de contenidos y de esta manera hacer un seguimiento individualizado de cada niño”, continúa.
Todo esto está muy bien, pero la pregunta seguirá siendo: ¿Qué pinta este tipo de tecnología en un lugar como Ocotal, donde el 20% de los menores no está escolarizado?
Según la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), de 2005 a 2010 el uso del móvil se triplicó en el mundo en desarrollo hasta cerca de 4.000 millones de dispositivos. El crecimiento más rápido ocurrió en África, donde se incrementó el uso del móvil en más de un 400% durante ese periodo de tiempo. El bajo costo de la creación de torres de telefonía móvil y la caída del precio de los terminales móviles ha permitido que la cobertura no pare de crecer incluso en lugares rurales pobres. Safaricom, proveedor de telecomunicaciones en Kenia, pasó de 17.000 usuarios en el año 2000 a más de 18 millones en 2010.
La web de Ánfora Software incluye estos datos (www.anforasoftware.org) a los que se suman que “según el informe TIC, desarrollo y negocios inclusivos, de Fundación Telefónica, en América Latina y Caribe la penetración de la telefonía fija se ha estancado alrededor de una tasa del 18% durante los últimos cinco años, mientras que la telefonía móvil ha pasado de una tasa del 23% en 2003 a alrededor del 80% en 2008”, apunta Irisarri. “Se prevé que esta tendencia continúe”, prosigue. Curiosamente, “la gran mayoría de la población de bajos ingresos apenas usa los móviles para recibir llamadas. Durante los últimos cinco años, la cantidad de usuarios de internet
ha crecido sustancialmente, pasando de una tasa de penetración del 11% en 2003 al 27% en 2008”. Obviamente, estos datos todavía están lejos de los niveles de los países más avanzados de la OCDE, que registran cifras del 70%, lo que no frena a organizaciones como Ánfora Software que se sirve de estos dispositivos móviles “como soporte de nuestra plataforma tecnológica para acercar la Educación a aquellos que, por diferentes causas, les es difícil acceder a ella”, defiende Irisarri. Además, “una vez combinados la tecnología de última generación y los contenidos educativos, podremos conseguir educar y tutorizar el aprendizaje desde cualquier lugar del mundo”.
Y de eso se trata, de transportar y contener. “Las ánforas fueron utilizadas por los antiguos griegos y romanos como el principal medio de transporte y almacenamiento de la uva, el vino, las aceitunas, el aceite de oliva, los cereales, el pescado y otros muchos productos básicos. Es decir, actuaban como un depósito de alimentos. En la misma medida, los dispositivos móviles pueden funcionar en la sociedad actual como depósitos y transporte de conocimientos”, explica la web de la organización.