fbpx

Teatro musical en el instituto, un resultado de lo más profesional

Alumnos y profesores del IES “Carlos Bousoño” de Majadahonda han recibido el primer premio del V Certamen deTeatro de Secundaria que otorga la Universidad Carlos III.

Martes, 4 de junio de 2013
0

Cuando el pasado 25 de abril el elenco de CB Teatro –alumnos, exalumnos y profesores del “Carlos Bousoño”– recibía el primer premio de Teatro de Secundaria, todos sentimos que lo que se reconocía con ese premio no era solamente el talento de los actores y la pericia de los directores, sino que se premiaba también el trabajo, el esfuerzo, la constancia, el inconformismo. En definitiva, todo lo que hay detrás de cualquier trabajo escénico, sea profesional o escolar.

Cómo nació el musical
Fue en junio de 2011 cuando, tras el montaje de Doña Rosita, la soltera de Federico García Lorca, pensamos que sería interesante abordar un montaje musical en el grupo de teatro extraescolar en el que intervienen alumnos de todos los cursos, no necesariamente de Bachillerato de Artes Escénicas, Música y Danza que se imparte en nuestro centro. La versión de La paz de Aristófanes, que Francisco Nieva escribió a finales de los 70, se nos presentaba llena de posibilidades. El primer paso fue hacer una versión que admitiera números musicales y a partir de ahí empezaría Gonzalo a componer las canciones y las piezas pertinentes. Cuando en septiembre de 2011 enseñamos a los alumnos el texto sobre el que íbamos a trabajar, su reacción nos confirmó que estábamos ante un montaje nada convencional. A partir de ahí fue un curso entero de trabajo intenso por parte de los actores –los solistas con un texto difícil y lleno de matices, el coro con un trabajo de interpretación muy complejo–. La composición de las canciones, un goteo constante de genialidad y diversión, fue en paralelo a los ensayos.
Hay un momento fundamental en el desarrollo de un montaje escolar: la cuesta de enero. Todavía no se ve la luz y hay que poner mucha esperanza en que se llegará a buen puerto. Tenemos que decir que pasamos la crisis con bastante dignidad gracias al entusiasmo de los actores que asistían a los ensayos puntualmente y que ponían toda su alma y su paciencia cada vez que les pedíamos repetir, probar, cantar, bailar… Somos conscientes de que habría sido imposible sin su disposición y su constante buen humor. Los momentos duros, las broncas y algunas lágrimas también forman parte de este juego de emociones que es el teatro, por supuesto.
A partir de marzo, ya con el trabajo bastante avanzado aunque éramos conscientes de que nos faltaba mucho, empezamos la tarea de pensar en el vestuario de acuerdo con los personajes que se habían ido perfilando: el coro de estropajo, el corifeo-jefe de pista, las hijas quejosas, Hermes… Y empezaron las visitas a los mercadillos, revolver en los montones de “todo a 2 euros”, “tunear” piezas de otros montajes, etc. En cada ensayo había una parte de consulta a la compañía: ¿Qué os parece si…? Y así poco a poco los personajes fueron tomando esa apariencia enloquecida que tiene tanto que ver con lo que queremos contar: la historia de un loco que creyó que podía salvar a la paz. Enrique Herrera, compañero de Tecnología, nos hizo las nubes y las primeras columnas que tuvimos. Hubo dos problemas escenográficos que nos llevaron un tiempo de dudas y reflexiones: el escarabajo, sobre todo el sistema de movimiento, y la cueva, que resolvimos con un enorme embalaje de frigorífico. Otro día llegó el cartel diseñado por Javier García, director del centro y profesor de Dibujo; fue una agradable sorpresa.
Terminada la composición de la música, Gonzalo se dedicó a dirigir a los actores-cantantes y empezamos a montar los números musicales dentro del conjunto de la obra. La grabación del disco con las canciones del montaje fue una parte del trabajo realizado en aquellas últimas semanas. La fecha de estreno ya estaba fijada: 13 de junio de 2012. No fue el final, sino el principio de un camino que en este último año hemos recorrido juntos. Era tanto el trabajo y el talento que se había empleado que decidimos romper la barrera de los cursos y prolongar la experiencia todo lo que diera de sí, contando siempre con un enorme compromiso por parte de los 25 alumnos que participan en el montaje. Después vinieron funciones en Alcobendas, El Escorial y en Leganés en la Universidad Carlos III.

El trabajo bien hecho
¿Y después? Estamos seguros de que nos quedan muchas funciones y de que las disfrutaremos como lo que son: una oportunidad para ofrecer a los demás una historia preciosa y divertida.
Tras el premio nos hemos preguntado las razones por las que este trabajo ha gustado tanto, es tan divertido y sorprende a cuantos lo ven. Creemos que hemos tenido todos mucha suerte porque hemos estado en el momento oportuno en el lugar oportuno y cada uno ha puesto lo mejor de sí mismo: Gonzalo, una música maravillosa y divertida; Hitos, muchos años de oficio teatral; los actores, una enorme ilusión y todas sus cualidades interpretativas y personales; los compañeros, su apoyo constante; el público, sus aplausos… El valor de este montaje está en la amalgama de todas estas cosas, ninguna suficiente por separado, pero de enorme valor dentro del conjunto.
Son muchos, muchísimos, los compañeros profesores que se dejan la piel haciendo teatro con sus alumnos y no siempre obtienen la recompensa que merece su esfuerzo. Para ellos, especialmente para los de la enseñanza pública, nuestro apoyo.

Gonzalo García Santos e Hitos Hurtado
IES “Carlos Bousoño” de Majadahonda (Madrid)

0
Comentarios