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Solo un 8,4% de adultos tiene FP de Grado Medio frente al 33,5 de la OCDE

Diego FranceschMartes, 17 de septiembre de 2013
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Al final del curso pasado se presentó el informe Education at a Glance de la OCDE, un estudio que todos los años pone de manifiesto el desequilibrio de nuestro sistema educativo. Education at a Glance revela que España destina un 15% más de inversión pública que la media de la OCDE por alumno y año, que la ratio alumno-profesor en la ESO es de 10,3 (13,4 en OCDE y 11,5 en UE21) y que solo el 8,4% de la población adulta tiene estudios de FP de Grado Medio frente al 33,5% de la OCDE.

La publicación permite analizar la evolución de los diferentes sistemas educativos, su financiación y el impacto de la formación en el mercado de trabajo y en la economía. El principal problema de nuestro país en cuanto al nivel de estudios de su población es que hay un 46% de adultos entre 25 y 64 años que ha finalizado la Educación obligatoria o menos, más de 20 puntos por encima de los países de la OCDE. Esos más de 20 puntos son los que le faltan a nuestro país en Secundaria superior, es decir, Bachillerato o FP de Grado Medio. Pero España no solo tiene poca población con este nivel de estudios sino que ese porcentaje está desequilibrado en favor del Bachillerato. Solo un 8,4% de adultos con FP de Grado Medio frente al 33,5% de la OCDE.

Buen nivel en terciarios
En cambio, España se encontraba ya en en 2000 en niveles similares e incluso superiores a la OCDE en estudios terciarios, situación que se mantiene en 2011. Sin embargo, la proporción de jóvenes de 15 a 29 años con Educación Terciaria –FP Superior o universitaria– y que no están empleados o reciben alguna formación, (los llamados “ni-ni”), ha aumentado un 69% entre 2008 y 2011, una subida muy superior al incremento medio de la OCDE (24%) y la UE21 (26%).

El Ministerio de Educación español cree que “en definitiva, para que nuestro país converja a los niveles educativos de la población adulta de nuestro entorno, se necesitaría reducir significativamente el porcentaje de jóvenes que se incorpora a la población adulta (26 a 64 años) con titulación de la ESO o incluso menos”.

A pesar de todo, la evolución es buena, sobre todo porque partíamos de tasas bajísimas. Desde 2000, la tasa de graduación en Bachillerato ha aumentado cinco puntos hasta situarse en el 51% en 2011. En FP de Grado Medio (que incluye otros programas profesionales de dos o más años de duración), España ha pasado del 9% en 2000 al 29% en 2011, aunque todavía muy por debajo de la media de la OCDE (38%) y la UE21 (45%).
“Esta evolución permite augurar que la formación del grupo de edad de 25 a 64 años se va a ir aproximando a los estándares europeos y de la OCDE”, según el Ministerio. De todos modos, para que la convergencia sea plena, España necesita reducir el porcentaje de alumnos que sólo alcanza la ESO o no llega a ese nivel y aumentar los titulados de FP de Grado Medio.

Por lo que se refiere al nivel de estudios y el mercado de trabajo, en 2011, en España uno de cada cuatro jóvenes no estaba ni empleado ni estudiando, lo que supone un 24,4 por ciento, a diferencia de los países de la OCDE, con un 15,4 por ciento, y de la UE21, con un 14,8 por ciento. El estudio apunta que cuando el mercado laboral se deteriora, los jóvenes que realizan la transición de la escuela al trabajo son a menudo los primeros en encontrar dificultades, y no sólo sucede en España, pues en Chile, Grecia, Irlanda, Israel, Italia, México y Turquía también más del 20 por ciento de jóvenes entre 15 y 29 años no estudiaban ni trabajaban en 2011.

En comparación con la mayoría de los otros países de la OCDE, el porcentaje de jóvenes que ni estudian ni trabajan en España y están en el paro (17%, la media de la OCDE es del 7%), es superior al de inactivos (8%, la de la OCDE es del 9%), algo que puede deberse a la alta incidencia de jóvenes que se desplazan de un breve contrato temporal a otro, intercalados con frecuencia con períodos de desempleo.

Seguir estudiando
Según el estudio, el porcentaje de jóvenes que siguen estudiando después de terminar la Educación obligatoria ha crecido a un ritmo más rápido que la media de los países de la OCDE; de modo que en 2008 estaban matriculados alrededor del 81 % de jóvenes entre 15 y 19 años y el 21% de 20 a 29, mientras que en 2011 estos porcentajes eran del 86% y del 26%, respectivamente. Según la secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, este aumento ha puesto a España por encima de la media de la OCDE y de otros países como Australia (84%), Estados Unidos (80%), Francia (84%) y Suiza (85%).

En cuanto a gasto educativo, España destina 9.608 dólares al año de gasto público por alumno en la enseñanza pública, un 15% más que la media de la OCDE, que es de 8.382 dólares, y también está por encima de la de la UE21 (8.348), según el estudio. El informe hace hincapié en un hecho obvio, que los individuos con mayores niveles educativos también obtienen salarios superiores a lo largo de su vida laboral, de modo que los beneficios económicos compensan la inversión inicial de dedicar más años a los estudios.

Por otro lado, el principal factor que contribuye al mayor gasto por alumno en España es que el número de estudiantes por profesor es inferior en comparación a la OCDE en todos los niveles educativos, aunque el número de alumnos por grupo se encuentra por encima del promedio de los países desarrollados.

Sobre los centros educativos y el aprendizaje, el estudio destaca que el número de horas lectivas al año de los profesores en las instituciones públicas es más alto que en la OCDE o en la UE21: 880 horas en España en Primaria, mientras que en los otros son 790 y 766, respectivamente. También pone de manifiesto que España se sitúa entre los países que pagan las tasas de matrícula más reducidas en enseñanza universitaria –1.129 dólares de media–, aunque las cifras son anteriores a la subida de tasas de este curso.

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