fbpx

PISA 2012: una invitación a la prudencia

Martes, 17 de diciembre de 2013
0

No he leído a fondo los cuatro volúmenes compuestos por los expertos de la OCDE con sus análisis de los datos de PISA 2012, pero creo estar ya en situación de asegurar que aportan muy poca información nueva respecto a PISA 2009, e incluso a las olas anteriores, salvo, claro está, para los países y regiones recién incorporadas al estudio. Esto no tiene mucho de sorprendente. PISA mide cada tres años las competencias básicas en Lectura, Matemáticas y Ciencias Naturales de los alumnos de 15 años; parece harto improbable que estas competencias fundamentales, su relación con los hogares o su dependencia de las escuelas, cambien mucho en tan corto período de tiempo. Para países como España, cuyas comunidades autónomas participaron casi todas ya en 2009, vale para 2012 prácticamente todo lo que se dijo en 2009.

Eso no quiere decir que no haya en PISA 2012 información importante, aun no siendo nueva. O incluso por no serlo: ¿acaso no es muy importante comprobar empíricamente, con una muestra de medio millón de alumnos de más de 60 países, la poca variabilidad de las competencias básicas en la mayor parte de ellos? Además, algunos países han mejorado y otros han empeorado. Bastaría con averiguar las causas de estos cambios para poder diseñar políticas que fomenten los avances, o al menos eviten los retrocesos.

Por desgracia, la tarea no parece nada fácil, y no sólo a juzgar por lo poco que los analistas de la OCDE avanzan en ella. La lista de los países que empeoraron en Matemáticas entre 2003 y 2012 es realmente impresionante: la encabeza Suecia, con 31 puntos, y le siguen Finlandia, Nueva Zelanda, Islandia, Australia, las repúblicas checa y eslovaca, Francia, Países Bajos, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Hungría y Uruguay, que perdieron 13 puntos. Menos este último, todos ellos son países de la OCDE, muchos muy cercanos, con resultados más altos que los nuestros, que nos han sido propuestos a menudo como modelo. Relacionando sus políticas, no pocas veces inspiradas por la OCDE, con su declive en competencias básicas, podría hacerse una lista de reformas poco recomendables. Por desgracia, el informe de la OCDE apenas se ocupa de estos países.

Comprensiblemente, PISA prefiere que nos fijemos en los países que han mejorado. La lista puede comenzar con los 13 puntos de Corea, seguir con Rusia, Indonesia, Italia, Portugal, Turquía, Polonia, México y Túnez y terminar con los 35 puntos de Brasil. Es bastante distinta de la anterior. Pero entre los tres países europeos, están los dos que más se nos parecen. Lo ocurrido en Italia y Portugal podría ser de gran interés para las regiones del sur de España, que en 2006 estaban a su nivel y no han mejorado gran cosa desde entonces. Por desgracia, PISA omite a Italia y dedica a Portugal un recuadro que enumera las numerosas reformas portuguesas sin atribuir el mérito a ninguna en particular. Su caso favorito es Polonia, que en 1999 aumentó de los ocho a los nueve años la enseñanza comprensiva y luego introdujo reválidas y aumentó la autonomía de los centros; justo las tres políticas que la OCDE más recomienda actualmente.

Los hechos son sin duda importantes, pero están por interpretar y comprender. De momento, es un gran desafío para los expertos, crean en la estabilidad de las competencias básicas, o, como parece ocurrir en la OCDE, en la posibilidad de su crecimiento indefinido. Pero podría interpretarse como una invitación a la prudencia, por los políticos dispuestos a poner en marcha reformas de resultado incierto.

Julio Carabaña es catedrático de Sociología en la Facultad de Educación-CFP de la Universidad Complutense de Madrid

0