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En España el nivel formativo de los padres se hereda; en la UE se mejora

España es uno de los países europeos donde más se transmite el nivel educativo de los padres a los hijos. Una herencia que actúa como una losa, fundamentalmente en los niveles bajos (estudios primarios o de la ESO como máximo) y altos (universidad).
Pablo RoviraMartes, 21 de enero de 2014
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(Foto: Shutterstock)

Según el estudio Nivel de formación: persistencia o movimiento a través de las generaciones de Eurostat, el 50% de los españoles cuyos padres tuvieron un bajo perfil educativo se han mantenido en ese mismo nivel, en contra de la tendencia generalizada en la UE, donde casi la mitad (el 48%) consiguió mejorar la formación recibida.

De este modo, las personas (de 25 a 59 años) cuyos padres consiguieron un nivel educativo bajo logran, en la mitad de los casos, este mismo nivel educativo. Una diferencia notable con lo que sucede en el resto de países europeos, donde esta transmisión intergeneracional sólo se mantiene en poco más de un tercio de los casos (34%) mientras que el 48% acceden a una formación media (estudios de Formación Profesional) y un 18% a estudios universitarios. Lo que sucede en España es lo mismo que ocurre en Italia y, en mayor medida, en Malta, Portugal y Luxemburgo, según el estudio realizado por la Oficina Europea de Estadística, con datos del año 2011.

Esta escasa movilidad educativa también se manifiesta, en el caso de España, en las personas con nivel educativo alto, es decir, que logran estudios universitarios. De este modo, el 75% de las personas cuyos padres tienen estudios universitarios obtienen este mismo nivel en su itinerario formativo, un porcentaje superior a la media europea, que se queda en el 63%. Además, el 19% de las personas con padres universitarios se quedan en titulaciones equivalentes a la Formación Profesional (un 33% en el conjunto de la Unión Europea) y un 6%, el doble que en la media europea, en un nivel formativo bajo.

Un caso muy distinto es lo que sucede en el nivel medio de formación. En este caso, la herencia recibida es menos determinante, más en comparación con lo que sucede en el resto de Europa. De este modo, más de la mitad de los españoles (el 52%) supera el nivel educativo medio de sus padres, mientras que un 32% repite este nivel alcanzado por sus progenitores y un 16% lo reduce hasta un nivel formativo bajo. En cambio, en el conjunto de países europeos el 59% de las personas con padres con nivel educativo medio obtienen este mismo nivel formativo.

La débil FP
La primera lectura de estos resultados indica que en España la influencia de la formación de los padres sobre el nivel formativo de las personas es notablemente mayor que en el resto de países europeos, especialmente en el nivel educativo bajo. Por tanto, se entrevé que el sistema educativo no cumple, al menos en menor intensidad de lo que sucede en otros países, su papel de garantía de la igualdad de oportunidades.

No obstante, existe una segunda lectura que habla más de la rigidez del sistema y apunta a la FP como la parte débil del sistema educativo. Por ejemplo, en el nivel bajo de estudios, de la otra mitad de españoles que sí logra superar el nivel formativo de sus progenitores, son mayoría (27%) los que ‘saltan’ dos grados hasta alcanzar estudios universitarios que los que se quedan en estudios medios (24%). En sentido inverso, ocurre en el nivel alto, donde el descenso hasta nivel medio es mucho menos que en la media europea pero el doble en el caso de nivel bajo.

Además, en lo referido al nivel medio, sólo Irlanda y Malta tienen porcentajes inferiores que España de mantenimiento intergeneracional en este nivel formativo. Estas cifras dejan entrever que la criba se produce en los niveles básicos y superada ésta, la FP es más una etapa secundaria o de transición frente a la común hacia estudios universitarios.

Tendencia a superar a los padres

  • Los datos muestran que en el conjunto de la Unión Europa la persistencia de logro educativo entre generaciones se diferencia según el nivel de Educación de los padres. Al igual que la tendencia general, hay movimiento, principalmente a un nivel medio de Educación, para aquellos con padres con un nivel bajo de Educación. Sin embargo, a pesar de este movimiento, el porcentaje de personas con un nivel bajo de Educación es mucho más alto entre aquellos cuyos padres tenían un nivel bajo de Educación (el 34%) que entre aquellos cuyos padres tenían un nivel alto de Educación (el 3%). No obstante, hay diferencias notables entre países.
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