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Reflexión sobre el aula del siglo XXI, ¿hay que cambiar la manera de enseñar?

Las TIC se erigen como protagonistas en el nuevo entorno de enseñanza-aprendizaje. Nadie rechaza lo que ya se empieza a conocer como métodos tradicionales educativos, la división surge cuando se plantea si hay que seguir utilizando esos métodos como hasta ahora.

RedacciónMartes, 25 de febrero de 2014
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Dentro de la celebración de la feria educativa AULA se ha desarrollado como novedad el apartado Recursos para la Educación, dirigido a profesionales del sector, principalmente a docentes. El periódico MAGISTERIO ha sido parte activa de esta propuesta organizando cinco mesas redondas bajo el título Trends for Education –Tendencias en la Educación–.

La primera mesa llevó por título Mapa del aprendizaje y contó con la participación de Aitor Mensuro, director comercial del proyecto Aula 2.0 de Digital-Text, Juan Núñez, socio director de OTBInnova y director pedagógico de Xtend, Ángel Luis Ramos, director del Área de Educación de la Universidad Europea de Madrid, Carlos Flores, director del Área de Educación, Venta Directa, Distancia y Educación de Grupo Planeta, y Paloma Barba, directora de Negocio de Telefónica Learning Services.

José Mª de Moya, director del periódico y moderador de la charla, comenzó su presentación aludiendo a que durante el coloquio se trataría de dar respuesta a la pregunta qué es aprender en la escuela del siglo XXI. Todos los presentes coincidieron en que es imprescindible cambiar el modo de aprender. En opinión de Carlos Flores, si un hombre del siglo XVIII apareciera en el presente, estaría perdido con todo lo que vería a su alrededor, sin embargo “no estaría perdido en nuestras aulas porque seguimos enseñando de la misma manera”. En opinión de Juan Núñez, “la sociedad, el contexto, eso también es el mapa de aprendizaje”. Todo eso ha cambiado, por eso tenemos que “preguntarnos, de dónde aprende el chaval hoy. El contexto de aprendizaje ha cambiado mucho hacia el entorno 2.0. El chaval aprende hoy tantas cosas dentro como fuera del aula”.

Todos los presentes coincidieron en este hecho y remarcaron que la nueva realidad demanda nuevas metodologías de aprendizaje y un aprendizaje más abierto, flexible e interactivo. Todos destacaron la importancia de la figura del profesor, aunque coinciden en que el concepto cambia, no dejando por ello de ser un elemento fundamental en el proceso de enseñanza-aprendizaje. En esta nueva realidad resulta también crucial el aprendizaje entre iguales, el profesor deja de ser la figura que tiene todo el conocimiento para desarrollar una labor más de tutelaje y guía de sus alumnos.

Ante este nuevo mapa de aprendizaje, Paloma Barba expresó la opinión de todos: “Las TIC son un buen aliado para la renovación pedagógica”. Dado el protagonismo inevitable de las TIC en la charla, Aitor Mensuro precisó que no es que se estuvieran haciendo las cosas “mal” hasta ahora, sino que con el cambio de contexto “hacen falta nuevas herramientas”. Ángel Luis Ramos defendió que “no hay que cambiar lo que ha venido funcionando”, opinión que completó Paloma Barba: “El profesor necesita todas las herramientas nuevas, pero también las que ha venido utilizando hasta ahora”.

Aitor Mensuro, Carlos Flores y Juan Núñez, en cambio, dieron un paso más. Sin mostrar su rechazo total a las herramientas que se han venido usando hasta ahora, insisten en que están lejos de ser suficientes. A propósito de una pregunta hecha por José Mª de Moya sobre la posible muerte del libro de texto, Aitor Mensuro explicó que “las necesidades educativas que tenemos que afrontar no se pueden limitar al uso del libro de texto como lo conocemos hoy”. Ahora los niños “acuden a YouTube para aprender y no a un libro”, afirmó Carlos Flores.

Con independencia de que “utilices un papel o una pantalla”, lo que es un hecho irrefutable es que “ahora el conocimiento está en todas partes”, añadió Flores. Gracias al entorno tecnológico que tenemos “los niños actuales leen y escriben más que nunca”, defendió. De lo que se trata, por tanto, es de “convencer al niño de que ese conocimiento que le rodea le entre en la cabeza”. Para Juan Núñez está claro: “Hay que conseguir que el alumno quiera aprender y cuando esto sucede el aprendizaje es profundo. Las nuevas metodologías generan que el alumno se empodere y lo lleva a la motivación intrínseca, que es precisamente este querer aprender”. En cualquier caso, en su opinión, lo primero es “ver qué curriculo queremos, luego vemos la metodología y ya después los recursos, siendo aquí cuando aparece la tecnología”.

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