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Los profesores aprenden a enseñar inglés sirviéndose de la literatura

"Aprender a usar las TIC para presentar la literatura nos fue muy útil", afirman los autores de esta experiencia educativa.
Martes, 25 de marzo de 2014
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Un grupo de profesores participantes en el curso de nivel avanzado del Plan de Formación en Lengua Inglesa 2012-13 de la Comunidad de Madrid, titulado Teaching english through literature, ponemos de manifiesto nuestras expectativas, las dificultades encontradas y los aprendizajes adquiridos. Esta actividad nos ha proporcionado una mayor confianza en nuestro trabajo, así como nuevas ideas para favorecer un aprendizaje más dinámico, interactivo y divertido que hemos podido poner en práctica con nuestros alumnos de 1º y 2º de ESO.

Algunos de los motivos que nos llevaron a tomar parte en el citado curso fueron:

  • La importancia de alcanzar la base de nuestros alumnos. Ahora enseñamos asignaturas a estudiantes con un nivel de inglés más alto, con mejores habilidades orales, escritas y auditivas, habituados a interactuar con hablantes nativos y al uso de materiales digitales.
  • Un gran interés en aumentar nuestro conocimiento de la literatura clásica británica y americana.
  • Explorar nuevos recursos literarios: aprender a manejar los diferentes géneros a través del conocimiento de autores y obras apropiadas para su edad y etapa de desarrollo evolutivo.
  • Adquirir nuevas habilidades y técnicas adecuadas para presentar la literatura a nuestros alumnos.
  • Conseguir manejar el currículum avanzado a través de la literatura.

Inicialmente encontramos las siguientes dificultades:

  • Muchos de nosotros no habíamos dado clase nunca a un grupo bilingüe.
  • Sentíamos cierto recelo por tener que usar la tecnología y los recursos digitales.
  • Se suponía que teníamos que poner en práctica lo que todavía no nos habían enseñado, por tanto tuvimos que hacer uso de nuestra metodología aprendida con anterioridad al curso.
  • El trabajo en grupo, a lo que habitualmente no estamos acostumbrados, fue para la mayoría un gran reto. Desconocíamos lo importante que es compartir nuestro trabajo.

Conocimientos adquiridos
Obviamente, algunas de las técnicas de las que nos hablaron en el curso no nos eran desconocidas. Por otro lado, la metodología de presentar la literatura a través de la tecnología nos resultó muy útil. Por lo que respecta a los textos literarios, nos dimos cuenta de que son realmente “material auténtico”. Este tipo de textos, y en particular los de literatura contemporánea, a menudo están muy relacionados con las propias experiencias de nuestros alumnos. De esta forma, a ellos les interesan y pueden aplicar sus enseñanzas a sus propias vidas. Como usamos textos literarios auténticos, acostumbramos a nuestros alumnos a leer con más asiduidad y fomentamos la lectura.

También aprendimos a introducir en nuestras clases cuentos de hadas, fábulas, leyendas, teatro, poesía o relatos cortos, así como nuevos autores utilizando formas dinámicas y variadas. Nos enseñaron a llamar la atención y mantener el interés de los estudiantes en el tema. Conocimos métodos de organización de la clase como el círculo socrático, por ejemplo, que es una forma muy útil para repasar un cuento o un capítulo de un libro asegurando la participación de todos los alumnos.

Aprendimos a centrarnos en la literatura para promover las cuatro destrezas: hablar, escuchar, leer y escribir. En el terreno de la evaluación, conocimos las escalas de valoración rubrics, es decir, los gráficos que muestran a nuestros alumnos las distintas destrezas que se espera que desarrollen a lo largo de un nuevo tema o unidad. Antes de la evaluación, los alumnos reciben las escalas o criterios de evaluación de antemano, para que sepan cómo prepararse. Estas escalas pueden ir acompañadas de otras escalas de evaluación entre compañeros, mediante las cuales los mismos alumnos comentan y evalúan el trabajo de los demás al final de una sesión o de una unidad. Y como el trabajo se ha analizado y comentado entre compañeros, la crítica será muy útil, constructiva y positiva para no desanimar a los compañeros.

Curiosamente, uno de los aspectos más importantes del curso fue algo que en un principio no nos entusiasmaba especialmente: la oportunidad de trabajar en grupos. Una lección importante aprendida de este trabajo en grupo es que cuando se trabaja de manera individual se es más libre para hacer el trabajo, pero necesitamos más tiempo y tenemos menos ideas. El trabajo en grupo nos permitió dividir la tarea entre varios miembros, llegar a acuerdos y negociar las mejores técnicas y textos. No hay duda de que el tiempo empleado en ello fue menor y la calidad del producto que obtuvimos mucho más enriquecedora y superior.

Esto y las presentaciones orales fueron también reveladoras, ya que nos pusimos en el lugar de los alumnos, atravesando las dificultades a las que ellos se enfrentan cuando se les pide que lleven a cabo una actividad o un proyecto.

Nuestros conocimientos de tecnología eran prácticamente inexistentes, pero la necesidad de trabajar con ella ha hecho que tengamos más seguridad para navegar por internet, familiarizándonos con conceptos como blogs, glogsters o wikis, además de las ventajas de su uso en nuestros objetivos de enseñanza. La elaboración de los “lesson plans” con esta clase de apoyo visual hace que se despierte el interés de nuestros alumnos y nos ayude a elaborar mejor el tema que queremos tratar.

La interpretación es también interesante para nuestros alumnos, puesto que pueden ponerse en el lugar de los personajes, y así simpatizar con sus reacciones y comprender mejor los argumentos.

El resultado positivo de aprender aprendiendo

  • Aunque el curso resultó ser una experiencia de aprendizaje bastante intensa, todos nosotros compartimos la creencia de que hemos ampliado nuestras técnicas de enseñanza, así como los métodos usados para ayudar a nuestros alumnos a aprender de una forma más dinámica, interactiva y divertida. Nos sentimos más seguros en cuanto a nuestra habilidad para impartir Literatura a nuestros alumnos.
  • Ahora podemos variar el tipo de actividades que solíamos utilizar, generalmente centradas en la comprensión lectora, más que en temas sociales o debates.
  • En nombre de todo el grupo, no podemos ignorar el ánimo y el apoyo recibidos de Victoria Fontana y Fernando Wegner, ni tampoco sus clases, o las de Jenniffer Schmidt, quienes nos ofrecieron nuevos descubrimientos en la forma de evaluar, así como sus comentarios positivos y constructivos.
  • Nosotros, y en particular aquellos que no pueden viajar al extranjero debido a las circunstancias personales, agradecemos enormemente la propuesta de cursos de inglés del Departamento de Educación, y esperamos que continúe publicando tan interesante oferta en años venideros.
  • Algunos de los puntos débiles que deberían revisarse en los próximos años, según la opinión generalizada del grupo, es que pasamos demasiado tiempo explicando nuestras clases. Hubiéramos preferido trabajar más en grupo. Además, antes de elaborar nuestros “lesson plans”, deberíamos haber empleado más tiempo en las clases de tecnología para mejorar nuestros objetivos didácticos.
  • Ahora, después de aprender aprendiendo nos sentimos agradecidos por los resultados y el ambiente de trabajo tan agradable del curso, así como por el esfuerzo al organizar el gran número de clases que nos llevamos a casa. También agradecemos el haber conocido a compañeros cuya experiencia fue de gran valor para nuestra labor de enseñantes. Estamos seguros de haber logrado aprender mucho en un mes.

Paloma Cándano, Sonia Barba, Gema Fernández, Ana Mª Poyatos, Purificación Teno, Ana Mª Sánchez, Fernando Gil, Mercedes Bravo y Gabriela Plesca

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