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“Las matemáticas son un juego divertido que no hay que temer”

“Si puedes hacer mates, puedes hacer cualquier cosa”. Son la puerta ideal para que se despierte en el “aprendedor” la curiosidad por aprender. Pero para que esto suceda, tienen que ser divertidas.

Estrella MartínezMartes, 6 de mayo de 2014
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La británica Caroline Ainslie se define en Twitter como “una mujer apasionada con un propósito: hacer que las matemáticas sean divertidas de aprender para todos los niños de la Tierra”. Para ello creó Bubblz
the Mathematical Clown (www.bubblymaths.co.uk), donde cuenta para elaborar los recursos educativos con Toni Beardon, experta en aprendizaje de las matemáticas y profesora en la Universidad de Cambridge durante más de dos décadas. Caroline viaja por todo el mundo –incluida España– para impartir talleres a padres, profesores y alumnos. Nos lo cuenta en un español fluido.

Tu lema es Let’s make maths fun! –¡hagamos divertidas las mates!–.
Sí, y en castellano decimos ¡Vivan las mates! Las matemáticas son un juego divertido que no hay que temer. Es algo que tendría que ser divertido y no debería ser una cosa que la gente tema ni odie porque, de verdad, si se presentan de manera adecuada son bellísimas.

Entonces ¿por qué tanta gente piensa que son aburridas?
Es la manera en la que nos las presentan, la forma en la que todos las hemos estudiado desde el principio. Los profesores y nosotros mismos hemos tenido esa experiencia. La mayoría de la gente no ha disfrutado de las mates y si no se presentan de una manera muy entretenida, muchísima gente las acaba odiando y eso es un gran problema en el futuro éxito en la vida de una persona si no tiene conocimientos matemáticos.

¿Fue para corregir esto por lo que creaste tu empresa, Bubblz the Mathematical Clown?
Hace años vi en las noticias y en los periódicos una noticia que hablaba de que había muchos adultos que no sabían matemáticas y esto les afectaba a su vida, ya que no habían adquirido las habilidades básicas para trabajar, su nivel era bajísimo. Y a mí me indignaba que algo así pudiera existir en el mundo. Yo soy ingeniera electrónica y me daba una pena enorme. Sentía que no tenía más remedio que hacer algo. No es que viera la noticia y decidiera crear la empresa. Pasó el tiempo y en 2004 es cuando me di cuenta de que algo tenía que hacer. Así nació Bubblz the Mathematical Clown, a través de la cual visito colegios vestida de payaso, y con globos y pompas de jabón hago talleres.

¿En qué consisten estos talleres?
Trabajo el concepto de las mates, en vez de hechos y cosas para aprender y recordar. Se trata más bien de la base de las matemáticas para que los niños y los profesores desarrollen instinto. Que aprendan a entender las cosas y no simplemente a memorizarlas sin comprenderlas. Trabajamos en base a cómo se aprenden las matemáticas y no a cómo se enseñan. Hacemos ejercicios que no tienen una sola posibilidad o respuesta para que los niños entiendan por sí mismos.

Hablas de niños, pero ¿las matemáticas pueden ser divertidas para alumnos de cualquier edad?
Absolutamente. Yo me baso en el concepto que aprendí hace muchos años de Walt Disney que decía que hacía películas para adultos que puedan disfrutar los niños. De la misma forma, lo que nosotras hacemos tiene que coger, agarrar, al adulto y no sólo al que estudia. Nosotras nos dirigimos a los profesores, pero también a los padres. Me gusta mucho trabajar con los padres haciendo las mismas cosas que con los niños, aunque claro, ellos tienen otro nivel para poder entenderlo. Por otro lado, trabajar con los profesores es también muy importante porque pueden llevar las cosas que han aprendido al aula, llegando a los niños.

Las matemáticas pueden ser divertidas, pero ¿el resto de asignaturas también?
Sí, sí. Esto se hace a base de preguntar al aprendedor. Me gusta hablar de aprendedor y no de estudiante. Ese aprendedor puede ser de cualquier edad y de cualquier asignatura. Simplemente tiene que aprender por sí mismo. Realmente eso es tener curiosidad en la vida. Hay algunos niños y adultos que ya tienen esa curiosidad, y cuanta más tengan, más aprenderán. Las mates son muy útiles para despertar este sentido de curiosidad porque si puedes hacer mates, puedes hacer cualquier otra cosa. Si el proceso es divertido, el aprendedor querrá aprender porque lo pasará bien haciéndolo, no será un sufrimiento.

¿Recibes muchas críticas por el hecho de que sea un payaso quien enseñe matemáticas?
nR. La mayoría de la gente que nos critica es porque no lo ha visto. Otros nos critican porque creen que la palabra diversión es contraria a las matemáticas. A mí, particularmente, me gusta trabajar más con las personas que no tienen interés en las mates o en estudiar que con aquellos que son muy estudiosos, y a esos niveles muchos me dicen que no deberíamos decir que las matemáticas son divertidas. Ellos están de acuerdo conmigo en que es importante despertar interés en el aprendedor, pero no en hacerlo de manera divertida, pero yo cada vez que voy a un taller pregunto qué prefieren, que sean divertidas o interesantes, y la mayoría responde divertidas. Esta diversión es la que los agarra y una vez que los hemos agarrado, ya empieza a sonar interesante. Llegado ese punto te dicen: “¡Anda! ¿Y esto son mates?”. Cuando les respondo que sí, ellos me dicen: “¡No me digas eso, si esto es un juego!”. A los críticos con el concepto de diversión se unen los que no me toman en serio porque me visto de payaso.
Sin embargo, tú vestida de payaso, con tus globos y pompas, enseñas matemáticas.
Sí, hacemos ejercicios con todo esto. Por ejemplo, con los globos hay un ejercicio en el que construyo tres cuadrados. Los aprendedores tienen que colocarlos de una determinada manera que acaba siendo una fórmula muy matemática. Es un ejercicio sencillo que puede hacer un niño, un estudiante de doctorado de 25 años y un anciano. Cualquiera lo puede hacer y todos usamos el mismo proceso para resolver el ejercicio. Como te decía, lo que yo enseño es un nivel básico, más conceptual, para conseguir enganchar, y una vez que estás enganchado ya puedes continuar. Pero la parte que para mí es más importante es el enganche, porque cuando alguien que está aprendiendo tiene sentimientos negativos, no es capaz de entender nada, de aprender, se bloquea.

Seguro que hay quien piensa que este planteamiento no es compatible con estudiar o hacer deberes. ¿Tú qué opinas?
No son incompatibles. Hay muchas páginas en internet, por ejemplo, de ejercicios matemáticos que son muy interesantes. Los profesores puden dirigir a estos sitios, como nrich.maths.org, a sus alumnos, tanto en clase como en casa. Lo que no sirve es la repetición. Para memorizar algo la repetición sí es útil, pero si todo se basa en hacer el mismo ejercicio con otros números, eso acaba apagando el entusiasmo. De todas maneras, hay algo que quiero que quede muy claro: yo no critico a los profesores, les tengo un respeto absoluto. Lo que tienen por delante es un trabajo muy difícil porque ellos en el pasado estudiaron utilizando estos métodos que acaban apagando el entusiasmo, yo misma estudié así y muchísima gente. Ellos se enfrentan a los exámenes, tienen que cumplir una serie de metas, el tema de los aprobados. Este sistema nos lo pone muy difícil a todos. Como yo no trabajo en colegios, puedo decir todo esto. Lo que hacemos nosotras es buscar más y más maneras de ayudar a los profesores para que puedan hacer lo que tienen que hacer, pero también para que puedan hacer la vida de los niños más dulce.

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