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“Una Religión sin enfoque catequético evitaría tensiones en la escuela pública”

El presidente de la Feper lamenta que la Lomce siga haciendo depender la Religión de la Conferencia Episcopal, en lugar de crear una materia neutra y plural que verse sobre los distintos signos religiosos.

Adrián ArcosMartes, 20 de mayo de 2014
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Intentar crear una asignatura de Religión que se aleje del planteamiento catequético y dé una visión general y cultural de todas las religiones. Es la aspiración de Jesús Mª Losada, presidente de la Federación Estatal de Profesores de Enseñanza Religiosa (Feper), que analiza en esta entrevista las repercusiones de la Lomce en la asignatura y en el profesorado.

¿Cómo ha quedado la Religión con la nueva ley?
No modifica gran cosa lo que ya había ni resuelve la situación de la asignatura ni del profesorado. La Lomce lo único que ha hecho ha sido utilizar la asignatura para darle un color muy populista de acuerdo con la Conferencia Episcopal, y antipopular por la oposición y por la parte laica, pero la nueva ley no aporta nada.

¿Por qué no aporta nada?
Porque se debería cambiar totalmente el chip. Tendría que desaparecer la Religión confesional en la escuela pública y tratar de hacer una asignatura de contenido cultural y neutro desde el punto de vista de adscripción o de pertenencia a la religión, y además plural, en la que entraran una buena parte de las distintas religiones, al menos las que tienen influencia en el pueblo español.

¿Sería algo más parecido a Historia de las Religiones?
Títulos podrían ser mu-chos, pero el enfoque debería ser cultural y versar sobre los signos religiosos y los distintos ejes de concepción de valores, incluidos los no creyentes. Ese enfoque menos catequético resolvería las tensiones que hay con la sociedad y que hay en la propia escuela pública, porque no deja de ser una asignatura mal encajada en el desarrollo curricular y en el ejercicio de la profesión de docente de la asignatura confesional, que genera muchos problemas en los centros a la hora de desarrollar el contenido.

¿La asignatura es más una catequesis que otra cosa?
No y sí. El planteamiento de declararla confesional la presenta como catequesis, pero es verdad que en el ejercicio muchos profesores se las apañan para no desenvolverse en ese ámbito catequético, con otra profesionalidad y más apertura de espíritu. También hay que decir que hay otro porcentaje de profesores que mantiene esa forma catequética de manera muy estricta, con una fuerte vinculación de la Iglesia católica, con planteamientos pastorales e identidad evangelizadora.

¿Debería desprenderse del visto bueno de la Conferencia Episcopal?
Debería ser un acto fundamentalmente académico, de dependencia de las autoridades académicas y, por lo menos, neutral respecto a las autoridades religiosas. Y con un contenido en el que deberían intervenir las distintas confesiones. Las autoridades religiosas podrían intervenir en el debate inicial para consensuar las partes mínimas de cada una de las confesiones, pero el ejercicio de la asignatura debería ser autónomo con un plantamiento de la ciencia de las religiones, de la fenomenología religiosa, explicando el mundo simbólico y los valores éticos que hay en las distintas religiones.

¿Qué le parece que cuente por primera vez en la media final de la nota, después de 20 años sin hacerlo?
Si es una asignatura, yo entiendo que debe contar académicamente. No entendía antes la infravaloración de una materia que estaba en la escuela y que se ejercía como acto académico. Otra cosa es el planteamiento del contenido, que ya digo que creo que hay que cambiarlo totalmente.

¿Y qué le parece la alternativa de Valores Éticos?
La veo positiva, porque competimos con opciones equivalentes. El plan anterior suponía también una infravaloración de la asignatura y una competencia desleal respecto a la matrícula, porque lo que se ofertaba era un tiempo muy mal hilvanado en el sistema educativo. Era una alternativa vacía muchas veces en la práctica. Pienso que el nuevo planteamiento es el correcto, porque se crea una alternativa de contenido fuerte frente a un momento de recreo o de recuperación de otros contenidos.

¿Sabe cómo va a quedar el horario de la asignatura con la implantación de la Lomce?
Creemos que puede haber diferencias en las comunidades autónomas, y ya se han anunciado algunas de forma oficiosa. Andalucía ha señalado que solo se imparta semanalmente una hora, lo que supondría reducir un tercio la carga lectiva de la materia respecto a la situación actual. En Extremadura parece ser que se cambia la distribución horaria pero se mantiene el número de horas global de la etapa. Otras comunidades también han anunciado que van a reducir la carga lectiva, incluso las del PP como Castilla y León y Castilla-La Mancha. Pero son anuncios, no han salido los decretos todavía.

¿Cuál es la situación del profesorado?
Tampoco ha cambiado nada en los últimos años. Estamos contratados por las autoridades académicas, pero siempre con una propuesta inicial de la Conferencia Episcopal o las otras autoridades religiosas, que además pueden retirar en cualquier momento. Lo que sí que se ganó en la LOE es que la propuesta tiene un valor automático y para proceder a retirar la confianza o la propuesta de la autoridad religiosa necesita que sea conforme a derecho, y aun así la frase es suficientemente ambigua para crear problemas en la realidad.

¿Y surgen problemas?
Sobre todo antes. Tanto autoridades religiosas como académicas estaban perdiendo todos los casos en temas de divorcio, parejas separadas, imagen de problemas morales (más que reales), por lo que al final han encontrado un camino intermedio para evitar dichos problemas, y es que en vez de hacer las contrataciones indefinidas, se hacen contrataciones en comisión de servicio, con lo cual hemos vuelto a los tiempos anteriores a la LOE, es decir la contratación temporal por año y por horas.

Por tanto, ¿se prescinde del profesorado antes de que surja el problema?
Evidentemente. Además, como hay un exceso de plantilla desde el punto de vista de recursos humanos, y al ser las contrataciones por horas, no se crea vínculo estable con este tipo de contratación. El profesor contratado por un año puede ser despedido sin mayor problema al acabar el curso.

¿Qué pide la Feper con respecto al profesorado?
Pedimos que la jornada sea completa, con un acceso regulado por la ley, y por lo tanto que sean plazas definidas. Incluso cabrían varias opciones, pero haría falta voluntad política para ello y resolver esos problemas que plantea ahora mismo la asignatura, como la confesionalidad y el vínculo inicial que tenemos los profesores respecto a las autoridades religiosas. Si no resuelven estos dos planteamientos, las demás cuestiones son parches que sirven durante un tiempo, pero que no generan paz en el ejercicio de la profesión. Además, nunca llega a profesionalizarse, porque nos convierte en agentes de evangelización.

¿Sabe el número de profesores despedidos en los últimos años?
No tengo estadísticas de todas las comunidades autónomas. Se avanzan algunas cifras, como en Madrid unos 30 o 40 profesores de Religión perdidos en un año. Son cifras aproximativas, y desde luego no hay una estimación global.

¿Se deben a recortes del profesorado en general?
Es difícil analizarlo. Hay un número excesivo de plantilla, pero con horarios reducidos o parciales. A veces se producen agrupamientos, con lo que a un profesor le asignan dos o tres centros y se prescinde de otros. Pero lo más frecuente que está pasando no es el despido de profesores, sino la reducción de horario, es decir, se mantiene la misma plantilla pero con menos horas de clase y con menos jornada. Todo esto hace que en la práctica quede un poco oculta la reducción de profesores de Religión.

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